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Boletín 30 de Abril de 2017

El pecado tras todos los pecados

Éxodo 20:17 “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.”

Los mandamientos fundamentan nuestra vida y nuestra conducta, erramos, pero sabemos que están ahí, saber eso es como un corrector, muchos se justifican con la regla de oro dada por Jesús, pero si estudiamos a fondo los diez mandamientos son el respaldo a esta regla de oro dada por Cristo en el Nuevo Testamento.

Pablo habla de la codicia en Colosenses 3:5 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”.

La codicia es tener otro dios que consume, consume el tiempo, pensamiento, la vida, son poderes, que permitimos que nos dominen perdiendo toda la noción, volviéndolo un dios en nuestra vida ¿Por qué el poder se va a lo oculto? Porque Dios creó el poder para servir y no para esclavizar; servir para traer libertad y no para traer daño, destrucción, maldad; la codicia por el poder, por la riqueza, por fama, por gloria, termina haciendo daño, es una realidad.

Dios se revela contra la codicia porque no permite que nadie tome su lugar, la codicia es lo que está detrás de los demás mandamientos, la codicia lleva al adulterio por distintos mecanismos, lleva a matar, a hurtar, difamar por distintas razones; la codicia es el pecado oculto del ser humano.

El cristiano no puede ser manejado por la codicia, el que quiere poder como cristiano tiene que someter ese poder al señorío de Dios para que Él pueda usarlo como debe ser, por eso es tan fundamental Miqueas 2:1-4 “¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo. En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros.”

Cuando el afán se convierte en codicia, deseos insaciables; esto va a destruir tu vida, es importante saber decir No, ajustar las intenciones, los pensamientos y el corazón, enderezarnos en la forma de ser, alineándonos al reino de Dios, como dice su Palabra que será añadido.  En nuestra vida conocemos personas que tienen una increíble capacidad de hacer dinero, pero se vuelven tacaños, tienen todo absolutamente calculado, su presupuesto es propio, soltar eso es imposible porque allí está su seguridad, muchos construyen su vida así, no la pueden ver de otra manera, cuando esto se enfrenta con los problemas de la vida es un estremecer del plan de vida. Cuando llegamos al Señor hemos de permitir que las cosas cambien para que nuestra seguridad deje de estar en lo que podemos tener.

Cuando venimos al Señor nos hace replantear la visión de la vida, se acaba la codicia y entendemos la frase es mejor dar, bendecir, servir, amar, cuidar, vivir en el bien y la bondad de Dios que estar buscando lo que es de otro, saber agradecer lo que es de Dios para mi vida.

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 23 de abril de 2017

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Ya viene el alba

Juan 21-2-7 “Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar.”

El Señor a veces aparece en el mejor momento, cuando menos lo esperas, cuando crees que todo terminó, se goza, en el relato vemos que los apóstoles esa noche no pescaron ¿Te ha pasado? Pero cuando estaba amaneciendo Jesús se presentó en la playa, muchas veces anochece y no hemos «pescado» y está amaneciendo, pero Él desea lo mejor para nuestra vida, cuando va a amanecer está muy oscuro, es porque viene el alba, el amanecer.

Debemos sujetarnos a la voluntad de Dios, queremos hacerlo a nuestra manera, y esto tiene mérito, pero es a su manera, dice que el maestro les preguntó si pescaron algo; Jesús les estaba esperando con el milagro, los peces en abundancia son una, y hoy, Él quiere que veas que aunque haya escasez para los hijos del Señor, siempre habrá.

Estás cansado, agobiado, pero estás en el mejor lugar ¿Cuál es tu carga? ¿Cuál es tu necesidad? ¿Cuál es tu situación? En el nombre del Señor hay abundancia para ti en esta noche, el Señor te está esperando en la orilla, con sanidad, con la solución a tu problema, Él tiene algo para ti, es posible que no hayas estado pescando, sino buscando un empleo, comida, medicina, una solución por ese familiar, duelo, situaciones de dolor profundo; me dicen que no me ponga triste, pero al final no sé qué hacer, el Señor te espera en la playa y en la orilla tiene fuego, pez y pan para ti, te llama por tu nombre y te dice: Ven, acércate y desayuna conmigo.

El Señor quiere que hoy tomes la bendición que da, Dios es un Dios que provee -Jehová Yireh-, es Jehová Shalom  que da paz, Él  tiene algo para ti, te dice: “Pide, y se te dará, busca, y hallarás, llama, y se te abrirá”;  no hay enfermedad que no sane, no hay problema que no cambie, no hay nada perdido que en ti no aparezca, no hay rebeldía que no pueda transformar, no hay atadura que no rompa con su poder; no te de temor pedirle a Dios, cierra tu ojos y clama, porque a veces vemos mejor con nuestros ojos cerrados, deja que se lleve toda angustia y te llene de su presencia.

Mauro Morales
Culto de ministración del Espíritu Santo 21 de febrero de 2017

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Adora

Hechos 16:22-26 “Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.”

En el relato leemos de dos hombres que no escapan de nuestra realidad, esta es una historia que quizás ya ha escuchado muchas veces, Pablo y Silas estaban en Filipos cumpliendo el mandato, habían reprendido a una mujer adivina y decidieron ponerles preso, estaban en un gran problema, fueron golpeados, azotados, puestos en una cárcel de máxima seguridad con un guardia que tenían por 24 horas, no tenían luz, tenían poco oxígeno, allí debían comer y hacer sus necesidades, además tenían cepos en sus pies para que no se pudieran mover.

Si este no es un panorama difícil, no sé que podrá serlo, estaban golpeados, adoloridos, tras muros y barrotes con los cuales no podían hacer nada, con poca movilidad, era un panorama difícil e imposible, pero los panoramas imposibles y difíciles son los perfectos para que Dios obre un milagro, si te dijeron que es imposible, tráelo al Dios que puede convertir lo imposible en posible, ése es el Dios al que adoramos.

Pablo y Silas pudieron echarse a morir, ver los barrotes y pensar que hasta ahí llegaron; sin embargo,  decidieron adorar, pero ¿Qué es adorar? Viene de una palabra griega llamada Proskineo, que es postrarse delante de, adorar es una actitud interna, viene del corazón, muchas veces venimos a la iglesia, levantamos las manos, pero en nuestra mente sigue estando el problema, no está Dios. Adorar es entregar todo, María entregó lo más preciado que tenía que era su perfume.

La adoración origina que la gloria de Dios caiga en el lugar, y cuando cae hay sanación, hay restauración y hay milagros, esta fue la actitud de Pablo y Silas, en las adversidades la mejor decisión es adorar, dice el relato que hubo un terremoto y las celdas fueron abiertas, las cadenas fueron rotas. No sé cuál es tu problema, pero si te enfocas en Jesús tu celda se va a romper, tus cadenas se van a romper, es hora de dejar de ver por completo el problema, seguimos estando en cada lugar quejándonos, debemos entender que nuestra boca se debe llenar de adoración porque en adoración se mueve la gloria de Dios.

Quizás te han dicho que no tienes remedio, pero Dios es el único que te puede sanar, Dios puede proveerte, restaurarte, ya basta de ver el problema, Pablo y Silas no se quedaron viendo los barrotes, la cárcel, el guardia; veían a Jesús porque sabían que era el único que podía resolver el problema.

Dejemos de ver nuestra cárcel y adoremos a Dios, podemos estar en la cárcel de mayor seguridad con un vigilante todo el día, con la herida más profunda, pero tengamos en cuenta que a nuestro lado está el Todopoderoso, que puede convertir ese imposible en algo posible, mi invitación es clara, mientras adores Él te va a sanar, va a hacer el milagro más inimaginable, adora porque en medio de la adoración se mueve la gloria de Dios, dispón tu corazón para dejar de ver los problemas y comienza a ver a Dios para que tu cárcel se abra.  A partir de hoy decídete a adorar a Dios, desde ese momento tus problemas van a cesar.

Alejandro Colina
Culto de ministración del Espíritu Santo 28 de febrero de 2017

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Boletín 23 de Abril de 201

La victoria es de Cristo

Hecho 2:22-28 “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, y aun mi carne descansará en esperanza; porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia.”

Los cuatro evangelios cuentan la resurrección del Señor, cada uno con su particularidad y detalles, se complementan entre sí, pero no son iguales porque todos los apóstoles eran diferentes entre sí, sin embargo, allí está el relato, sin la resurrección no estaríamos aquí, seríamos esclavos de la cruz, no tendríamos un Cristo vivo, es así como llegamos a un dilema, saber si lo que leemos es realmente veraz, este es el problema del ser humano.

Debemos creer que su Palabra es verdadera, por eso a la final debemos decidir si queremos creer o no, es responsabilidad de cada quien, mas somos los que somos a causa de la resurrección, somos el primer garante del evangelio ¿Ha hecho Dios algo en tu vida desde que le creíste? Esto es parte de su veracidad, en su Palabra están todas las profecías cumplidas y por cumplir.

“Suponiendo” que lo que está escrito en la Biblia es verdad, Jesús murió y fue sepultado, fue sellada la tumba con el cuerpo debidamente cuidado acorde a la época, al tercer día, un domingo, las Marías se acercaron y la tumba estaba vacía, era una primera evidencia de que algo había ocurrido, el sudario y la tela estaban como si fuera un cuerpo, pero no estaba allí, los guardias habían desaparecido para informar que no estaba el cuerpo, a María Magdalena se le aparece Jesús, luego a las Marías, y a los discípulos, es decir, hubo apariciones de Jesús.

Se le apareció a Pedro y a Juan, luego en un cuarto cerrado se apareció a 10 discípulos ¡Cuántas apariciones! En el mar de Galilea, luego a los discípulos y a 500 personas cuando ascendió, es difícil que más de 500 personas se pongan de acuerdo con una mentira, se presentaron una cantidad de evidencias con las que podemos creer en la veracidad que encontramos en los evangelios sobre la muerte y resurrección de Cristo.

La gente estaba conmovida por lo que escuchaban de Jesús, creían que estaban borrachos, pero estaban hablando en lenguas, cuando hay milagros se caen las escamas de la incredulidad, al menos se permiten ver lo que está ocurriendo, Él vino por todos, pero la salvación es para los que le creen, por esto descansamos en esperanza, nos podemos ir a la tumba tranquilos porque sabemos que cumplirá su promesa, nos levantaremos junto con los que han creído pues nuestra fe está en el que nos ha redimido a través de su sangre.

El efecto del pecado es tan fuerte que produce muerte, el producto de nuestro pecado fue a la cruz, cuando herimos a otro causamos dolor en el otro, en el griego lo llaman “cuerdas de dolor” que van amarrando al ser humano, por eso antes de llegar a Jesús estamos tan agobiados, estamos cautivados, entristecidos, amargados, Cristo estaba envuelto en la maldad del ser humano, esto lo llevó a su muerte de manera voluntaria.

Hay tanta maldad en la creación que gime como con dolores de parto, es tanta la maldad que parece que toda la humanidad está gimiendo, no aguanta más, es una necesidad de Jesucristo que venció los dolores de la muerte, si estás en Cristo conoces bien lo que es ser desatado del mundo del pecado, te sientes libre, por eso a pesar del dolor estás libre, nos hizo nacer para una esperanza viva.

Si has creído que a través de su sangre eres justificado, redimido, perdonado de los pecados, levantado de entre los muertos, en aquel día nos levantaremos cuando suene la trompeta, es la victoria de Cristo.

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 16 de Abril de 2017

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Boletín 9 de Abril de 2017

Sé libre

Éxodo 20:16 “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.”

El noveno mandamiento, la Palabra está llena de alusiones y demandas a la verdad, que es lo opuesto a la mentira y al engaño, nada se puede sostener a la larga cuando es una mentira, siempre derrumban a la persona, la familia, el negocio, el país, es parte de lo que vemos en nuestra sociedad que se está descalabrando, todos estamos preocupados, por lo que nos rodean, por nuestras vidas, por el prójimo, y lo que vemos cara a cara nos asombra.

Aun así, vemos como se cumple la Palabra cuando no nos asombra lo que no debería ser normal ¿Cuánto debemos vivir para cambiar las cosas que debemos cambiar? La Palabra nos dice que Jehová tiene la verdad en sus entrañas, si no cambiamos en lo íntimo nada se sostendrá, por eso si permitimos que entre su verdad comienza a hacer cambios en nuestras vidas.

Sin embargo, debemos estar dispuestos a ser discipulados por el Señor, porque si voy a seguir a Jesús debo permitir que la Palabra y su Espíritu hurguen en mí, de modo que pueda ver lo que Él quiere reconstruir a través de su ella, tiene que reconstruir de cero, por eso los niños siempre nos dan una lección porque su corazón es puro, por esto son bienaventurados los limpios de corazón.

¿En qué construyes tu vida? Hay toda clase de mentiras, Proverbios 6:16-19 “Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.” El padre de toda la mentira es Satanás, en griego diábolo, por esto el que miente, difunde engaños y mentiras es hijo del diábolo ¿Alguna mentira te ha costado algo? El que no es cristiano seguirá mintiendo, pero el que tiene a Cristo tendrá en su corazón la necesidad de arreglar su mentira, la necesidad de ser verdadero.

Distorsionar la verdad a tu favor, acomodar la verdad a tu manera también es un falso testimonio, el que aprende a no mentir sino a vivir en la verdad vive libre, porque la verdad te hace libre, la verdad se puede decir con gracia, nos encontramos con situaciones en la que tenemos que decir la verdad. Dios es Espíritu y verdad, Satanás es engaño y mentira, por esto en 2 Tesalonicenses 2:8-12 “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.”

Hay poderes del mundo de lo nefasto que engañan a todos, debemos tener cuidado porque nos podemos envolver en ellos, con los que se complacen de la injusticia, Dios acabará con esto, irán a juicio, lo hará de una manera u otra, pero debemos tener cuidado de no caer en el engaño, ni en la mentira, Él trae la justicia al que busca su verdad, queda absolutamente libre para vivir para Dios.

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 2 de abril de 2017

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Levántate

Marcos 2:1-12 “Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.”

Una de las tantas necesidades que sanó Jesús, los paralíticos, la parálisis es la pérdida total o parcial del movimiento de una o varias partes del cuerpo, por lo general originada en el cerebro o la médula espinal, hay diversos tipos de parálisis y formas de adquirirla, sea cual sea su origen implica la imposibilidad de hacer algo, de moverse ¿Por qué lo menciono? Para que nos pongamos en el lugar de los paralíticos, en especial en esa época donde las personas con defectos eran vistos como pecadores, impuros.

Dice el relato que habían tantos enfermos en la casa donde estaba Jesús que no se le podían acercar, y es por ello, que los amigos deciden entrar por el techo; viendo Jesús, la fe de ellos lo sana, no sólo lo sana sino que le dice que es cercano a Él, a un hombre desesperanzado, que no tenía remedio ni nada que hacer, pero fue al que no tiene imposibles.

En el momento hubo conmoción, habían otros paralíticos, pero de corazón, que no eran capaz de tener misericordia, es hora de dejar tu lecho de enfermedad, de indiferencia, deja la parálisis que no te permite creer, no es solamente la parálisis del cuerpo, es también espiritual, muchos están encadenados a la frustración, al pecado, en su mente dicen: “Quiero dejar de hacerlo” pero no pueden, eso es una parálisis, Él te dice hoy: Tus pecados te son perdonados.

Vemos el mismo panorama en Betesda, sólo que estaba solo, había puesto su esperanza en el mover esporádico de un estanque, se acercaba siempre buscando su milagro, hoy el Señor te pregunta si quieres ser sano, muchas veces pensamos si Dios está con nosotros, pero hoy te dice igual que al paralitico: Levántate, toma tu lecho y anda, porque eso es lo que quiere el Señor, Jesús te dice que tus pecados son sanados, levántate y no peques más.

Isabel de Zabala
Culto de ministración del Espíritu Santo 7 de febrero de 2017

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Mas líbranos del mal

Mateo 6:13 mas líbranos del mal.

Enlazados con “no nos metas en tentación” venimos hoy con la frase “mas líbranos del mal”, este es otro clamor que hace el hombre pecador mientras ora siguiendo el esquema del Padre Nuestro.

Con esta frase le decimos a Dios que no permita que nuestros pasos nos dirijan hacia el mal, hacia el vicio, hacia la pasada manera de vivir. Dice la palabra que no hay justo ni aun uno, todos somos pecadores y mientras estemos en esta carne tenemos amplias posibilidades de ser seducidos por el mal.

Nuestro deseo ha de ser santos como Dios es santo (Levítico 20:7) y apártese del mal todo aquel que invoque el nombre de Cristo (2 Timoteo 2:19), en ese sentido sabemos que el mal nos alejará de la comunión con Dios, sucumbir ante las circunstancias pecaminosas van cauterizando nuestras conciencias haciendo que no distingamos entre lo bueno o malo.

El mal es capaz de hacernos perder la visión, es como si nos colocáramos unos lentes con un aumento distinto al que necesita nuestros ojos, empezaremos a ver distorsionadas las letras al principio y nos acostumbraremos a leer así, sin percatarnos que estaremos dañando nuestra vista irremediablemente. En esa misma forma el mal va entrando en nuestra mente y nuestra vida, es allí cuando a lo bueno le decimos malo y a lo malo le decimos bueno dañándonos considerablemente.

Solo la fuerza sobrenatural del Señor es capaz de librarnos del mal, inclusive del mal que podría existir en nuestro interior por el simple hecho de ser humanos, no olvidemos que por naturaleza somos pecadores, pero también somos redimidos por el sacrificio de Cristo en el calvario, por su salvación hemos sido cubiertos por una bondad infinita, una gracia tan sublime que nos lleva a decir de una manera agradecida ¡PADRE NUESTRO!

En esta semana de oración que culmina alcemos nuestra voz en adoración reconociéndole como Padre, como quien nos cubre y guarda desde ahora y para siempre.

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Y no nos metas en tentación

Mateo 6:13 Y no nos metas en tentación.

La oración del Padre nuestro va tocando varios puntos los cuales son por si solos son un manantial de sabiduría y conocimiento para nosotros; Dios como nuestro Padre, su magnificencia al estar en los cielos, Su santidad, el anhelo que Su reino tome nuestras vidas la necesidad de que se haga Su voluntad, la provisión de Dios y Su perdón, hoy desarrollaremos “no nos metas en tentación”.

En la oración del Padre nuestro vemos la inmensidad de Dios y la necesidad del hombre de ser perdonado y guardado del pecado. Si una persona se quema con fuego no querrá que eso ocurra de nuevo, o quien ha sufrido una fractura de un hueso jamás deseará que eso vuelva a suceder, algo así ha de ser nuestra actitud ante el pecado y la tentación.

No nos metas en tentación es el clamor del pecador que le dice a su Señor que no quiere hacer nada que le ofenda, es la declaración de nuestra debilidad y la confesión que nuestra naturaleza es pecaminosa.

Para ejemplificar esto imaginemos que por un instante el Dios que nos toma de la mano y nos guía dejara de hacerlo, o que por un momento la fuerza divina que nuestro Padre nos ha dado para afrontar las dificultades fuera removida de nosotros, ante tales escenarios estaríamos irremediablemente perdidos, a ello nos expondríamos si Dios permitiera que estemos en tentación.

Este clamor reconociendo la debilidad del ser humano fue el que hizo el rey David luego de haber pecado con Betsabé, veamos el Salmo 51:11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. David sabía que había pecado, pero su mayor preocupación, su angustia, era que Dios se apartara de él, David sabía que sin la fuerza que provenía de su Señor estaba perdido, sin rumbo ni esperanza.

Todo cristiano debe clamar a Dios de manera genuina el no caer en tentación, debemos orar para que nuestra debilidad no se enfrente a la tentación sin la fuerza de Aquel que venció la muerte y el pecado.

En esta semana de oración humillémonos y pidamos a Dios genuinamente que su bondad nunca se acorte y nos proteja de pecar.

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Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra

Mateo 6:10 Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Los seres humanos tenemos la tendencia a querer imponer nuestra voluntad, veamos un simple ejemplo, en los últimos 6 mil años la tierra ha experimentado solo 292 años de paz, nuestro anhelo incesante de tener la razón y que se haga nuestra voluntad ha hecho que prácticamente no podamos vivir en paz.

El querer que se haga nuestra voluntad genera en nosotros tal nivel de angustia que prácticamente empezamos a estar en guerra hasta con nosotros mismos, nos presionamos cuando algo no sale conforme a nuestro deseo, nuestro anhelo de control genera estrés y frustración en nosotros. El Apóstol Pablo sufría de un mal físico, un aguijón en su carne (2 Corintios 12:7-9), el no estar libre le generaba angustia tanto que llega a decir que ha orado 3 veces para ser libre, Pablo deseaba que su voluntad se cumpliera, pero Dios le dice “bástate mi gracia”. Cuando leemos esta declaración nos damos cuenta que está llena de verdad y esperanza. Dios sabe lo que es mejor para nosotros, Él sabe lo que ha pasado, lo que está pasando y lo que pasará al ser esto así ,¿no sería más sensato darle las riendas de nuestra vida a Aquel que todo lo sabe? En la oración del Padre Nuestro pedirle a Dios que haga su voluntad en nuestro día a día es darle el timón del barco de nuestras vidas al mejor capitán que pueda existir.

Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra se convierte entonces en la más lógica declaración que un ser humano puede decir, de hecho, el mismo Señor Jesucristo lo declaró en el Getsemaní antes de ser entregado pidiendo que se hiciera la voluntad del Padre y no la propia (Lucas 22:42).

Debemos entender que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2) y que Dios nos guía en todo momento por sendas de justicia por amor a su nombre. Esta semana de oración clamemos para que la voluntad de Dios sea manifiesta no sólo en nuestras vidas, en nuestros familiares y amigos sino también en toda nuestra nación, si se establece la voluntad del Padre en cada corazón pasaremos de la densa oscuridad a la luz admirable.

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Venga tu Reino

Mateo 6:10  Venga tu reino. Cuando se cita esta porción de la palabra muchos estudiosos hablan de la necesidad que se establezca un gobierno celestial en la tierra, un sistema político correcto, otros expresan que es un clamor por la segunda venida de Cristo, ambas posturas son correctas nuestro planeta necesita el gobierno de Cristo en la tierra, pero ese gobierno también lo necesita nuestro ser.

Venga tu reino no es solamente un clamor, es un permiso que le damos al Señor para que se adueñe de cada área de nuestra vida, si recordamos lo estudiado hasta ahora en la oración del Padre Nuestro, hemos dicho que le reconocemos como Padre ,y de hecho uno muy cercano, pero también le reconocimos como soberano y con toda autoridad puesto que está en los cielos, ahora estamos proclamando que le necesitamos, clamamos por su manifestación en nuestras vidas, queremos decir como el Apóstol Pablo “ya no vivo yo sino que vive Cristo en mi” (Gálatas 2:20).

Todos anhelamos llegar a ser como Cristo, a la estatura de un varón perfecto (Efesios 4:13), esa es la única manera de poder vivir una vida plena, mientras le demos menos espacio a nuestro yo y más a Cristo empezaremos a ver las cosas como Dios las ve ese es la manifestación del reino de Dios en la tierra. Cuando tengamos un problema sabremos que en Jesús somos más que vencedores (Romanos 8:28), cuando tengamos tribulación declararemos que en Cristo los problemas traen sobre nosotros un eterno peso de gloria (2 Corintios 4:17)  imaginemos por un momento que logremos que venga el reino de Dios a la tierra por medio de la manifestación del Espíritu Santo en nuestras vidas, eso sí sería una transformación radical a nuestro entorno, los beneficios serían inmensos la sociedad entera comenzaría a ser cambiada positivamente, el que robaba ya no robaría más, el que mentía ya no lo haría más (Efesios 4:28)  y así todos los flagelos que perjudican a la sociedad sería erradicados.

Durante esta semana de oración clamemos por la manifestación del reino de Dios en la vida de cada cristiano, que los corazones sean movidos conforme al corazón de Dios, viendo las cosas como Él las ve y moviéndonos de acuerdo a la acción del Espíritu Santo en nosotros, vivamos el reino de Dios siendo hijos, sal y luz en medio de tanta tiniebla.

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