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Boletín 23 de Abril de 201

La victoria es de Cristo

Hecho 2:22-28 “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, y aun mi carne descansará en esperanza; porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia.”

Los cuatro evangelios cuentan la resurrección del Señor, cada uno con su particularidad y detalles, se complementan entre sí, pero no son iguales porque todos los apóstoles eran diferentes entre sí, sin embargo, allí está el relato, sin la resurrección no estaríamos aquí, seríamos esclavos de la cruz, no tendríamos un Cristo vivo, es así como llegamos a un dilema, saber si lo que leemos es realmente veraz, este es el problema del ser humano.

Debemos creer que su Palabra es verdadera, por eso a la final debemos decidir si queremos creer o no, es responsabilidad de cada quien, mas somos los que somos a causa de la resurrección, somos el primer garante del evangelio ¿Ha hecho Dios algo en tu vida desde que le creíste? Esto es parte de su veracidad, en su Palabra están todas las profecías cumplidas y por cumplir.

“Suponiendo” que lo que está escrito en la Biblia es verdad, Jesús murió y fue sepultado, fue sellada la tumba con el cuerpo debidamente cuidado acorde a la época, al tercer día, un domingo, las Marías se acercaron y la tumba estaba vacía, era una primera evidencia de que algo había ocurrido, el sudario y la tela estaban como si fuera un cuerpo, pero no estaba allí, los guardias habían desaparecido para informar que no estaba el cuerpo, a María Magdalena se le aparece Jesús, luego a las Marías, y a los discípulos, es decir, hubo apariciones de Jesús.

Se le apareció a Pedro y a Juan, luego en un cuarto cerrado se apareció a 10 discípulos ¡Cuántas apariciones! En el mar de Galilea, luego a los discípulos y a 500 personas cuando ascendió, es difícil que más de 500 personas se pongan de acuerdo con una mentira, se presentaron una cantidad de evidencias con las que podemos creer en la veracidad que encontramos en los evangelios sobre la muerte y resurrección de Cristo.

La gente estaba conmovida por lo que escuchaban de Jesús, creían que estaban borrachos, pero estaban hablando en lenguas, cuando hay milagros se caen las escamas de la incredulidad, al menos se permiten ver lo que está ocurriendo, Él vino por todos, pero la salvación es para los que le creen, por esto descansamos en esperanza, nos podemos ir a la tumba tranquilos porque sabemos que cumplirá su promesa, nos levantaremos junto con los que han creído pues nuestra fe está en el que nos ha redimido a través de su sangre.

El efecto del pecado es tan fuerte que produce muerte, el producto de nuestro pecado fue a la cruz, cuando herimos a otro causamos dolor en el otro, en el griego lo llaman “cuerdas de dolor” que van amarrando al ser humano, por eso antes de llegar a Jesús estamos tan agobiados, estamos cautivados, entristecidos, amargados, Cristo estaba envuelto en la maldad del ser humano, esto lo llevó a su muerte de manera voluntaria.

Hay tanta maldad en la creación que gime como con dolores de parto, es tanta la maldad que parece que toda la humanidad está gimiendo, no aguanta más, es una necesidad de Jesucristo que venció los dolores de la muerte, si estás en Cristo conoces bien lo que es ser desatado del mundo del pecado, te sientes libre, por eso a pesar del dolor estás libre, nos hizo nacer para una esperanza viva.

Si has creído que a través de su sangre eres justificado, redimido, perdonado de los pecados, levantado de entre los muertos, en aquel día nos levantaremos cuando suene la trompeta, es la victoria de Cristo.

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 16 de Abril de 2017

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