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Boletín 26 de febrero de 2017

¿Estás dispuesto a vivir para la gloria a Dios? 

Jeremías 15:19-20 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová.”

La Palabra del Señor no es un texto sólo para leer, es mucho más que un texto literario, es uno de los mejores textos literarios de la historia pero va mucho más allá, es inspirada por el Espíritu a los profetas, a los apóstoles, a los diferentes escritores para que no escribieran conforme lo que pensaran sino a lo que el Espíritu les daba para hablar, así escribían para su tiempo y para la iglesia que se ha levantado hoy día.

Cuando leemos la Biblia debemos ver primero lo que el Señor le está diciendo al escritor, en el contexto histórico que está viviendo, pero si nos conformamos con eso creemos que son sólo datos biográficos, pero la Biblia se mueve en nuestras vidas haciendo que nos demos cuenta que toda la lectura nos habla con poder, nos trae salvación y vida eterna.

Jeremías se desarrolla en un tiempo en que se le da una palabra, se le dice que sería un profeta, sabía que su boca sería llena de la palabra de Dios, se convertiría en una muralla fortificada que estaría constantemente recibiendo ataques pues su caminar sería siempre contrario al del mundo, ¿Sabes que vas a prevalecer para siempre?

El problema de verlo tan literal es creer que no es más que un mensaje motivacional, cuando sale al mundo todo este mensaje se cae al piso y eso no es lo que Dios quiere, Él desea que no sólo te motives sino que conozcas su palabra para que la puedas aplicar, son herramientas de Dios que encontramos en la Biblia para conquistar el mundo que se nos ha dado.

1 Corintios 10:31 “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”

Aquí está la clave: Sea lo que sea que estés haciendo debes hacerlo para la gloria de Dios, se nos va la vida en esto, porque si hacemos las cosas para ser reconocidos estamos perdidos, porque en el momento que no somos reconocidos nos deprimimos y estamos perdidos, si vamos por la vida tras dinero, el día que no haya dinero nos sentimos perdidos, Jeremías no tenía tiempo para ser reconocido, todo lo que Él hacía, lo hacía para la gloria a Dios, esto da un sentido de propósito, porque hay momentos que nadie va a reconocer lo que hacemos.

Jeremías cada vez que abría su boca iba al foso, a la cárcel, su sentido de propósito en la vida no era lo que esta vida pudiera dar, o pudiera reconocer, decide trabajar con un propósito más alto, trabajemos para aquel que está sentado en el trono y que nos ha enviado, una persona que trabaja para la gloria de Dios sabe que 24 horas al día, los 7 días a la semana tiene un propósito.

Aquel que tiene un propósito de trabajar para la gloria de Dios no necesita tener un título en la iglesia, no necesita ser puesto en el altar, sabe que pueden salir y en cualquier momento, durmiendo, comiendo o trabajando viven para la gloria de Dios, Jeremías nos enseña que una persona que tiene un propósito puede quejarse en la presencia de Dios, pero por encima del problema reconoce que Dios está en las alturas, que su propósito es eterno y se cumplirá a su tiempo y perfección.

Puedo quejarme del miedo, de no saber adónde voy, si voy a tropezar pero mientras Dios esté conmigo Él me va a cuidar, Jeremías le dice a Dios antes de que yo me queje yo sé que eres mi Padre y me vas a guiar por donde camine, una persona con propósito no tiene miedo de caminar hacia lo desconocido porque sabe que su Padre ha prometido velar por él, no importa tu situación las manos del Señor están alrededor de ti.

Atrévete a decirle al Señor: Tú sabes todas las cosas, cuando lees la Biblia se revela a tu vida, no te brinda religión porque no necesitas una religión, necesitas una relación con el Cristo resucitado, ha prometido estar contigo, te sentirás sólo, te sentirás abandonado pero su Palabra cobra vida en Cristo, su presencia se ha hecho realidad.

Cuando invocamos el nombre de Jesucristo somos salvos, podemos estar en el peor de los casos pero puedo saber que no sólo está conmigo sino que a través de ese nombre tengo autoridad en la tierra, ha vencido en poder en la cruz del Calvario, caminaré firme hasta el final porque Él es la autoridad de mi vida, Dios está buscando a los que se levantan por encima de la queja y puedan decir: Te serviré para siempre. ¿Estás dispuesto a vivir para la gloria a Dios?

Dr. Luis Paz
Culto dominical 19 de febrero de 2017

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Boletín 19 de febrero de 2017

Tu encuentro a solas con Él

Salmo 27:7-11 “Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí, y respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová; No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá. Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos.”

Este Salmo expresa la vida muy personal de David, y como es tan personal que podemos identificarnos en cosas muy parecidas a nuestra vida, David había dicho «Jehová es mi luz, mi fortaleza, no temeré», además habla de enemigos, represalias, ejércitos que acampan, hasta de guerras y como aun así confía en Dios.

Es así como David habla de la llenura de estar en la casa de Jehová, que para el momento era subir al tabernáculo, actualmente sabemos que no es un tema de venir al templo, sino que entrar en su presencia es posible con estar en comunión a solas con Él, necesitas tu espacio con el Eterno, estar tranquilo, a solas con Dios.

Deja que Dios te hable a ti, abre tu corazón, dile quiero que me hables y permanece quieto para que puedas escuchar su voz, dice su Palabra «Busca mi rostro», cuando estamos en silencio viene esa palabra, si no tienes tiempo y quieres ese momento, búscalo, necesitas ese tiempo, sino serás siempre un conformista con su Palabra.

El clamor de David lo encontramos en el verso 7, cuando dice «Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo», pide misericordia, que significa entra en mi corazón y siente lo mismo que yo, clamaba por una respuesta ¿Alguna vez te has sentido así? Dice también «Tu rostro buscaré», es una acción continua hasta lograr alguna clase de respuesta, es una acción que requiere una espera paciente, en quietud.

A medida que avanza el Salmo entra un poco más en clamor diciendo «No escondas tu rostro de mí», nos dice que debemos buscarle pero no vemos su rostro, clama por un encuentro cara a cara, David sabe que Él es la única y verdadera ayuda que tenía, estaba aterrado, solo le han dejado, lo único que tiene es lo que Dios le ha dado, clama para no estar solo, podemos al leerle entender en qué está, hemos pasado por situaciones en las que no sabemos a quién acudir, y aprendemos que Él es la verdadera ayuda.

Muchas veces desilusionamos a los demás, no es nuestra intención pero nos sentimos mal, desamparados, sobre todo ahora con tantas dificultades, por eso clamamos a Dios pidiendo que no sea como nosotros, y llega a una conclusión importante «aunque mi padre y mi madre me dejaran con todo, Jehová me recogerá» este es un verso que podemos respaldar con lo escrito en Isaías 49:15-16 «¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.»

Dile Señor, aunque me encuentre totalmente solo, sin persona que me pueda sostener, ni padre, ni madre, tú me has dicho que mi nombre está esculpido en la palma de tu mano ¡Aleluya! No estás solo, Él Señor te sostiene. ¡Gloria al Señor! Podemos aprender a escuchar su voz eterna, rodeándonos de gente sabia  que nos guíen, con Palabra en mano el camino en que debes andar.

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 12 de febrero de 2017

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Una decisión llamada fe

Génesis 3:24 “Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.”

El capítulo 3 de Génesis nos narra un episodio muy conocido por todos, es leído por todos los que llegamos a la fe pues relata el momento en que nos convertimos en seres mortales, separados de la gloria de Dios, el momento en que fuimos echados del Edén, antes de este momento Adán y Eva vivían en total plenitud, no sufrían insomnio, ni ansiedad, ni crisis, no se veían afectados por escasez ni índices económicos pero su vida es cambiada radicalmente, su alma había sido abierta.

Dios seguía amándoles, proveyéndoles pero ellos ante cada circunstancia de la vida debían decidir si creer al Padre o lo que tenían ante sus ojos, para ellos no era tan difícil pues venían de ver la bondad de Dios pero la humanidad comenzó a llenarse de pensamientos y razonamientos que los apartaron de la bondad de Dios, persiste hasta nuestros días, nosotros todos los días debemos decidir a quién le creemos, a las noticias, a las estadísticas, a los índices o creer en las promesas del que nos ha amado y cubierto cada día.

Es un decisión, una decisión llamada fe, Adán y Eva no necesitaban fe, pues le habían visto, tu y yo no le hemos visto, tenemos que ejercer la fe, el evangelio de Juan llamado el evangelio del amor nos hace entender el cambio radical en nuestras vidas cuando somos llamados y convertidos a su palabra.

Juan 6:35 «Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.»

La Palabra nos enseña que no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, ésta es la Biblia, Palabra viva y eficaz, no sólo lo tenemos de alimento tenemos que digerirlo, primeramente vemos que dice «Yo soy» es una descripción de lo que es, también es una afirmación en presente eterno, luego hace dos recomendaciones: «el que a mi viene» venir al Señor, es llegar a su presencia, convertirnos a la fe, a su Palabra, también debemos creer, la fe representa todas las necesidades del alma, el miedo, la apatía, todo lo que atormente a tu alma aún perteneciendo al reino de Dios, creer nos llama a la fe.

Dice su Palabra que sin fe es imposible agradar a Dios, la fe no es negación, no es decir todo está bien aunque esté mal, tomados de la fe caminamos confiados de quien nos llamó, el hombre de fe no mira con los ojos, mira con el corazón, ve lo invisible, no necesita ver un resultado para creer por tanto ve lo increíble.

El hombre de fe es el único que puede alcanzar lo imposible porque es la gracia de Dios la que respalda su vida, la que premia su confianza, la que no le deja en vergüenza ¿A quién vamos a creer? Te hablo a ti que me lees angustiado, quizás tengas un diagnóstico terminal, crees que tu economía está arruinada, que tu hogar tiene mucha dificultad, los ojos te muestran lo que el mundo piensa de ti, pero tienes un Padre que te dice que eres su especial tesoro y que en ti, tiene complacencia.

¿A quién vamos a creer? Debemos entender el nombre que Dios nos ha dado, nos ha llamado hijos por lo tanto, sólo debemos creer la Palabra de Dios, nos dice que es más que vencedor, que no nos abandonará, no dejará en vergüenza la confianza que pones en Él, al contrario, bendito el hombre que pone en Dios su confianza, es allí donde tienes que aferrarte, tenemos que entender esa figura «más que vencedor».

Un hombre vencedor para el mundo es aquel que se prepara académicamente, los llaman ganadores, triunfadores, gente de éxito, personas con capacidad intelectual, económica para enfrentar la vida, a ellos llaman triunfadores, pero muchos tienen todas esas cualidades y no logran nada, pero existe un tipo de persona poco común que tiene todo en contra, que no tiene recursos, que está asolado, abatido, pero clama a Dios Todopoderoso y de alguna forma sobrenatural Dios mete su mano en el asunto y transforma la situación, el dinero aparece, la enfermedad desaparece, el hogar se restaura, todo obra para bien, es el tiempo de clamar al Señor, tenemos que clamar al Señor con el corazón hinchado de fe, confiados en el poder sobrenatural de Dios, no estamos solos, nuestro redentor vive y ha vencido al mundo.

Hno. Manuel Herradez
Culto de ministración del Espíritu Santo 6 de diciembre de 2017

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Boletín 12 de febrero de 2017

Nuestra fortaleza 

Salmo 27 “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado. Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a Jehová. Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí, y respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová; No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá. Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos. No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad. Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.”

David había sido un pastorcito en las colinas de Belén, y es llamado, ungido con aceite, aún un pastorcito, sin entender que pasaba, más adelante el pueblo está en guerra con los filisteos, Goliat les amenazaba, David sube a llevar comida a sus hermanos y se encuentra con un feo panorama, Saúl no sabía qué hacer y David llega con una gran confianza en Dios, no le importaba quien era Goliat, él sabía que Dios era más grande.

Goliat se burló pero él actuó en nombre de Dios, y lo mató, pasó de llevar comida a sus hermanos a ser el héroe, fue a casa con una nueva realidad en su vida, luego fue llamado a la corte del rey Saúl para cantarle, con su alabanza le quitó la depresión a Saúl ganándose el cariño de toda la corte, tanto que luego tuvo que huir de él, tuvo que esconderse, era un fugitivo, pero clamaba para poder ver la gloria de Dios de nuevo.

Clamar es parte de la vida del cristiano, hemos vivido momentos increíbles de fe, de alabanza y adoración pero suceden cosas que nos deprimen, nos entristecen, no perdemos la fe pero debemos luchar, en ese momento David escribió este salmo, donde inicia declarando que Jesús es luz y salvación, una luz y salvación que debemos buscar y cultivar a solas con Él, es necesario apartarse para que pueda ser como dice la Palabra “es una lámpara en mi camino”.

Si Él es mi luz y mi salvación ¿A quién voy a temer? Tengo una relación qué cultivar y no temer a nadie, si nos aferramos a su poder florecerá en nosotros, nos mostrará como caminar, no será nuestro poder sino el suyo, fortalecerá y guiará, no temeremos, nos mantendrá firmes, aunque se levanten guerras, no nos podrán destruir.

Cuando nos entregamos al Señor es nuestro deseo igual que el de David cuando dice “Que yo esté en la casa de Jehová todos los días”, queremos estar donde Dios está sea en el mar, la montaña o cualquier lugar, es nuestro anhelo estar donde Dios está todos los días de mi vida, para el que no está en Dios no es comprensible ¿Cómo es la hermosura de Dios?

Si la creación de Dios es hermosa, tanto que nos hace preguntarnos como lo hizo, vemos las estrellas, sentimos la brisa, nos embelesamos con las olas del mar y los animales que en ella están, vamos al Amazonas y es pura selva con hermosos ríos, si Dios lo hizo ¿Cómo será Él?
¡Qué anhelo estar en su presencia!

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 5 de febrero de 2017

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Boletín 5 de febrero de 2017

¿Quieres ser un muro de bronce?

Jeremías 15:19-21 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.”

La Palabra de Dios es, la Palabra de Dios, y cada vez que nos acercamos a ella nos damos cuenta de cómo Dios edifica a su pueblo a través de ella, desde Génesis a Apocalipsis Dios se ha revelado por medio de la inspiración del Espíritu Santo a través de profetas, apóstoles de modo que hoy podemos sentarnos a estudiar su Palabra, encontramos lo que conocemos hoy como canon bíblico, es una palabra inspirada en la que puedes confiar, no necesitas que nadie te prediga el futuro, al leer su Palabra sabes que Dios te está hablando.

Dios mismo comienza a hablar a nuestros corazones, nuestro espíritu se llena de su Espíritu, fuiste creado para poder escuchar la voz de Dios, hoy quiere hablarte, Jeremías procuraba buscar la presencia de Dios aun cuando no todo salía como deseaba, muchas veces pensamos que entregarnos a Dios es vivir una vida sin problemas, donde no nos tocan las enfermedades, donde no hay malas noticias, Jeremías cuestionaba lo que pasaba porque vivía acorde a su voluntad.

El siervo de Dios debe estar preparado y saber que vienen momentos difíciles, desde el primer capítulo leemos que Dios no le miente a Jeremías, le dice que tiene un trabajo que hacer, creer en su Palabra y que todo lo que declare por sus labios sea en su presencia y acorde a su voluntad, Dios se le revela a Jeremías antes del problema y le advierte que debía declarar la palabra de Dios, que pasarían malos momentos pero que tienen una promesa del Señor.

Es entonces cuando la visión del muro de bronce cobra otro significado, ya no es lo que Dios va a hacer por nosotros, es lo que Dios ya ha hecho en nuestra vida, la fe no es lo que Dios puede hacer, es la pasión de Dios en nuestra vida que aunque no lo he visto cara a cara, mis oídos le han escuchado, cuando atesoramos la Palabra construimos un tesoro fortificado que no se mueve a ningún lado, permanece siempre en el Señor.

Esto conlleva a desarrollar una experiencia de fe ¿Cómo? “La fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” ¿Qué estás escuchando? Estamos en una sociedad en la que el morbo es cada vez más fuerte ¿Estás escuchando la Palabra de Dios? Tenemos que escuchar la palabra de Jeremías que dice “Que se conviertan ellos a ti, no tu a ellos” tenemos que cerrar los oídos a lo que el mundo dice y abrir los oídos a la Palabra de Dios.

Es momento de agarrar la Palabra del Señor y llenarnos de ella, el concepto de la Palabra de Dios debo tenerlo ahora, mañana y siempre, necesito captar qué está llenando mi sentido y si no es pecado pero no me está edificando debo cortar con esto y saber decir “Esto no edifica”, quitarlo y caminar adelante en el nombre de Jesús.

El que está en Cristo aunque escuche venir malas noticias, sabe que es una muralla fortificada, el que es un muro de bronce no fue creado para esconderse, sino para estar al frente de la batalla, y aunque el enemigo ataque no va a destruir la voluntad de Dios, camina sin haber visto pero creyendo lo que ha recibido, hay momentos donde sólo necesitamos caminar en fe, debemos tener los ojos con el fuego del Espíritu, que tu entorno sepa que Dios nunca te ha abandonado.

La fe cambia nuestro vocabulario, nuestra manera de pensar, si nuestra obra no es cónsona con nuestra fe no somos coherentes, el mundo cuestiona nuestra actitud, debemos ser coherentes con la palabra, la solución para nuestra vida no es quedarnos sentados llorando ante el problema, Dios quiere levantar una iglesia que aunque es atacada por todas partes sea un muro de bronce firme para que el que está alrededor tenga la confianza de que verá al Señor y que todo terminará. ¿Quieres ser un muro de bronce?

Dr. Luis Paz
Culto dominical 29 de enero de 2017

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Tiempo para doblar rodilla

Isaías 58:9-11 “Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.”

La lectura inicia con la palabra “entonces”, un adverbio que significa: inmediatamente después de, 72 veces aparece este adverbio relacionado con el actuar de Dios, en Isaías está haciendo referencia a un conjunto de conductas previas a lo que Dios quiere responder, es un llamado a ejecutar ciertas acciones para que su gracia sobrenatural comience a fluir no sólo en los corazones sino en nuestro entorno y aún en Venezuela.

Nos habla de esas conductas, actuares y acciones que desea, todo inicia con una interrogante de Dios hacia su pueblo que leemos en Isaías 58:3 “¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores.”

Pareciera que Dios dejara evidencia de la conducta de buscarle cada día para saber su voluntad pero no la cumplían ni en lo personal, ni menos como nación, realmente desea sanarnos espiritual, emocional  y físicamente, desea sanar nuestra tierra, entonces ¿Qué nos exige? Nos exige cambiar nuestra conducta, tener certeza de lo que esperamos, que estemos convencidos de que veremos lo que no hemos visto, pero no hemos dado evidencia de convicción.

Quiere que tengamos convicción, que nos sostengamos firmemente en lo que nos ha dado, nos ha dicho y nos tomemos de la palabra y no dudemos, creamos que verdaderamente hay para nosotros respuesta porque escucha la voz de nuestro corazón, comienza a clamar, no digamos que estamos bien si en su presencia no es así.

No contiendas, no disputas, libera tu quebranto, te ha llamado a deshacer todo yugo y sometimiento, comparte con el necesitado, atiende y cubre al desnudo, todo esto nos dice en Isaías 58, no te escondas de tu hermano, humíllate delante de Él sin hablar indebidamente, sin quejarte, sacia el alma afligida, da palabra que calme y levante al angustiado y abatido, nos ha llamado a consolar, a cambiar cenizas por paz, es todo lo que el Señor nos dice, solamente entonces cualquier momento de oscuridad en tu vida será como el mediodía de plena luz.

Cuando comencemos a cambiar de corazón clamaremos y nos responderá, estará con nosotros, todos verán su luz a través de ti, porque habrás aprendido que Él es quien atiende y resuelve tu necesidad, cuando realmente rasguemos el corazón dejaremos de mirar donde no es. Es el que sacia en medio de sequía, seremos su huerto, fresco y regado constantemente, nos promete pero debemos cambiar de actitud, no es tiempo para quejarte, es tiempo para doblar rodilla.

José Gregorio Ferreira
Culto de ministración del Espíritu Santo 29 de noviembre de 2016

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Él cumple todas sus promesas

Hageo 2:1-8 “En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos? Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis. Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.”

El profeta regresaba del exilio de Babilonia y se encontró con la prioridad de Dios para el pueblo de Judá, la construcción del templo, pero el pueblo se afanaba en cosas personales y no atendió la tarea, por esto Dios mueve a Hageo mandando una amonestación severa haciéndole ver al pueblo las consecuencias de la desobediencia, se arrepintieron y obedecieron.

Muchas veces queremos hacer muchas cosas a la vez, estamos sobrecargados en nuestras propias decisiones y olvidamos a Jehová y su voluntad ¿Cuál es su voluntad? El Señor es bueno y tiene una palabra para ti hoy, que puede ser la respuesta que has estado esperando por tanto tiempo.

En los primeros versos de la lectura vemos un pueblo desalentado porque está comparando el esplendor del templo de Salomón con el templo que ellos estaba reconstruyendo, Jehová Dios manda una palabra de esperanza al pueblo diciendo: Esfuérzate, cobrad ánimo, trabajad, porque estoy contigo, y luego lo refuerza recordando cuando ayudó a su pueblo, recordando que su Espíritu estaba con ellos.

Ahora, así como en los tiempos del pueblo de Hageo el Señor dice hoy: No temas porque yo estoy contigo, no te detengas, procura que la desesperanza no te paralice, ni que te arrastra la voragen que se deriva de momentos tan terribles, tan críticos que estamos pasando, no te detengas por la enfermedad que estás padeciendo porque Él es tu sanador, no veas la despensa  vacía, no veas que tu familia se alimenta mal, no veas que el salario no te alcanza, no veas que la gente se muere porque no hay medicina, no veas el miedo vacío porque tus hijos se han ido a buscar un mejor futuro, no veas las colas que haces para conseguir sustento, no te pares porque no tienes vivienda, no veas la inseguridad, todo esto es real, todos estamos pasando por esta realidad.

Pero la mayor realidad es ese Dios grande que está en nuestras vidas, ese Dios grande no nos dejará, nunca lo ha hecho porque está por encima de toda las crisis que estás enfrentando, además te dice: No sufras, porque estoy al control de todo, de mayores problemas he sacado a mi pueblo, porque Yo Soy, el Todopoderoso, que todo lo puede, el que levantó a Jesucristo de la tumba, el que resucita, el que abre el mar rojo, y te repito ese poder está aquí y nos sacará de toda crisis, ¡Aleluya, gloria a su nombre!

Ese poder va a sanar todo lo que padeces, es el único gran sanador, ese poder te proveerá de todo lo que necesitas abundantemente porque te dice mía es la plata, y el oro, todo lo tengo para dártelo, te pido hijo/hija clama a mi sin cesar, obedece mis mandamientos porque dentro de poco cumplirá sus promesas en ti, está escrito en la Palabra, cumple todas sus promesas y te sacará de todo esto.

Recuerda: Hageo 2:6 “Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca;” no es en vano lo que estamos pasando, el mundo está convulsionado, lo dice la Palabra, el Señor viene pronto y llenará de gloria esta casa, su iglesia, nosotros, la Palabra de Dios es eterna y se cumple hoy, te llenará de gloria, recibe hoy esta bendición que es para ti y todos tus problemas serán absueltos.

Isbelia Armas
Culto de ministración del Espíritu Santo 22 de noviembre de 2016

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Te guardaré

Jeremías 15:19-21 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.”

El contexto de este verso es que Jeremías había estado profetizando lo que pasaría si no cambiaban su conducta, llega el momento en que Dios le dice que no interceda más porque cumpliría lo que había dicho haría con este pueblo, tenía cientos de años diciendo lo mismo, con el profeta Jeremías el pueblo iría al cautiverio por 70 años en Babilonia.

Debían limpiar su vida espiritual y moralmente antes de volver a Jerusalén arraigados a la Palabra. Algunas veces pasamos por momentos muy difíciles, situaciones que nos sacan del entorno en el cual estamos y nos preguntamos por qué, nos preguntamos si el Señor nos permite pasar por esto para cambiar, La vida cristiana es una constante reforma, nos damos cuenta de muchas cosas a la luz de la Palabra, hay situaciones y pensamientos que quiere cambiemos para bendecirnos.

Inicia Jehová diciendo “Si te convirtieres”, cuando llegamos a Cristo dejamos nuestro estilo de vida, nos volvemos seguidores de Jesús para iniciar un proceso, es algo nuevo, es lo que nos rodea, y acompaña esto con una promesa “te restauraré”, dará luz a la vida para entresacar lo precioso de lo vil, convertirá nuestra vida de tal manera que lo que hablemos llame la atención de la gente, tiene autoridad, no siempre será una palabra encantadora pero hará un llamado en nuestro entorno.

Dios va formando el carácter de modo que empiezas a ser visto como la persona de Dios, serás como un faro, una luz, en este caso menciona “como un muro” fortificado, no cederás, pelearán contra ti y no te van a vencer, es contigo, el proceso de cambio produce en ti un carácter que no van a destruir, es importante que entiendas que no te vencerán, esto tiene una base, no es que seas fuerte, pues tenemos momentos en los que flaqueamos, es una realidad, pero no te vencerán porque Él está contigo.

La pregunta es ¿Lo crees? Si Él está contigo y de verdad lo crees pelearán contra ti y nadie va a vencerte, está contigo para guardarte, defenderte, liberarte, redimirte dependiendo de la circunstancia que estemos viviendo. Está para guardarnos y ¿Qué significa guardar? Cuando tenemos algo valioso lo guardamos, lo preservamos, si tenemos personas calculadoras a nuestro alrededor lo escondemos, es valioso, esta persona que Dios forma, la guarda, la cuida.

En Isaías 26:3 leemos “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” Dios sabe cuál es el pensamiento que debes tener en determinada situación pero debemos mantener nuestro pensamiento en Dios, porque muchas veces nos movemos por el pensamiento de los demás, y es ese el momento en que tenemos que perseverar, esperar y confiar en Él, la condición es perseverar en lo que Dios nos dice.

Muchos creen que es una locura, pero hay que discernir, necesitamos perseverar porque nos guardará en paz, si desobedecemos abrimos espacio para dañar el genuino amor de Dios, en la obediencia a Dios está la respuesta a la permanencia en su amor, siempre nos amará, te defenderá de mil maneras distintas, el ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende, está con nosotros para guardarnos y defendernos.

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 22 de enero de 2017

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Boletín 22 de enero de 2017

Vivir como muros de bronce

Jeremías 15:20-21 “Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.”

Hay una exigencia de Dios hacia Jeremías, es una palabra en la que habla de guardar, defender, librar y redimir, cada una tiene un significado distinto si leemos con cuidado. Jeremías hablaba continuamente, era un ardor constante en el que necesitaba hablar, el pueblo estaba sumido en una sequedad mortífera, corrupción y abominación de toda clase.

El Señor es nuestra única esperanza, el único con la posibilidad de cambiar los corazones, la sociedad, si nos arrepentimos nos promete restaurarnos, no seremos desechados, tenemos la posibilidad de ser restaurados. Si estás dispuesto a vivir de otra manera, podrás hablar por Dios.

Tenemos el deber de representar a Dios, no es fácil, nuestra mente, nuestra forma de ser, de vivir, tiene que cambiar, todo debe ser hecho de nuevo, tenemos que vivir para Él, sólo así podremos dar testimonio de la verdad, de que vivimos para Cristo, para que puedan convertirse a Él y no convertirnos nosotros a ellos.

No tenemos por qué rebajar el nivel moral, ni ético en nuestro entorno, somos la luz que permite que las personas conozcan a Cristo, somos representantes y si obedecemos seremos puestos como muros, muros de bronce, para entender esto debemos conocer un poco las características del bronce.

Se compone generalmente de cobre, estaño y pequeñas cantidades de metales nobles o de plomo que hacen del bronce un material fuerte, es de alta resistencia y dureza ¿Resistes? Algunos no resisten nada, el bronce no produce chispas cuando se le golpea contra superficies duras, es como cuando llevamos golpes y aprendemos a estar tranquilos ante los golpes duros, es fuerte pero buscamos la manera más sabia de resistir, producto de la maduración que hemos tenido en nuestro recorrido.

El bronce es el mejor conductor de electricidad ¿Cómo manejas el poder del Espíritu Santo? ¿Cómo canalizas las emociones? El bronce resiste la corrosión, no se funde fácilmente y jamás se oxida, estamos compuestos de distintos elementos, sabemos qué decir, qué hacer ¿Cómo reaccionamos entre tantas cosas que ocurren?

Nosotros como muros de bronce debemos ser firmes en momentos de prueba, no perder la identidad que nos caracteriza como hijos de Dios en una sociedad que tanto está necesitando de la manifestación de los hijos de Dios, que no seamos como los demás, que se mantengan en el compromiso de seguir a Cristo.

Donde estás eres luz, eres sal, representas a Dios y llevas palabra que vivifica y da, nos guardará, nos defenderá, nos librará y redimirá. ¡Aleluya!

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 15 de enero de 2017

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Hombres de fe

1 Corintios 2:9 “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.”

Estamos viviendo tiempos difíciles, como individuos, como familia, es muy frecuente escuchar entre familiares y amigos que hay escasez, inseguridad, todo esto sin sumar las diferentes situaciones familiares que se pueden presentar, de verdad vivimos una situación difícil, todos tenemos algo que nos aqueja.

Él hará, es Todopoderoso ¿Le amas? Lo que ojo no vio, ni oído escuchó Dios lo tiene hoy preparado para ti, al ver este verso podríamos pensar ¿Era para el pasado o para el tiempo presente? Dice su Palabra que Dios se reveló a su Espíritu que todo lo escudriña, y su Espíritu está con nosotros, su Palabra trata de maravillas, de hechos reservados para los que le aman.

Quizás nos preguntamos ¿Cómo hacer? ¿Cómo hacer para ver lo que ojo no ha visto ni oído escuchado? A través de la fe, es por la fe que podemos ver y escuchar lo que Dios tiene reservado en este tiempo, si tenemos fe como un grano de mostaza podemos decir a un monte que se traslade de un lugar a otro, por fe Abraham se convirtió en padre de naciones, por fe Sara fue madre a los 90 años.

La Biblia nos dice que la fe es la certeza de lo que se espera, y también nos dice que es la convicción de lo que no se ve, tu sabes qué esperas ver, no podemos esforzarnos tratando de crear la fe pues es un don, estamos acostumbrados a actuar más por vista que por fe, es una enseñanza del mundo natural.

Durante muchos años el Señor me estuvo formando, por formación soy un hombre de ciencia, pero soy hombre de fe por convicción y cuando se requiere más que ciencia no aplico mi razón sino mi corazón, y creo en mi Señor, porque sé que Él es mayor que el conocimiento humano, lo que no podemos hacer aun con ayuda de otros, Él si lo puede hacer.

José Zabala
Culto de ministración del Espíritu Santo 15 de noviembre de 2016

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