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Boletín 5 de febrero de 2017

¿Quieres ser un muro de bronce?

Jeremías 15:19-21 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.”

La Palabra de Dios es, la Palabra de Dios, y cada vez que nos acercamos a ella nos damos cuenta de cómo Dios edifica a su pueblo a través de ella, desde Génesis a Apocalipsis Dios se ha revelado por medio de la inspiración del Espíritu Santo a través de profetas, apóstoles de modo que hoy podemos sentarnos a estudiar su Palabra, encontramos lo que conocemos hoy como canon bíblico, es una palabra inspirada en la que puedes confiar, no necesitas que nadie te prediga el futuro, al leer su Palabra sabes que Dios te está hablando.

Dios mismo comienza a hablar a nuestros corazones, nuestro espíritu se llena de su Espíritu, fuiste creado para poder escuchar la voz de Dios, hoy quiere hablarte, Jeremías procuraba buscar la presencia de Dios aun cuando no todo salía como deseaba, muchas veces pensamos que entregarnos a Dios es vivir una vida sin problemas, donde no nos tocan las enfermedades, donde no hay malas noticias, Jeremías cuestionaba lo que pasaba porque vivía acorde a su voluntad.

El siervo de Dios debe estar preparado y saber que vienen momentos difíciles, desde el primer capítulo leemos que Dios no le miente a Jeremías, le dice que tiene un trabajo que hacer, creer en su Palabra y que todo lo que declare por sus labios sea en su presencia y acorde a su voluntad, Dios se le revela a Jeremías antes del problema y le advierte que debía declarar la palabra de Dios, que pasarían malos momentos pero que tienen una promesa del Señor.

Es entonces cuando la visión del muro de bronce cobra otro significado, ya no es lo que Dios va a hacer por nosotros, es lo que Dios ya ha hecho en nuestra vida, la fe no es lo que Dios puede hacer, es la pasión de Dios en nuestra vida que aunque no lo he visto cara a cara, mis oídos le han escuchado, cuando atesoramos la Palabra construimos un tesoro fortificado que no se mueve a ningún lado, permanece siempre en el Señor.

Esto conlleva a desarrollar una experiencia de fe ¿Cómo? “La fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” ¿Qué estás escuchando? Estamos en una sociedad en la que el morbo es cada vez más fuerte ¿Estás escuchando la Palabra de Dios? Tenemos que escuchar la palabra de Jeremías que dice “Que se conviertan ellos a ti, no tu a ellos” tenemos que cerrar los oídos a lo que el mundo dice y abrir los oídos a la Palabra de Dios.

Es momento de agarrar la Palabra del Señor y llenarnos de ella, el concepto de la Palabra de Dios debo tenerlo ahora, mañana y siempre, necesito captar qué está llenando mi sentido y si no es pecado pero no me está edificando debo cortar con esto y saber decir “Esto no edifica”, quitarlo y caminar adelante en el nombre de Jesús.

El que está en Cristo aunque escuche venir malas noticias, sabe que es una muralla fortificada, el que es un muro de bronce no fue creado para esconderse, sino para estar al frente de la batalla, y aunque el enemigo ataque no va a destruir la voluntad de Dios, camina sin haber visto pero creyendo lo que ha recibido, hay momentos donde sólo necesitamos caminar en fe, debemos tener los ojos con el fuego del Espíritu, que tu entorno sepa que Dios nunca te ha abandonado.

La fe cambia nuestro vocabulario, nuestra manera de pensar, si nuestra obra no es cónsona con nuestra fe no somos coherentes, el mundo cuestiona nuestra actitud, debemos ser coherentes con la palabra, la solución para nuestra vida no es quedarnos sentados llorando ante el problema, Dios quiere levantar una iglesia que aunque es atacada por todas partes sea un muro de bronce firme para que el que está alrededor tenga la confianza de que verá al Señor y que todo terminará. ¿Quieres ser un muro de bronce?

Dr. Luis Paz
Culto dominical 29 de enero de 2017

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