Prédicas escritas

Mateo 7:7-8 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” Este es un texto bastante importante porque contiene quizás un mandato del Señor, o una promesa del Señor, no sé cómo lo quieres tomar tú, si como mandato o promesa. Si lo tomas como un mandato que el Señor te dice que pidas y se te dará, entonces la pregunta sería ¿Por qué no le obedeces? ¿Tienes necesidad de algo? Hoy el Señor te ordena que pidas, quizás ya lo hiciste pero en este momento te dice pide, porque vas a recibir, dile Señor, yo vengo a ti porque quiero recibir “esto”, el Señor está escuchando y atendiendo tu solicitud, pide.

Pero puede ser que lo estés tomando como una promesa, podría ser una promesa y si es así puedes abrir tu boca y reclamar su promesa, dile Señor, tú estás prometiendo que si yo pido tú me darás, ahora dile cuál es tu necesidad, Él te puede escuchar allí donde estás. En el verso 8 leemos la respuesta, todo aquel que pide, recibe, no dice para unos sí y para otros no, todo aquel que pida va a recibir.

El problema para muchos de nosotros es quizás que no nos atrevemos a creer que eso es verdad, pero hoy si pides algo, pídelo con fe, si buscas algo, búscalo sabiendo que lo vas a hallar. Debes estar consciente de que Él está allí y te abrirá la puerta, nuestra naturaleza nos lleva a no creer, nuestra naturaleza humana nos lleva a pensar que Dios responderá conforme a nuestra medida, y no es así, es conforme a su voluntad que es buena, perfecta y agradable para ti, el problema no es lo que Dios hará si no que no podemos parar a esperar una respuesta.

Queremos la respuesta para ya, a veces es así pero a veces no, su respuesta es conforme a sus pensamientos que son más altos que nuestros pensamientos. El Señor cumple, confía en que cumplirá en su tiempo, créelo, lo importante es que cuando hagamos peticiones coloquemos nuestra fe en Él y esperemos que sea conforme a su parecer y no el nuestro. En la Biblia encontramos muchos ejemplos de personas que llegaron a Jesús para pedir, para rogar, para clamar, y entre ellos está el ciego Bartimeo, dice que Jesús lo vio y lo llamó a él y cuando estuvo frente a Jesús pidió, le pidió recobrar la vista y fue sanado, o el caso del leproso que le dijo: Señor si quieres puedes sanarme, también fue sano, o el caso de la mujer que no gritó, ni llamó la atención, sólo se acercó y buscó, tocó con fe el borde del manto y fue sanada.

El Señor hoy te dice pide, busca, llama pero hazlo con fe, hazlo creyendo. Si puedes creer Él hará en ti y contigo, si tan sólo puedes creer.

Hno. José Zabala

Culto de Ministración del Espíritu Santo 28 de abril de 2015

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Isaías 41:17-18 “Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca.”

Los afligidos y los menesterosos, si había una necesidad también había una situación que producía esto, era el pueblo de Israel, la causa de esa aflicción extrema era a causa del cautiverio, después de ser un pueblo con una relación con Dios tan bendecida ahora eran cautivos, muchos habían muerto, su lugar de adoración se había destruido y ellos estaban en extrema aflicción, por esto inicia el verso de esta manera.

Cuando dice que buscan las aguas es porque están buscando la bendición que disfrutaban y no tenían, están buscando el consuelo y la satisfacción pero parece que todo se agrava. Estando en cautiverio, la necesidad se agudizaba y no veían la salida por ninguna parte, el sentir que había para el pueblo era un sentir desértico, de que todo estaba árido y seco, un sentir de que no había para suplir sus necesidades básicas.

¿Tienes una necesidad que te tiene cautivo o cautiva? Una enfermedad, una situación familiar que abate tu vida, ¿tu país?, ¿ves necesidad? Israel como nación estaba pasando por esa aflicción, pero cuando no vemos posibilidad humana, pero es en ese momento que el creador irrumpe en la necesidad y dice: Yo Jehová los oiré, no los desampararé.

En medio de tu necesidad extrema como persona, como familia, en medio de la necesidad nacional Dios te está oyendo, te ha oído, te oirá y no te desamparará, en esa situación no va a desampararte, Dios siempre tendrá su oído atento a su pueblo ¿Eres parte del pueblo de Dios?

Aún de lo imposible traerá bendición para que no pases necesidad, Dios tiene la solución y trae bendición al pueblo que se mantiene fiel, aunque te parezca imposible Dios traerá la bendición, por esto no temas, no desmayes, Él es tu Dios, te esfuerza y sustenta ¡Alábale!

Hno. Luis Rodríguez
Culto de ministración del Espíritu Santo 21 de Abril de 2015

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Juan 11:25-29 “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama. Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él.”

Hoy el Señor te llama. ¿Crees esto? dice que se levantó de prisa y vino a Él, a veces las personas pasan por circunstancias donde creen que están solos, oran de una manera como si Dios no está enterado de nada, pero aquí vemos que el Señor manda a llamar al que está en sufrimiento, por eso te digo que el Señor te llama, Él es la resurrección y la vida ¿Lo crees? Porque el Señor quiere hacer cosas sobrenaturales en tu vida.

Él quiere hacer muchas cosas, la primera cosa para la que te llama es para perdonarte. No importa la situación o de donde vengas, Jesús te llama para perdonarte, te llama también para darte vida, según la Biblia, vida en abundancia, y la tercera cosa por la que te llama es para hacer un milagro en tu vida.

Dice la Biblia que antes de que tú clames, Él te oirá y al que llama Él le abrirá, al que busque, encontrará, ¿Cuál de todas estas es tu circunstancia? En Isaías leemos que la palabra que sale de su boca, se hará, y será como la lluvia que aún en la sequía hace que todo reverdezca, cuando Él llegue a tu vida ésta va a florecer y se va a cumplir lo que tú estás anhelando.

¿Quieres abrir tu corazón al Señor y recibir esta palabra? Díselo: recibo tu palabra, recibo tu promesa para que comience un milagro en mi vida. Él es el salvador, creador de todas las cosas y aun así hace algo tan simple como llamarte, es necesario que le digas que lo aceptas como salvador si nunca lo has hecho, lo peor que puede pasarte es que nunca hayas conocido del Señor, el problema más grande que puede tener el ser humano es estar separado de Dios.

Una vez que vienes a Él te acepta con todas las cargas que tengas, no te aleja de su presencia, lo primero que hará es perdonar tu pecado, desde ese momento te dirá: te recibo, Él vino por ti, si no sabes cómo entregar tu corazón a Dios, ora de esta manera:

Señor Jesucristo, yo creo que viniste a morir por mí en la cruz porque me amas, creo que resucitaste para darme vida y salvación cambiando todas las cosas, confieso que soy un pecador, que no puedo hacer nada para comprar ni la felicidad ni el perdón, recibo el milagro de la salvación a través de tu perdón, rompe mis cadenas y hazme un hijo tuyo, de ahora en adelante confiaré sólo en ti, renuncio a mi pasado, ayúdame a no volver atrás.

Yo oro por ti y doy la honra y gloria al Señor Jesucristo por tu vida, Dios te bendiga.

Hno. Santos Fuentes
Culto de Ministración del Espíritu Santo 14 de Abril de 2015

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Génesis 21:14-17“Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba. Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación. Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho.”

Como introducción a este texto hay que entender que la situación de esta mujer en este momento no era nada fácil, era un momento de crisis, acababa de nacer Isaac el hijo de Abraham, y Sara, esposa de Abraham, le dice que no quería ver a Ismael ni a su madre Agar, de tal manera que escuchando la voz de su mujer tomó la decisión de despedirla.

Lo que vamos a ver a continuación en la vida de esta mujer es el resumen de cómo los seres humanos podemos resolver sencillamente los problemas que nos buscamos, y no vemos lo que Dios quiere hacer a través de ellos.

Hacía 17 años atrás, Sara sabiendo que era de avanzada edad al igual que Abraham, se le acercó a su esposo entregándole a su sirvienta Agar para que tuvieran un hijo, él accedió y tuvo un hijo llamado Ismael. Cuando Agar estaba embarazada comienza a volverse orgullosa por el hecho de que tendría al heredero, por lo cual Sara comienza a hacerle la vida imposible. En una oportunidad huyó al desierto y escuchó la voz de Dios que le preguntaba que hacía allí, a lo que respondió “huyo de mi señora, estoy hastiada en mi alma” y Dios le ordena volver a su señora pues haría de su hijo una gran nación.

Ella vio allí una fuente de agua y la llamó “La fuente del viviente que me ve”. Agar no conocía a Dios, no entendía al Dios de Abraham, pero lo llamó así, ella era una mujer egipcia, amante de los desiertos, cada vez que tenía un problema huía al desierto a llorar, a quejarse, allí conoció al Dios viviente. Probablemente Dios en medio de tu desierto quiere que tú le conozcas como el Dios viviente que te ve.

17 años después, nace Isaac, y Sara le pide a Abraham que saque a Agar e Ismael de su presencia y obedeció para deshacerse de ellos, nada más y nada menos que al desierto. Agar salió a caminar errante en el desierto, cualquier persona que pase por esto estaría errante sin saber qué hacer, sin dirección, con emociones enfrentadas, sin estabilidad. Se acaba el agua y acuesta al muchacho debajo de un arbusto, y se sentó a verlo de lejos, no quería estar allí, no quería verlo morir.Alzó su voz y lloró pues tenía la certeza de que iba a morir, pero el verso dice que Dios oyó la voz del muchachoy Dios le hace la misma pregunta que le había hecho 17 años antes “¿Qué tienes Agar? No temas porque Dios ha oído la voz del muchacho donde está”. No importa el lugar donde te acuesten y te dejen pensar que te vas a morir, lo que importa es que en ese lugar Dios también está y escucha tu llanto.

No te quedes sentado llorando por lo que no consigues, no te alejes a ver las cosas a lo lejos porque acercarte sólo te da ansiedad y frustración. Dios te dice que esa situación que dejaste allá es para que te levantes, Yo soy tu amparo y tu fortaleza, no puedes actuar como el que no tiene Dios, porque basta que abras tus labios para que esté allí para escucharte. Es momento de levantarte, alzar tus manos al Señor y sostener tu situación delante de Dios, porque haré contigo lo que necesito hacer, y lo Dios promete lo cumple.

Sólo allí en medio de esa situación dice la palabra que Dios abrió los ojos de Agar y vio una fuente de agua, llenó el odre y creció el muchacho honrando a Dios haciéndose tirador de arco. No importa donde estés, a Dios no le interesa como llegaste esa enfermedad, a esa situación,  sólo nos importa saber cómo vamos a salir de las situaciones y a Dios lo que le importa es tratar contigo y conmigo en medio de la crisis y hacerte saber que ahí donde estás escucha los gritos más silentes que tu alma pueda expresar.

Deja que su gracia calme tu sed, deja que su gracia empuje el profundo clamor del alma que tienes, deja que su gracia suelte el nudo de tu garganta, que llene tu vida en este momento y así como ese muchacho bajo el arbusto dio un grito silente ante su necesidad, levanta profundamente tu grito y tu clamor de lo más profundo del alma delante de Dios.

Hno. José Gregorio Ferreira

Culto de Ministración del Espíritu Santo

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Salmo 46:1-3“Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas,Y tiemblen los montes a causa de su braveza.”

El salmista está reconociendo que Dios es, es nuestro amparo, nuestra fortaleza, es la capacidad que tenemos para soportar cualquier circunstancia, el nuestro auxilio en el momento de la tribulación ¿Lo sabes?

Dios es el único que nos dará respuesta cuando estemos angustiados, muchas veces andamos detrás de la cosas buscando respuestas, pero esto es algo que sólo Dios puede dar, nos fortalece, y nos da paz en medio de la tormenta. Es importante entender el significado de ese pronto auxilio, muchas veces queremos una respuesta para ya, pero Dios responde en su tiempo que es perfecto, puede ser hoy, mañana, en un mes, en un año, Él conoce tu corazón, su oportuno socorro llegará en el momento menos esperado, cuando estemos quietos.

Muchas han sentido ese terremoto que transforma la vida, y luego sentimos que viene un tsunami, esa situación que mueve las entrañas, enfermedad, desempleo, destrucción de un matrimonio, somos humanos y sentimos miedo en esas circunstancias, pero Dios es nuestro amparo, nuestro pronto auxilio, aunque sea removida las montañas y sean plantadas en el mar no temas, no debes temer porque tenemos al Dios que todo lo teme.

¿Habrá algo imposible para Dios? No temas, te dice el Señor, soy el Señor que te esfuerzo, siempre te ayudaré, te sustentaré con la diestra de mi justicia, no dejes que el miedo te paralice, que tu fe esté por encima del miedo porque así vas a vencer, no importa cuán difícil sea la situación, Dios te invita aponer en práctica tu fe, pues sin fe es imposible agradar a Dios.

El salmo también dice Dios está, se hace presente, está en medio de esta tierra, de su iglesia, de esta congregación, Dios está aquí, te ayudará a calmar el agua, Jehová de los ejércitos está con nosotros, nuestro refugio el Dios de Jacob, Dios ha venido para que veamos las obras, dice “venid”, ven a ver sus obras, hace cesar las tierras, quiebra los arcos, quema los carros, este es el Dios que te dice que es tu fortaleza, y te dice quédate quieto y conoce que yo soy Dios, Dios de circunstancia, no veas el problema, porque Dios es mayor que tu problema.

El Señor nos invita a ser como niños, nos invita a creer, los niños creen todo en lo que le dicen sus padres, todo plan que se levanta en contra de la voluntad de Dios se deshace en el nombre de Jesús, ¿Tenemos problemas? Sí, pero ¿Estamos seguros? Sí, Dios da vida, ese es el Dios en que nosotros creemos, es nuestra fortaleza, nuestro pronto cielo, estemos quietos y reconozcamos que es nuestro Dios.

Isabel de Zabala

Culto de Ministración del Espíritu Santo 24 de Marzo de 2015

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Salmos 31:14-15 “Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.”

Cuando David entona este cántico posiblemente estaba pasando una situación difícil en su vida. Al ver la historia de David, podemos ver que desde muy pequeño experimentó quebranto y dolor, primero cuando el profeta Samuel fue para ungir al elegido de Dios, él no estaba podía estar presente,  así también en su juventud fue afligido de muchas maneras y ya adulto fue perseguido por su suegro que tuvo que esconderse; pero en cada aflicción pudo confiar en Dios.

A partir del estudio de la vida de David, entendemos que podemos pasar por situaciones en nuestra vida difíciles pero que sólo la persona que descansa en el Señor las puede superar tranquilamente porque confía en el Señor. David afirmó que confiaba en el Señor y él sólo tenía su fe en Dios. Sus enemigos lo persiguieron pero los enfrentó con fe. En nuestra vida diaria, muchos son los dardos que nos atacan pero mientras podamos tener esa confianza en Dios, estaremos a salvo.

También dice el salmista “en tus manos están mis tiempos”, esto quiere decir mi salud, mi enfermedad, mi riqueza y mi pobreza, todo lo que me acontece, lo que viviré mañana, todo reposa en el Señor. Fue la confianza que tenía David en Dios, a pesar a las persecuciones, que le daba la fortaleza para seguir. Bienaventurado el que no confía en la suerte ni en el azar sino aquel cuya vida esta puesta en el Señor. Ten la seguridad de que Dios puede sacarte de cualquier problema que estés enfrentando.

Muchas veces Dios nos llama a vivir por fe y hay cosas que debemos dejar para que podamos alcanzar el propósito de Dios. Lo que estás viviendo es producto de un obstáculo que está impidiendo que recibas la bendición de Dios en tu vida, es cuando ponemos la confianza plena en el Señor que se desempeña en nuestra vida, no son nuestras fuerzas, son las de Él.

Queremos hacer las cosas de una manera, pero el propósito de Dios es totalmente diferente. La vida es como las estaciones del año, hay momentos de lluvia fuerte, en verano no hay nada. Posiblemente hoy no tienes nada que comer, te llueven los problemas y piensas ¿Hasta cuándo? Pero hay una primavera, hay una primavera donde florecen las bendiciones pero es en el tiempo en que entregas tu vida al Señor, es allí cuando Él puede hacer.

Dios te quiere ayudar ¿Pero estás dependiendo de algo que te aparta de la bendición? Las manos fueron clavadas en la cruz para tu redención, no vas a estar sólo, déjate guiar por la presencia de Dios para que puedas ver su gloria ¿Quieres recibir tu sanidad? ¿Bendiciones en tu vida? Debemos tener la ingenuidad de los niños para recibir la bendición, quiero orar por ti.

Señor, tu eres el eterno conductor, el que entregue su vida a ti, será conducido en tu sabiduría, todo lo que tiene que ver con tu hijo tiene que ver contigo, por eso abrimos nuestros corazones, lo que nos impida ver tu gloria en nuestras vidas, quítalo, ayúdame a decir que eres el Señor de mi vida, para tu gloria y honra.

 Hno. Luis Freites

Culto de ministración del Espíritu Santo

10 de marzo de 2015

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2da. de Samuel 9:1-4“Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? Y había un siervo de la casa de Saúl, que se llamaba Siba, al cual llamaron para que viniese a David. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu siervo. El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies. Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está?Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar”

El pasaje nos está diciendo que David después de haber peleado, quizás meditando recordó las promesas de Dios, los pactos de Dios, y recordó el pacto que había hecho Jonatán. Es importante entender que Dios, es un Dios de pacto, es un Dios de palabra, Dios soberano que cumple su palabra y no olvida el pacto que ha hecho con cada uno de nosotros, el pacto que Dios ha hecho contigo no lo ha olvidado.

Este hijo de Jonathan cuenta 2do. de Samuel 4, que cuando era pequeño al fallecer Saúl y Jonatán su nodriza lo tomó y huyendo dejó caer al niño al piso quedando cojo, esto refleja que hay momentos en nuestras vidas, muchas veces tenemos vidas con riqueza, comodidad, y pasamos por situaciones de cambio que marcan nuestras vidas.En el relato bíblico las personas estaban en el palacio, en medio de una guerra, y muere el Rey de Israel, lo que significaba que se debía eliminar a toda la familia real para que no hayan herederos, entendiendo esola nodriza toma al hijo de Jonathan y huye a toda prisa.

En la vida recibimos noticias que causan trauma, que cambian el curso, que nos hacen tomar decisiones apresuradas, al pasar de los años sucede que este heredero vive en Lodebar, que significa “donde no hay pan, pasto ni comida” era un lugar donde iban los despreciados, aquí se escondió al chico, siendo descendiente de un Rey, teniendo derechos es escondido en el peor sitio del reino.

El Rey te llama, no importa dónde te encuentre hoy, eres un descendiente del rey de reyes. La palabra dice que cada uno de los que han recibido a Cristo ha recibido el real sacerdocio. No sé si tu alma está lisiada, pero debes entender que el Rey te llama a la mesa, no importan tus heridas, eres llamado y Él restaurará tus heridas.

¿Dónde te estás refugiando? ¿De qué te ocultas? ¿Has ido a tu Lodebar? La Biblia te dice que no debes temer, eres vencedor en Cristo Jesús. No te escondas, regresa para enfrentar tu situación, el Rey te ha ungido.

El Rey David al saber la situación del joven lisiado, lo mandó a traer a su presencia sin importar su condición. El Rey de Reyes ha enviado a su hijo Jesús para venirnos a buscar, pues somos hijos adoptivos de Él. Hoy Cristo te ha mandado a llamar para que te sientes en su mesa.

Dios no te quiere destruir, no te quiere condenar, quiere extender tu misericordia para restaurarte pues te ama. Él te necesita en su mesa. No somos merecedores de ser llamados a la presencia de Dios, quizás te has apartado, piensas que tu pecado no tiene perdón ni remedio, pero el Rey de reyes te dice que es tu sanador y restaurador, eres su hijo y te quiere sentar a la mesa.
Hoy el Rey te llama y te quiere sanar.

Hno. Sabino Espinoza

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¿Sabes que el pecado trae caos? Ves las noticias, la televisión, el internet ves pecado, y más allá el caos, la Biblia dice la paga del pecado es muerte, cuando vemos el pecado, y encontramos como eso trae caminos de muerte, el apóstol Pablo lo dijo hace 2.000 años en su carta a los Romanos, y nada ha cambiado, mientras le demos la espalda a los estatutos de Dios la paga será la muerte.

Necesitamos que la provisión de la gracia de Dios se derrame en nuestros países de tal manera que se erradique el pecado de nuestra tierra. El problema es que muchos cristianos creemos que al ser salvos estamos por encima de muchas cosas, pues sigues siendo un pecador, somos salvos por gracia, pero seguimos en un cuerpo carnal, tanto que el apóstol llegó a decir ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?

Necesitamos entender que no podemos juzgar a nadie. No estamos aquí para juzgar a nadie, porque ese podría ser tu lugar, pero Dios te ha demostrado que su gracia te puede levantar de las tinieblas.

La iglesia corre un riesgo, el riesgo de creer que somos demasiado santos, y mirar los problemas del mundo como si no tuvieran nada que ver, pensamos que cuando venimos a Cristo nos metemos en una burbuja y caminamos en otro mundo, mientras estemos en este mundo, habrá aflicción pero tenemos la certeza de que hemos vencido al mundo, aunque haya pecado, Él va conmigo.

No hemos sido llamados a meternos en una burbuja, ¿Qué nos va a preguntar Dios cuando seamos llamado a su presencia? ¿Tú que juzgas no te das cuentas que la misericordia de Dios te levantó? Entonces recordarás que hubo una misericordia en el pasado de tu vida, que te trajo a la gracia de Dios. Cuando los problemas vienen puedes tener la tentación de despreciar la bondad de Dios, pero estás llamado a decir Dios es bueno, en el momento en que la persona se olvida de la benignidad de Dios pierde la esperanza, Dios vino a darte vida, y vida en abundancia.

La palabra de Dios dice que si yo he pecado, si he caído, Dios sigue siendo bueno y voy tener una palabra que me levante, porque Dios es bueno. Jesús nos dijo que si siendo malos, si aun cuando nuestros hijos tengan hambre no le daríamos una piedra, si en nuestra naturaleza de maldad, sabemos dar buenas dádivas, ¿Cuánto más nuestro Padre que está en los cielos nos dará lo que pidamos? No podemos menospreciar que la benignidad de Dios está allí para todos nosotros.

El pecado sobreabunda, pero lo que necesita el pecador no es el señalamiento, es que conozca la bondad del Padre que le dice las puertas de la iglesia están abiertas para que vengas a Cristo quien te ama.No menosprecies la bondad, si crees que has sido bueno, sé bueno aún más.Somos llamados a ser correctos, no son las palabras, son nuestras acciones, vale la pena ser buenos porque Dios es bueno.

Si una persona sabe en su corazón que Dios es bueno, se puede estremecer la tierra, si llega una enfermedad, un problema pero esta persona dirá: Yo sé lo que Dios está haciendo esto porque Él es bueno, y si es bueno ¿Habrá algo que no pueda hacer para mi vida? La próxima vez que enfrentes un problema, enfréntalo bajo la luz de que Dios es bueno, y algo va a hacer en tu vida en el nombre de Cristo Jesús.

Dr. Luis Paz

Culto dominical 22 de febrero de 2015

3:00 p.m.

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Mateo 15:21-28 “Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”

Como nación hay dificultad en nuestra tierra, también en nuestro hogar. Quizás vienes cargado y desesperado pero has llegado a esta palabra para que Dios pueda revelarse como Dios verdadero y único, esta mujer se identifica como cananea, no creía en el Dios en el cual nosotros creemos, pero ella se determinó a presentarse a Jesús con esa petición, buscaba en Él una respuesta.

Al llegar la mujer gritó pidiendo misericordia, la historia dice que el Señor no le prestó atención, que ni siquiera volteó a verla, pero esto no la desanimó, clamó con mayor fervor, los discípulos dudaron si creía que Jesús era el hijo de Dios o si estaba burlándose, y allí comienza el dialogo entre ellos. La respuesta del Señor es completamente teológica, había sido enviado a salvar al pueblo de Israel, pero en el corazón del Señor no estaba solamente el pueblo de Israel, debemos dar gracias a Dios por eso, porque por esa bondad tu y yo gozamos hoy de libertad.

Esta mujer al ver la respuesta no tuvo más que humillarse a sus pies pidiendo socorro, Jesús le dice que no es bueno tomar el pan de los hijos y darlo a los perrillos, pero la respuesta de la mujer, era una respuesta de alguien que no volvería a casa sin un milagro, sabía que el único que podía hacerlo era Jesús. Muchas veces tocamos la puerta, venimos al Señor, y parece que la circunstancia puede más que nuestra fe, pero el Espíritu Santo te está preparando un ambiente controlado por Él, llena tu corazón de fortaleza y fe.

La victoria se alcanza con disciplina y constancia, el Señor nos está preparando. La bendición que viene es tan grande que Dios necesita que tengamos una fe fortalecida, que tu testimonio sea claro para tantos que están perdidos, la multitud veía a la mujer como un perro humillado delante de un judío, muchas veces nos ven así al ver nuestra fe, pero mientras más ella sentía que no tenía la atención de Jesús por su respuesta podemos ver que su fe se fortalecía, cada palabra de Jesús era una cercanía a su milagro, los discípulos también estaban siendo probados, ellos creían que Jesús sólo había venido por los hebreos, pero en el plan de Dios estaba la humanidad completa.

Finalmente, y con un corazón humilde y quebrantado esta mujer logra arrebatar su milagro, Jesús le dice “hágase contigo como quieres”. El apóstol Marcos cuenta que al llegar a la mujer encontró que el demonio había abandonado a su hija a la misma hora en la que Jesús había hablado con ella, la palabra para nosotros es sencilla, que tus ojos estén puestos en Jesús, autor y consumador de nuestra fe, mientras que el mundo celebre deidades, confiesa el nombre de Jesús, enseña a tu familia que hay un Dios vivo capaz de cambiar nuestras circunstancias.

Querido hermano, tú y yo no somos perrillos, tu y yo no necesitamos las migajas, el Señor ha servido la mesa para los hijos y somos parte del reino de los cielos, hijos comprados con sangre, que tus ojos estén en Jesús en medio de la situación país o cualquier circunstancia. El Señor te está capacitando, tu familia te está observando, seguramente ahora te tendrás que enfrentar a tu circunstancia, pero Dios cuidará de ti, ha prometido que nada te va a faltar, te ha dicho en Mateo 6:26 mira las aves de los cielos, no hilan, no siembran, ni guardan en graneros, sin embargo, Él cuida de ellas, y no hace una pregunta ¿No vales tú más que ellas?

Reinaldo Salazar

Culto 17 de febrero de 2015

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Juan 16:33“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”

Cuando Jesús dijo estas palabras se estaba refiriendo a un grupo de hombres que en muy poco tiempo enfrentarían a el imperio romano y a su emperador Nerón en la más cruel persecución que se haya vivido en todos los tiempos, podríamos pasar un año analizando sólo este versículo pero nos haremos una idea muy general de lo que quiso decir Jesús a sus discípulos.

“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz” Únicamente podemos conseguir paz a través de Jesucristo. El mundo te va a ofrecer muchas cosas, no estamos exentos de enfermarnos, tener situaciones en nuestros trabajos, no estamos exentos de estas situaciones pero es la persona que descansa en Jesucristo la que tiene la paz, esa paz que sobrepasa todo entendimiento, la paz que el mundo no puede dar, ni puede quitar, sólo se consigue al entregar nuestra vida a Jesucristo.

El Señor dice “pero confiad yo he vencido al mundo”. Cuando dice “Yo” habla de Él mismo, de su testimonio, del nazareno, el humilde carpintero que Dios envió para que fuera salvado a través de su testimonio, de su vida, no fue tentado por ninguna cosa de este mundo, fue al desierto a ser tentado en todas las áreas, fue vituperado, aceptó la enfermedad para que tuvieras vida, Él venció al mundo, Jesucristo habla de un mundo del cual dice estaba y que fue creado por Él, también habla de un mundo por el cual no ora, un mundo que ha querido impregnarnos de filosofías humanísticas que han quebrado la espiritualidad del hombre.

Cuando Jesucristo dice “Yo he vencido al mundo”, ha establecido un reino rival del cual Satanás ya no tiene autoridad, ha sido derrocado y exhibido en la cruz del calvario, es un recordatorio para los que ya conocen al Señor, una invitación para la persona atribulada, para los que no conocen al Señor, muchas personas creen que alejándose de las cosas del mundo, o al alcanzar ciertas cosas no tendrán tribulación, la diferencia es con quien vas por este mundo, si te vas solo irás desamparado, si vas con el Señor y haz confiado, tu vencerás al mundo.

La crisis es parte de este mundo, no está sólo en Venezuela, pero Jesús ha vencido al mundo, ahí es donde debemos descansar y confiar, a pesar de lo que pueda ver tener allí mi reposo, esto lo experimentó David, en medio de tanta persecución por eso pudo decir “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”Salmos 4:8Es cuando sabes dónde vas a poner tu confianza, a pesar de lo que estés viviendo, donde quieras establecerte puedas estar tranquilo en quien es tu Señor, en quien guarda tu sueño, en quien te sostiene, ¿Es así en tu vida? Si no es así, si estás cansado, atribulado de tantas cosas que has visto, escuchado, Dios te invita a descansar en el único hombro que puede dar descanso a tu alma, quiero orar por ti que lees esto:

Padre, alabo tu nombre, te doy gracias porque conoces el alma atribulada que lee esta oración, conoces la condición en la que se encuentra, quizás hay sufrimiento, ¿Quién como tú que has vencido al mundo? Que estableciste tu reino en este mundo malo para que haya vida a través de tu Espíritu, te pido en el nombre de Jesús para que esta persona pueda abrir su corazón a aquel que no te conoce y verte a ti como Señor y salvador, entrónate en este corazón, haz ver en ellos que eres el Señor de este mundo, el que tiene el poder y autoridad, en el nombre de Jesús. Amén.

Luis Freites

Culto de Ministración del Espíritu Santo

10 de febrero de 2015

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