Salmos 125:1 “Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, Que no se mueve, sino que permanece para siempre.”

¿Sabremos nosotros lo que es confiar? ¿Cómo se yo que puedo confiar en Dios? La confianza es seguridad, la confianza es estar firmes en un lugar,  no caerás porque estás sostenido por la mano poderosa de Jehová.

Dios le dice “los que están seguros en Jehová, los que están en el monte de Sion” Confiar en Dios es saber que he sido sembrado en un lugar, saber que habrá tormentas, pero mi seguridad está en Dios; puede soplar el viento, puede temblar la tierra, pero la brisa de Jehová asegurará mi vida.

El que tiene confianza se familiariza con el lugar, sabe que no es un lugar desconocido, sabe por dónde va a pasar, donde necesita frenar y/o acelerar, sabe a dónde va, y le dice a su hermano “si no sabes a dónde vas agarra mi mano y vamos en el nombre de Jehová”, el salmista dice “los ejércitos pueden venir a atacar el monte pero los que conocemos este monte somos nosotros”, el que conoce tu casa, tus hijos, tus debilidades eres tú. Tú conoces tus debilidades, los que confían en Jehová saben sus puntos fuertes y débiles y hasta donde pueden llegar y eso hace que si vida permanezca para siempre.

¿Por qué hay tanto brujo? Porque no estamos familiarizados con Dios. Hay gente que va a los espiritistas buscando dirección en su vida, necesitan que le digan por cual camino deben andar, y eso trae maldición porque  es gente muerta, o gente que ni siquiera existe, quien te dice cuál debe ser el rumbo de tu vida, pero Dios dice que los que confían en Él oyen la voz de su pastor, y saben que Él los está llamando y saben el camino por el que deben andar, es Su voz con la cual debes familiarizarte.

Nos esperan 60 años más de victoria para la honra de Dios.  Confianza significa el yo poder conocer el poder que tiene una persona, no es lo que digas, no es cómo lo digas, es la autoridad que tengas, si entiendes que la autoridad de Dios está en tu vida cambiarás para siempre.

Pon tu vida en la seguridad derramada en la cruz del calvario, sólo tienes que confiar y la enfermedad se va. El salmista está diciendo los que están seguros, los que comprenden la seguridad de Dios serán como el monte de Sion que no se mueve sino que permanece para siempre, que enfermedad o problema tiene que te dice no permanecerás para siempre.

Hoy el monte se levanta delante de ti diciéndote “ten confianza en aquel que te hace permanecer para siempre”. No sé qué necesitas, pero no importa, la presencia del Espíritu Santo está para suplir lo que tu alma necesite.

Dr. Luis Paz

Culto de Ministración del Espíritu Santo

29 de Julio de 2014

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Jeremías 17:7-8 “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.”

El profeta Jeremías hace referencia a este árbol que representa al Dios de toda esperanza, cuando dependemos de esta esperanza tenemos la seguridad y confianza que nos da equilibrio, que nos llena de vitalidad y no permite que la fe se agote, y aún en la prueba sabemos que nuestra vida está anclada en Él.

En los capítulos anteriores de Jeremías el pueblo vivía gran sequía y hambre, la tierra estaba agrietada porque hacía mucho que no llovía, los pastos estaban secos, dice la palabra que los animales abandonaban a sus crías porque no habían pastos para darles de comer. Una situación muy difícil de sequía. Hoy el hombre vive situaciones de sequía y hambre para que Dios muestre su gloria de una manera particular, para enseñarnos a confiar en Él.

Venezuela pasa por una época de sequía, tú y yo lo vivimos, pero nuestra esperanza gloriosa es que estamos viviendo el mejor momento de la historia porque Dios se está mostrando. Estamos siendo probados por la fe y para que haya respuesta de Dios primero somos quebrantados. Así como sucedió con el pueblo de Judá así hará con nosotros, este es el tiempo de Dios para el que le cree, y para que los demás conozcan de Él.

Estas buscando una respuesta de Dios, porque pasas una situación de sequía, pero Dios está obrando en tu sequía, en tu enfermedad, en tu situación, porque desde que mencionas su nombre el comienza a obrar milagros en la vida que cree en Él. Dios sigue siendo el Dios que da agua al sediento, dice la Palabra que las raíces nunca se secarán, porque Jesús es la fuente de agua viva, cuando esto sucede vemos Su gloria.

Estamos cimentados en una raíz que es Cristo, y cuando estamos cimentados en esa raíz tu situación siempre va a cambiar. En los tiempos de esclavitud le fue revelado a Moisés que sacaría al pueblo de esa esclavitud, a pesar de los obstáculos este hombre nunca perdió la esperanza, se mantuvo cimentado en el Gran Yo Soy que le dijo “Yo iré delante de ti, abriré el mar para que pasen en seco y llegar a la tierra donde fluye leche y miel”, para el humano es imposible que un pueblo pueda cruzar el mar, pero sucedió, y el pueblo pasó en seco.

¿Dónde están ancladas tus raíces? ¿Junto a las aguas donde tus raíces nunca se secan o sigues confiando en tu insuficiencia? Él sigue obrando, por lo tanto, no estamos solos. Si sientes que tus fuerzas se desvanecen por no ver la solución a tu necesidad, déjame decirte que Dios sigue siendo el árbol que junto a corrientes de agua su hoja nunca se secará porque la salvia que sustenta el árbol se llama Jesucristo, reinando en tu vida, en Venezuela, en las familias, en tu situación, Él sigue abriendo ese mar para que tu pases en seco. Tu vida será cambiada ¡Amen!

Ministra Lilian Apildain

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Isaías 26:3-4 “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.” Es hermoso decir Tu guardarás a los que perseveran en tu pensamiento sin desmayar. Quién está dispuesto a confiar en Dios, estos versos le traen una paz incomparable que no pueden tener aquellos que no conocen a Jehová.

La palabra dice “confía perpetuamente”, por eso Santiago dice que el hombre de doble ánimo es inconstante en sus caminos, cuando confiamos en Jehová no hay cabida para doble ánimo, tenemos una confianza íntegra, verdadera, el que confía siempre sin perder la continuidad en Dios, el Señor le provee, le suple y le da una fortaleza ilimitada.

¿Quieres una confianza ilimitada? Entonces confía en Jehová, que no halla duda en ningún momento. Dice “la fortaleza de los siglos” significa que tendremos la roca eterna, una peña firme, un refugio para todos los tiempos, para todos los momentos, un refugio para cualquier momento para los que confían en Él, refugio firme que protege e infunde nueva fuerza ¿Quieres tener nueva fuerza? Refúgiate en la roca eterna que es Cristo el Señor, el será el que te infunda protección y te da fuerzas.

No conozco tu situación, ni tus enemigos, eso sólo lo sabe el Señor, quizás es miedo, temor, dolor, rabia, rencor, amargura, tristeza, impotencia, tentación, vicios, enfermedades, opresión, deseos de no hacer nada, persecución, cualquiera que sea el enemigo que ataca tu vida te digo: Cristo es la peña firme y el refugio verdadero para tu vida, en quien tenemos protección, defensa para el ataque al enemigo que quiere destruir tu vida.

La roca eterna, nuestro Señor Jesucristo es nuestra defensa, para que sea una realidad debemos confiar continuamente, no se debe interrumpir, debe ser una confianza que aunque la circunstancia es adversa sepamos que Él puede solucionar nuestros problemas, Isaías 30:18 “Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.” Nuestro bienestar, nuestra felicidad, está en confiar en Jesucristo, nuestro Señor.

No importa tu problema, dile al Señor: Tú eres mi refugio, en ti tengo fortaleza, en ti tengo el poder para enfrentar la circunstancia que pueda venir, yo permaneceré confiando en el Señor, constantemente mi confianza estará en Jehová, mi Señor, ahora y por siempre, amén.

Luis Rodríguez

Culto de Ministración del Espíritu Santo

15 de Julio de 2014

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1 Pedro 1: 14-19 “Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosas de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin Contaminación”

¿Qué es ser santos? La traducción en hebreo del término “santo” es kadosh, que significa puro, pureza física, mental, moral. En el griego el término empleado es hagios que significa puesto aparte, consagrado, separado de toda contaminación. El ser santos es un mandato del Señor así como lo dice el libro de Levíticos 19:2 
“… santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios”.

¿Qué no es ser santo? Santo definitivamente no es una postura, no es andar con una Biblia debajo del brazo, no es el cambio del rostro ni hablar pasito, no es una manera de vestir, una denominación, no es hablar en lenguas, ni aislarse o ir al culto los domingos.

¿Qué es la santidad bíblica? La santidad bíblica debe ser interna y externa; la externa sin la interna engendra hipocresía y desencadena el legalismo. Cuando conocemos al Señor, y le invitamos a nuestro corazón Él hará lo que sea por transformar nuestra vida, comenzará a movilizarnos y producir cambios. Comenzamos a tomar conciencia de lo que le agrada al Señor y lo que le ofende.

Muchas veces no nos gusta asumir los pecados o estilos de vida como nuestros, sino que es más fácil dejar parte del peso a otro; sin embargo, la palabra es clara: “Sed santos en toda vuestra manera de vivir, porque sin santidad nadie verá a Dios”. Con su poder, Dios pudo haber hecho títeres, robots programados para obedecerle, adorarle y servirle, sin embargo no lo hizo, desde el principio respetó a su creación. Dios nos dio libre albedrío para que decidiéramos de nuestra voluntad amarle, adorarle, seguirle y servirle.

A pesar de lo que enfrentes, el vivir en santidad es una decisión de cada día. Ser santo significa que ante cada ofrecimiento que me invite a pecar yo decido apartarme, parar, dejar las excusas; es creer la palabra que dice todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

La santidad no se adquiere con estudios, no me gradúo en un seminario de santo, o hago tantos talleres de santidad. La santidad se aprende en la presencia de Dios. Nada sirven los estudios o un currículum si no estoy aferrado a Él, al momento de ser tentados el currículum no ayuda.

Santidad no es aislarme, significa que en medio de la gente y de los lugares donde Dios me permite estar, establezco la diferencia, que mi motivación no sea el exhibirme “ustedes los perdidos, yo el santo” necesitamos compartir y aprovechar las oportunidades para que nuestro Señor sea conocido. Jesús aprovechó para estar en medio de pecadores, buscando al sediento, al hambriento, al perdido.

Ser santo significa que valoro mi nueva identidad, ya no soy esclavo, soy libre, no soy bastardo, soy hijo, no ando en tinieblas, ando en la luz. Antes Satanás me controlaba, ahora Jesucristo conduce mi vida, ahora, soy un peregrino, y entenderé que en mi transitar debo vivir con temor, cuidando de vencer cada obstáculo que se presente. La oración es una de las vías para mantenernos en esa comunión constante, atentos, sintonizados, que permita que Jesús nos hable, escudriñe, revise el corazón minuciosamente.

¿Qué escuchas? ¿Qué ves? ¿Con quién te reúnes? Es tiempo de cortar con hábitos, amistades y lugares que alimentan tu antigua naturaleza, tu decisión molestará al enemigo, familiares, amigos, compañeros de trabajo o de estudio que están acostumbrados a una forma de vivir y compartir. Necesitas parar, a veces nos estancamos y no avanzamos porque no queremos romper con hábitos o estilos de vida, pero recuerda que sólo el limpio de manos y el puro de corazón subirá al monte del Señor y le verá.

Ministra Zoila de Delgado

Culto Dominical 3:00 p.m.
6 de Julio de 2014

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Salmo 92:10 “Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco. Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos; oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos. El justo florecerá como la palmera;  crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes, para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en él no hay injusticia.”

Este pasaje el salmista lo escribe mucho tiempo antes de que ocurriera el día de Pentecostés, sin embargo fue lleno del Espíritu Santo y declaró las palabras que escribió en el salmo. Esto nos demuestra que Pentecostés no es un momento específico, ocurre cuando le abro mi corazón a Dios y le digo “yo necesito ser lleno de ti, necesito de tu inspiración divina para que me ayudes en todo lo que viene por delante”.

El salmista, en estos pasajes, deja un legado para la iglesia posterior diciéndole que el único que da las fuerzas como las del búfalo es el Señor. La fuerza a la que se refiere el salmista no es una fortaleza común, es una fuerza que puede enfrentar los vientos y tempestades.

El salmista se refiere a la fuerza como la del búfalo (el cual es el único animal que no huyen ante las tempestades)  que cuando viene la tormenta, el animal no  huye como los pájaros sino que se pone en pie, mira al cielo y aguanta hasta que pase.

El Señor a través de su Espíritu Santo quiere capacitarnos para identificar qué áreas de nuestra vida que necesitan cambiar para que seamos fortalecidos y resistir las tempestades tal como lo hace el búfalo.

A veces creemos que cuando venimos a los pies de Cristo vamos a tener una vida más fácil, pero la Biblia no nos dice eso, todo lo contrario, nos enseña y prepara diciendo que en el mundo tendremos aflicción, que el mundo nos rechazará sencillamente porque no le pertenecemos. Sin embargo, este Salmo también dice que seremos ungidos con aceite del cielo, el cual cubrirá todo nuestro cuerpo haciendo que todos los golpes que intente dar el enemigo resbalen. El salmista está diciendo que ya él fue ungido, que sus fuerzas provienen de Dios y cuando sus enemigos tratan de acercarse no pueden tocarlo.

El salmista también enseña que el “justo florecerá”, es decir que hay un lugar de refugio para el que necesita crecer en el Señor; ese lugar no está en el mundo, es la casa de Dios donde Él envía bendición y vida eterna.  Si te preocupa tu futuro y el de tu familia, plántalos en casa de Jehová, que es el único lugar donde es seguro que florecerán. El salmista inspirado por el Espíritu Santo afirma que aun cuando seas anciano, con canas, si estás plantado en la casa del Señor, florecerás fuerte y vigoroso; ese es el plan de eternidad de Dios contigo.

Sal a la calle con la convicción de que la presencia de Dios te da el poder y la fuerza. Esta breve y momentánea prueba Dios la utiliza para hacerte fuerte. Se cómo el búfalo, espera la tormenta, unge tu cabeza con aceite que es el Espíritu Santo y Dios hará rebosar tu vida plantado en la casa de Jehová hasta la eternidad. ¡Aleluya!

Dr. Luis Paz

Culto de Ministración del Espíritu Santo
24 de Junio de 2014

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La iglesia primitiva de la que se habla en Hechos 2, fue impactada por el Espíritu Santo. La mentalidad y forma de actuar cambió. La iglesia fue envestida de fe. El día de Pentecostés los impulsó a ver más allá de lo que con sus ojos físicos podían ver, pero eso no los eximió de tener persecuciones y enemigos; muchos vinieron a ellos a decirles que lo que habían experimentado era una falacia, además le impedían hablar de Cristo. Sin embargo,  la iglesia primitiva se mantuvo firme y es gracias a ellos que hoy tenemos evangelios.

Los apóstoles eran humanos, tenían sus dudas sobre Cristo y se preocupaban por el futuro, no obstante, ellos reconocieron que Cristo hijo de Dios y decidieron aferrarse a eso.  Es posible que así como los miembros de la iglesia primitiva, tú tengas las mismas dudas de si lo que estás viviendo aquí en la iglesia es real o simplemente una experiencia sensorial. Haz como hicieron los apóstoles, párate firme en lo que has creído y decide creer en Cristo.

Sólo debemos doblar las rodillas delante de Él. Los problemas, las crisis en la familia o en el trabajo no son Dios, por lo tanto no te dobles ante ellos. ¿Cuál es tu Dios, el creador de los cielos y la tierra o tu problema?

Yo tengo un Dios en mi corazón que es real, que no es un problema, que no es una filosofía, entonces yo sé que Él es omnisciente. Dios todo lo sabe, así que Él sabe el problema por el que estás pasando.

La iglesia primitiva declaró que Cristo era Dios, ellos reconocieron que ellos eran sus siervos. Entonces ellos se postraron delante de Él para afirmar que no se hiciese su voluntad, sino la del Maestro.

Si hay algo que te tiene atascado en tu vida, el Espíritu Santo es la herramienta que te puede ayudar a salir de ese estancamiento. Así que comienza a clamar para que el cielo invada la tierra y Dios te saque desde donde estés. Cuando los discípulos oraron, dicen las escrituras que comenzó a temblar. Así que no importa el tamaño de la roca que se ha puesto en tu camino, si clamas, Dios hará temblar la tierra y removerá esa roca.

Si comienzas hoy a caminar en medio del camino, la verdad y la vida que es Cristo, verás que sin importar el problema por el que estés pasando éste empezará a desaparecer.

Hoy tú puedes decidir abrir tu vida a la obra del Espíritu Santo y empezar a ver cambios, sanidades y restauraciones.

Dr. Luis Paz

Prédica Completa
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Hechos 2:1-4 “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo”

Los discípulos habían visto prodigios, habían presenciado a Jesús caminando sobre las aguas, vieron su resurrección, Él tenía una promesa para sus vidas, el Espíritu Santo vendría sobre ellos, Jesús conocía algo de sus vidas para decirle “no se vayan de Jerusalén”, la tendencia de nosotros en los momentos de dificultad es salir corriendo, tirar la toalla, pero aunque las cosas se pongan malas no abandones el barco, Dios va a derramar el Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros, esa es su promesa, Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, Dios nos ha dado el poder del Espíritu para poder lidiar con las situaciones, la única manera con la que yo podré lidiar con estas situaciones es tener el poder del Espíritu Santo.

Se nos da el tomar decisiones apresuradas, está demostrado que las personas que han tomado malas decisiones quisiera devolver el tiempo y evitar tomar una decisión apresurada, es imposible que tomes una decisión acertada con una mente embasurada de las cosas del mundo. Los apóstoles estaban a punto de cometer el peor error de su vida, escapar de Jerusalén y perder la promesa del Espíritu Santo, nosotros ahora podemos leer las cartas del apóstol Juan, podemos leer las maravillas del Espíritu Santo, podemos leer sobre el fin de los tiempos en Apocalipsis porque los apóstoles decidieron echar a un lado el problema y creerle a Dios que habría una solución para ellos, esa solución era el Espíritu Santo.

¿Qué necesitas para dirigir tu casa? Necesitas meterte en la palabra de Dios y renovar tu mente a través de su palabra, cuando vienes a la presencia del Espíritu Santo puedes entender que de momento los textos bíblicos comienzan a tener un motivo, una enseñanza, puedes estar en un hospital y recordar “a esto se refería el salmista cuando decía aunque ande en valle de sombra y de muerte”, la iglesia que no es llena del Espíritu Santo se estanca, la iglesia transformada por el Espíritu se encarga de transformar la mente para poder ir en nombre de Jehová de los ejércitos.

El hombre que tiene al Espíritu Santo no se acostumbra al mundo, una vida exitosa es alguien que tiene la inteligencia del Espíritu y que todo lo que necesitas Él lo produce en tu cerebro, no es sólo hablar en lenguas, es que cuando tengas una situación puedas meterte en tu aposento alto, decir lo que está pasando y sople el viento del cielo transformando tu mente para que sepas lo que tienes que hacer, los apóstoles fueron cambiados, entendieron que Jerusalén no era lo último, tú y yo estamos en lo último de la tierra porque ellos fueron transformados.

Dios trae unidad, los apóstoles se habían ido uno al lado del otro, pero Jesús los buscó como ovejas descarriadas, los llevó al mismo sitio, para que estuvieran juntos, todo se confabula para que no llegues al templo, pero Dios te dice puedes llegar con tus defectos, tus frustraciones, tus quejas, los apóstoles llegaron al aposento alto con un montón de dudas, pero cuando se sostuvieron el uno del otro, entendieron que el dolor era el mismo, y comienza haber una unidad de pensamiento dentro de la iglesia. Cuando ves esa unidad, quieres unir tu casa, ves como vives bajo el mismo techo pero no hay comunicación, pero cuando ves lo que pasa cuando te unes con tus hermanos en Cristo, llegamos a nuestros hermanos de sangre a traer unidad.

Cuando la gloria de Dios comienza a descender, te van a decir “vamos a hacerlo de nuevo” porque encontrarán en Dios lo que no han encontrado en ningún otro sitio, la unidad dela familia y el poder del Espíritu Santo nada puede sustituirlo. Lo primero que hace Dios es cambiar tu mente, lo segundo que hace es unirnos, lo tercero que hace es que cambia tu manera de hablar y comportarte.

No significa que la lengua que recibimos en otro idioma resuelva el problema, sino que cuando pasamos tiempo hablando en lenguas celestiales automáticamente las palabras de destrucción que usaba son destruidas en el nombre de Jesús, cuando gimo, paso tiempo en el Espíritu uso palabras de restauración y vivificación. Si usted se enfoca en hablar del problema, vives en el problema y te deterioras en él, pero si cambias tu vocabulario la gente va a decir “que pasa con esta persona” y lo que confieses dará testimonio de Dios.

Dios quiere cambiar tu lamento en baile, quiere darte una nueva alabanza, una nueva manera de hablar, de confesar. Puedes estar en la peor depresión pero declarar
que Dios es tu gloria y quien levanta tu cabeza, puedes pasar por la tribulación y él ser escudo de ti y ser tu auxilio en medio de las atribulaciones.

El poder del Espíritu Santo no es solamente cuando un paralítico sale corriendo, la realidad del Espíritu en las personas que estaban en el aposento alto es el cambio de perspectiva de una Jerusalén de persecución en una Jerusalén que hoy tú y yo anhelamos de ir a Tierra Santa y caminar por ella porque es el lugar donde se impulsó el evangelio de Cristo. Quizás tu familia se ha declarado como un lugar de persecución y miseria pero cuando viene el Espíritu Santo de repente todo cambia para la gloria y la honra del Señor, fuimos creados para alabanza de su gloria. ¿Cómo puedo entrar a esa presencia? Sólo tienes que rendir tu corazón delante de Él, postrar tu vida y meterte en el aposento alto de tu corazón para decirle a Dios: Señor, hoy te quiero pedir que del cielo sople el viento que mi vida necesita.

Dr. Luis Paz

Culto Dominical 22 de Junio de 2014

11:00 a.m.

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Hechos 2:1-4 “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo”

La palabra enseña que hubo un grupo de 120 personas que decidieron irse de un lugar donde sus hermanos judíos no los querían, donde habían matado a su maestro; sin embargo, dentro de ellos tenían una promesa de Jesús que se refleja en Hechos 1:4 “y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.” Era increíble porque tenían la posibilidad de tomar una barca y salir corriendo, tomar un caballo, un camello y huir, pero deciden meterse en un aposento alto a orar juntos y unánimes, había una sola cosa en su mente: la promesa del Espíritu Santo que descendiera en su vida.

Lo primero que ocurre en estos 120 es que su mente se transforma. Tu mente tiene que ser transformada, nuestra computadora (es decir nuestro cerebro) se llena de muchas problemáticas diarias, cosas que nos atormentan, problemas de salud, incluso espirituales. Los discípulos habrían podido salir a dar buenas noticias, pero no sabían dar buenas noticias, lo único que pensaban era que si salían los iban a matar como habían matado al maestro, pero la palabra de Dios dice que cuando vino el Espíritu Santo hubo una transformación de sus mentes y salieron con denuedo, autoridad y entendieron la promesa que cuando el Espíritu vino sobre ellos, ya no eran ellos, era Cristo en ellos.

El apóstol Pablo decía en Romanos 12:2 “…transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. El que es lleno del Espíritu Santo es cautivado de tal manera que puede mantener la sonrisa, puede llegar a su casa y sentirse renovado por el Espíritu. Tener el Espíritu Santo es entender que cuando estás en la presencia y sales de la iglesia se nota que has estado en la presencia de Cristo. Cuando eres transformado no puedes esperar al momento de encuentro para adorar, algo entra en tus neuronas y cambia tu disco duro, ese algo es lo que te dice “ya no vives tu más vive Cristo en ti”.

Sabes lo que una persona piensa al escucharle hablar, la Biblia dice “de la abundancia del corazón, habla la boca”; por lo tanto, cuando viene el Espíritu Santo, el habla cambia, lo primero que sucedió con los apóstoles es que hablaron en lenguas. Hay momentos donde Dios te dice “hay veces que tu vocabulario sirve para adorarme, necesito meter el vocabulario divino para que tú puedas ver la gloria de Dios”. Necesitamos que nuestro vocabulario cambie a uno del cielo.

El que es cambiado por el Espíritu Santo, ve siempre una oportunidad para hablarles a los demás de Dios. Dios te da un nuevo vocabulario, comienzas a entender que lo que era una maldición ahora es una bendición. Cuando vino el Espíritu Santo, los apóstoles no salieron corriendo, se levantaron, entendieron que descendió el poder del Espíritu Santo.

Dios dice no es un líder lo que necesita, es que la presencia del Espíritu Santo una el corazón de los hijos con el corazón de los padres. Hoy yo pido que Dios te haga comprender que el que está a tu lado es tu hermano, que Caracas le pertenece a Dios y eres parte de un propósito divino.

Él quiere ver su Espíritu sobre ti, quiere poder transformar esa mente llena de problemas en una mente llena de bendiciones, una mente que edifique y levante, una conducta que pueda levantar un país para la hora y la gloria de Dios. El Espíritu Santo quiere poder llevar tu vida, y utilizar la conducta para la gloria de Dios.

Dr. Luis Paz

Culto Dominical 22 de Junio de 2014

7:00 a.m.

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Hechos 1:4 “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”.

Lo que menos le gusta a la humanidad es esperar, queremos vías más rápidas, teléfonos, autopistas, lugares de comida, todo más rápido, pero no todo lo que es rápido es de calidad, no podemos ir delante de la presencia del Señor y decirle “haz las cosas rápido”, los discípulos querían que todo fuera rápido y Jesús le respondió “Ustedes tienen que esperar”, la espera trae ansiedad, en medio de la espera sale lo que está en nuestro interior.

Dios sabio, sabe que tienes la necesidad de pasar un período de espera, en toda la Biblia vemos ejemplos, como es el caso de Moisés, a quien se le da una promesa y ésta se cumple luego de 40 años. En ese tiempo el pueblo crece, se multiplica y se hace fuerte en la espera.

La espera no quiere decir que Dios te ha abandonado, sino que te tiene en un tiempo para que te despojes de todo lo que te está atrasando y Él pueda trabajar contigo. La persona que está en la espera añora el Espíritu Santo, una persona con salud ¿Para qué quiere un Dios de sanidad?, una persona con dinero ¿Para qué quiere un Dios que prospera?, una persona que tiene todo en su casa ¿Para qué quiere un Dios que restaura?, una persona que se cree libre de pecado ¿Para qué quiere un salvador? Por eso Jesús dijo “yo no vengo a buscar a los que están sanos, vine a buscar a los enfermos”, no vino a buscar a los santos sino a los pecadores para traerlo a arrepentimiento.

Jesús les dice a los discípulos, “les conviene que esperen”, para eso necesitan paciencia. La paciencia no es sentarse a esperar que Dios haga algo, es una perseverancia que me permite levantarme en medio de mi situación. ¿Se imagina que el pueblo de Israel haya dicho que viniera a ellos la tierra prometida? No, tenían que caminar, “Hace calor” y Dios responde: “Yo pondré una nube sobre tu cabeza”, “Es que mis zapatos se van a desgastar”, Dios responde: “Yo voy a hacer que tus zapatos no se desgasten”, “Queremos carne”, Dios responde: “Mandaré codorniz para que comas carne”, “Necesito agua”, Dios responde: “Brotaré agua de esta peña”, y Dios te dice: En el medio de la espera, yo te daré paciencia para que mientras esperas tu milagro, veas bendición, provisión y manifestación del Espíritu donde quiera que vayas.

Tienes que entender que cuando caminas en la vida cristiana pasarás muchas experiencias y con cada una de ellas vas en camino a la meta. Dios no te trajo a la sala de espera para que no hagas nada, cuando Jesús se va los discípulos comienzan a trabajar, “éramos doce, nos falta uno” y se ponen en acción.

La paciencia crea perseverancia, tú tienes dones del Espíritu Santo, muchos venimos a la iglesia en el bautismo en agua, reconocemos nuestros pecados, pero la realidad es que estamos distantes a una transformación, pero no cambiarás tu manera de pensar sino a través del Espíritu Santo. Puedes tener muchas ideas, talentos pero si no provienen de Dios son basura, espera, ten paciencia y sé lleno del Espíritu Santo. Mientras no venga a ti el Espíritu cometerás una mala decisión, pero una vez que estés lleno de su poder, tomarás la decisión correcta. Es una palabra profética que llenará tu corazón.

Tener al Espíritu Santo es saber quién me está hablando, a veces nos herimos por todo, y Dios te dice: “te hieres porque escuchas cualquier cosa y no me escuchas a mí”. Cada vez que permites que alguien te hable y te hiera, escoges escuchar la voz de cualquier en vez de escuchar al Espíritu, lo que te edifica, recíbelo, lo que no, deséchalo y sigue tu camino en Cristo Jesús.

¿Vas a ser fuerte en el Señor?, Dios está buscando una iglesia firme, decidida, que dependa de Dios, no de los hombres, hay decisiones que te quieren hacer tomar fuertemente, pero rinde tu vida a aquel que ama tu alma. Somos frágiles, como los apóstoles, Jesús lo sabía, caminó con ellos por 3 años, Él conoce tu debilidad, tus altas, tus bajas, pero aun así te ha traído al altar y te ha hablado por su palabra, te conviene que tengas paciencia y que seas lleno del Espíritu Santo. Deja tus cargas en el altar, Dios te dice: Sé lleno del Espíritu Santo.

Dr. Luis Paz

Culto Dominical 22 de Junio de 2014

3:00 p.m.

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Mateo 14:24 “Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis!”. ¿Cómo está tu barca? ¿Cómo está tu viento? ¿Está azotada por las vicisitudes del día a día? Usted sabe de lo que estoy hablando, pero tengo una buena noticia: nunca es tarde, hasta que la bendición llega, se tiene que cumplir la certeza de la palabra que es fiel y que nos invita a confiar, a creer, y aunque es tarde el Señor no te va a soltar, el Señor va a venir.

Él es  Dios de la primera, la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta vigilia, no te canses de orar y esperar hasta que llegue. Esa noche el Señor apareció, y caminó sobre las aguas, quizás estás a punto de tirar la toalla, pero el Señor aparecerá y caminará sobre la circunstancias, situaciones de tu vida, éste es un pasaje con extraordinaria visión de poder para saber que Dios es fiel.

Dios te dice “Yo tengo algo nuevo para ti, si caminé sobre estas aguas abriré camino en tu desierto, voy a sacar agua de donde no hay para que tú puedas beber, puedas caminar, para que puedas confiar”. La fe es la certeza, es la convicción, la seguridad, todas las historias de la Biblia desde el capítulo 1 Dios cumple sus promesas, Él cumple su promesa. Él dice que eres su hijo amado y quiere complacerse en tu vida, por más fuerte que sea la tormenta Él quiere ministrarte.

Dile Señor eres grande, eres único, bendito el nombre del Señor que en esos momentos tenemos la seguridad que levantamos nuestros ojos y Él en su bondad acude porque es fiel en su palabra, esta semana queremos darle espacio al Espíritu Santo porque queremos que nuestras vidas sean llenas de Él, y con esa presencia, esa llenura podremos caminar sobre las aguas, sobre las circunstancias, sobre la situación porque vamos caminando en el nombre de Cristo. Que nuestro andar en Dios sea un andar de fe y de confianza porque todo es posible para el que cree.

Dios conoce tu dolor, tu tristeza, tus miedos, tus temores, pero Dios tendrá una respuesta para tu vida.

Pastor Santiago Montero

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