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Clama a Mí

Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

La palabra nos dice que el que hizo la tierra, el que la estableció, te dice a ti y a mi que le pidamos, y que tengamos la seguridad de que Él va a responder, y yo preguntaba Señor ¿Por qué hay tantas personas que piden y no encuentran una respuesta? Y el Señor me dijo: porque tienen las manos llenas de grasa, una grasa compuesta por la incredulidad, por la impaciencia, y por el afán, yo siempre respondo, pero el ruido que ella produce obstaculiza la sujeción y el escuchar mi respuesta, pero siempre respondo.

Cuando no consigue la respuesta en el tiempo y a la manera deseada entonces buscan otro rumbo basados en su fuerza y en su propio entendimiento, ignorando que al final del camino se van a estrellar con las murallas de sus propias limitaciones, porque fuera de mi nada podrás hacer.

El Señor te dice que fuera de Él jamás podrás hacer nada, y tal ves algunas personas digan “pero es que yo no tengo las manos tan llenas de grasa”, o quizás diga “yo tengo poquita”, pero te tengo una buena noticia, él que puede lavar tus manos está en este lugar, está lavando tus manos hoy y esta quitando lo que no permite lo sujeción a Dios, si te sujetas al que es vida, al que es alegría, al que es amor, al que puede cambiar tu condición, al que abre las puertas que deben ser abiertas y cerrar las que deben ser cerradas, usted verá su gloria.

Pedro lo hizo y caminó sobre el mar, Elías lo hizo y dejó de llover en Israel por varios años, Eliseo lo hizo y recibió la doble porción del espíritu de Elías, la diferencia era que Eliseo sabía lo que quería, Eliseo sabía que de Elías recibiría la bendición y no permitió que nadie lo obstaculizara.

¿Tú sabes que a través de Jesús puedes recibir la bendición? ¿Lo crees realmente? entonces no te separes de Él, ni quites la mirada porque sólo a través de Él conseguirás la bendición.

Eliseo sabía que si apartaba la mirada perdería la bendición, y aunque le decía que se quedara en un sitio, él no lo hacía, decía yo te voy a seguir a ti porque a través de ti recibiré la bendición, a través de Jesús esta la bendición, no te apartes de Él porque al final vas a conseguir el resultado.

Si el que te dice: pídeme y te responderé, es aquel que abrió el mar en dos para que pasara su pueblo cuando era perseguido por los egipcios, el mismo que hizo brotar agua de una piedra para saciar a su pueblo, y alimentarlo con pan que descendía del cielo, entonces hoy puede tratar contigo, sanar tu enfermedad, liberar el yugo que te oprime, puede dar respuesta a tu corazón, cambiar tu lamento en baile, hoy puede bendecir tu vida, hoy puedes ser restaurado, solo basta que lo creas, y en la acción de la palabra verás la gloria de Dios manifestada en tu vida, porque Él te dice a ti Pídeme y te responderé y si lo crees en tu corazón te pido que levantes tus manos al cielo y repitas: Hoy recibo mi milagro, hoy veré Tu gloria, en el nombre de Jesús.

Wilmer Torres.

Culto de Ministración del Espíritu Santo

21 de enero de 2014

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