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Domingo 8 de marzo de 2015

Boletin 8.3La bondad de Dios se extiende para todos

Romanos 2:3-8“¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia

Dios, es un Dios de carácter, de amor, en su amor nos fortalece, nos ayuda a crecer y madurar a través del poder de su palabra, pero el ser humano en su manera de ver la justicia maneja la situación a su manera. Dios conoce los secretos de cada uno de nosotros y en algún momento nos alcanza la situación de la que huimos en el presente o el futuro. No podemos esconder la realidad de que habrá un día del juicio, aunque muchos en vida pagan sus errores, tratan de evadirlos, pero se encuentran con la verdad, Dios en su misericordia nos lleva a enfrentarnos cara a cara con Él para que decidamos cambiar nuestra vida y aceptar lo que Él ha hecho por nosotros.

Creemos que el amor de Dios es tan largo, que su juicio no nos va a tocar, queremos convencernos de que no llegará el momento ese momento en el que nos enfrentemos con la verdad.

La bondad de Dios es una bondad que se extiende para todos, para el que está lejos de Él  y quienes están cerca, con el propósito de guiarnos al arrepentimiento, llevándonospaso a paso. La bondad de Dios está allí para que reflexionemos sobre el amor de Dios.

No es fácil arrepentirse, ni cambiar, cuando nos hundimos en una situación cuesta salir. Las costumbres del pasado, los hábitos, las tentaciones están allí siempre presentes; pero seguir a Cristo te ayuda a salir, a despegarte de lo que te ha hecho daño. Si te arrepientes el Espíritu de Dios te guiará, caerás y pero te levantarás, y así probablemente muchas veces hasta que llegue el día que no caigas más y estés firme en Él. La bondad de Dios en nuestras vidas está para que decidamos arrepentirnos y cambiar, llamados a vivir una vida en Él.

No sé si estás en esa lucha, todos tenemos momentos de oscuridad, pero no esperes a que sea muy tarde para ti, hay cosas que son difíciles de entender, más aún de asumir, porque asumir exige una respuesta en tu vida, creo o no creo, confío o no confío. No acumules ira para el día en que Dios haga su juicio y revele la verdad, pues cada uno recibirá recompensa de acuerdo a sus obras.

Dios hizo juicio sobre la humanidad en la cruz, cuando hizo que su hijo sufriera por la humanidad, lo que Él sufrió para perdonarnos se aplica a quien lo cree. Cuando confías en la obra de Cristo puedes sentir que la carga de la maldad se derrite y en su lugar fluye el amor de Dios, cuando descubres que eres hecho morada del Espíritu Santo, sólo por eso hombres y mujeres testifican cómo su terrible vida fue renovada al conocer a Cristo, entonces pasan a vivir en el amor y la gracia de Cristo.

Si confiesas tu pecado, Él es fiel y justo para perdonarte y limpiarte de toda maldad, pero si tu soberbia te lleva a la muerte sin ese acto de arrepentimiento irás a la eternidad con tu vida tal y como es ahora. Hoy puedes arreglar tu vida con Dios.Hay tiempo para su perdón y para la salvación en Cristo Jesús, Aleluya.

Pastor Samuel Olson

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