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Boletín 26 de febrero de 2017

¿Estás dispuesto a vivir para la gloria a Dios? 

Jeremías 15:19-20 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová.”

La Palabra del Señor no es un texto sólo para leer, es mucho más que un texto literario, es uno de los mejores textos literarios de la historia pero va mucho más allá, es inspirada por el Espíritu a los profetas, a los apóstoles, a los diferentes escritores para que no escribieran conforme lo que pensaran sino a lo que el Espíritu les daba para hablar, así escribían para su tiempo y para la iglesia que se ha levantado hoy día.

Cuando leemos la Biblia debemos ver primero lo que el Señor le está diciendo al escritor, en el contexto histórico que está viviendo, pero si nos conformamos con eso creemos que son sólo datos biográficos, pero la Biblia se mueve en nuestras vidas haciendo que nos demos cuenta que toda la lectura nos habla con poder, nos trae salvación y vida eterna.

Jeremías se desarrolla en un tiempo en que se le da una palabra, se le dice que sería un profeta, sabía que su boca sería llena de la palabra de Dios, se convertiría en una muralla fortificada que estaría constantemente recibiendo ataques pues su caminar sería siempre contrario al del mundo, ¿Sabes que vas a prevalecer para siempre?

El problema de verlo tan literal es creer que no es más que un mensaje motivacional, cuando sale al mundo todo este mensaje se cae al piso y eso no es lo que Dios quiere, Él desea que no sólo te motives sino que conozcas su palabra para que la puedas aplicar, son herramientas de Dios que encontramos en la Biblia para conquistar el mundo que se nos ha dado.

1 Corintios 10:31 “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”

Aquí está la clave: Sea lo que sea que estés haciendo debes hacerlo para la gloria de Dios, se nos va la vida en esto, porque si hacemos las cosas para ser reconocidos estamos perdidos, porque en el momento que no somos reconocidos nos deprimimos y estamos perdidos, si vamos por la vida tras dinero, el día que no haya dinero nos sentimos perdidos, Jeremías no tenía tiempo para ser reconocido, todo lo que Él hacía, lo hacía para la gloria a Dios, esto da un sentido de propósito, porque hay momentos que nadie va a reconocer lo que hacemos.

Jeremías cada vez que abría su boca iba al foso, a la cárcel, su sentido de propósito en la vida no era lo que esta vida pudiera dar, o pudiera reconocer, decide trabajar con un propósito más alto, trabajemos para aquel que está sentado en el trono y que nos ha enviado, una persona que trabaja para la gloria de Dios sabe que 24 horas al día, los 7 días a la semana tiene un propósito.

Aquel que tiene un propósito de trabajar para la gloria de Dios no necesita tener un título en la iglesia, no necesita ser puesto en el altar, sabe que pueden salir y en cualquier momento, durmiendo, comiendo o trabajando viven para la gloria de Dios, Jeremías nos enseña que una persona que tiene un propósito puede quejarse en la presencia de Dios, pero por encima del problema reconoce que Dios está en las alturas, que su propósito es eterno y se cumplirá a su tiempo y perfección.

Puedo quejarme del miedo, de no saber adónde voy, si voy a tropezar pero mientras Dios esté conmigo Él me va a cuidar, Jeremías le dice a Dios antes de que yo me queje yo sé que eres mi Padre y me vas a guiar por donde camine, una persona con propósito no tiene miedo de caminar hacia lo desconocido porque sabe que su Padre ha prometido velar por él, no importa tu situación las manos del Señor están alrededor de ti.

Atrévete a decirle al Señor: Tú sabes todas las cosas, cuando lees la Biblia se revela a tu vida, no te brinda religión porque no necesitas una religión, necesitas una relación con el Cristo resucitado, ha prometido estar contigo, te sentirás sólo, te sentirás abandonado pero su Palabra cobra vida en Cristo, su presencia se ha hecho realidad.

Cuando invocamos el nombre de Jesucristo somos salvos, podemos estar en el peor de los casos pero puedo saber que no sólo está conmigo sino que a través de ese nombre tengo autoridad en la tierra, ha vencido en poder en la cruz del Calvario, caminaré firme hasta el final porque Él es la autoridad de mi vida, Dios está buscando a los que se levantan por encima de la queja y puedan decir: Te serviré para siempre. ¿Estás dispuesto a vivir para la gloria a Dios?

Dr. Luis Paz
Culto dominical 19 de febrero de 2017

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