•  
  •  

Él restaura lo que está seco

woodberry (3)Ezequiel 37:1-13 “La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo. Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos. Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.”

El Señor toma a Ezequiel y lo lleva  un valle de huesos secos, era tan seco el valle que el mismo Ezequiel se refiere a “seco en gran manera”, cuando un hueso está mucho tiempo en el sol al tocarlo estalla, no tiene tuétanos, no tiene carne, ni siquiera los perros se lo comen porque no tiene ningún tipo de sustento, muchos de nosotros tenemos una situación tan muerta que creemos que es imposible, situaciones que creemos perdidas, no importa cuán seco sea el hueso, el Señor es capaz de darle vida.

Ezequiel está allí en medio de ese valle y el Señor le dice “profetiza”, quizás vería a su alrededor pensando ¿Para qué haría eso?, son huesos; ni siquiera tienen oído para escuchar, pero el Señor le mandó a dar vida. No importa tu valle, Dios te manda a que profetices vida, profetiza vida en tu trabajo, en tu matrimonio, bendice, profetiza sobre esa situación que crees seca.

El profeta hizo lo que el Señor le pedía, debemos hacer lo que Dios nos pide hacer, no estamos aquí para traer muerte, no vivamos como el que no tiene esperanza, porque la tenemos en el Eterno, el Señor de señores, hay esperanza eterna en Él, quizás se te hace difícil hablarle a tu situación, pero hoy el Señor quiere que le hables a tu situación sin importar lo que estás viendo, pues Dios te ha dado vida, vida en abundancia.

Hay una diferencia entre la realidad y la verdad, la realidad puede ser una enfermedad, pero la verdad es que Él con sus llagas pagó la sanidad de toda enfermedad, la realidad es que a nuestro alrededor hay escasez, pero la verdad es que Dios nos dará conforme a sus riquezas en gloria a través de Cristo Jesús, Señor nuestro.

Dios va a abrir tu sepulcro, te va a levantar y vas a vencer en el nombre de Jesús, serás libre en el nombre de Jesús porque no lo vas a abrir tú sino el Rey de reyes y Señor de señores.

Hno. José Luis Woodberry
Culto de ministración del Espíritu Santo 26 de abril de 2016

Ver vídeo