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Boletín 8 de enero de 2017

boletin-8-1Como muro fortificado de bronce

Jeremías 15:19-20 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová”

A Jeremías solían llamarle el profeta llorón, se quejaba porque Dios le había hecho de un carácter rebelde, lleno de ira ante el pecado del pueblo. El espíritu de Dios puso ese fuego y ese ardor en su vida para que se rebelara contra el pecado de la nación, por lo que cada vez que abría la boca salían llamaradas de fuego contra este pueblo pecaminoso.

Jeremías habla lo que Dios dice sobre el pecado de Israel y lo que habría de hacer. Cuando Dios le habla a Jeremías como persona, como profeta levantado en su tiempo, también es para nosotros por el hecho de tener al Espíritu de Dios en nuestras vidas, por eso nos podemos identificar con esto en nuestra conciencia y corazón.

La Palabra de Dios no es particular, porque su Palabra es eterna, no cambia, tiene su sentido en la realidad reflejada en los principios de Dios que están en esa Palabra. Estamos bajo el juicio de esa Palabra, Jeremías nos representa como la gente de Dios, en ese sentido, como hijos de Dios nos habla, exige y promete.

“Si te convirtieres, te restauraré”, cuando venimos al Señor encontramos un cambio, Él saca lo precioso que es escaso, como las piedras preciosas. La gente que ama a Dios de corazón se entresaca de lo malo, lo bueno es escaso pero de alto valor para Dios. Si sacamos lo precioso de lo vil aun en nuestra propia vida, todo esto va quedando atrás y seremos como su boca.

Él le pide a Jeremías cambiar su actitud para con los demás y ver lo verdadero, para permitir que otros vengan al Señor. No necesitamos embarrarnos para llegar a alguien, al ver nuestras vidas los demás pueden saber si desean tener lo que tenemos, somos preciosos delante de Dios, somos distintos, hemos sido embajadores de Él, para dar una palabra prometedora, transformadora, ser la levadura de la nación, que afecta e impacta todo lo que nos rodea.

Somos como muro fortificado de bronce ¿Qué significa? No es un muro de ladrillos de bronce, el bronce es una masa dura pero resplandeciente, irradia, así como debemos irradiar el Espíritu y la gloria de Dios donde quiera vayamos. Somos llenos del Espíritu de Dios, expresión de Él para que el mundo pueda encontrar respuesta ante su necesidad y puedan ser sacados de lo vil.

El poder de Dios es el que nos ayuda a caminar en medio del lodo que nos rodea, la maldad, la corrupción, la vileza, pero el pueblo de Dios no se envilece ante lo que le rodea, se mantiene como un muro fortalecido de bronce que da respuesta a su entorno. Vendrá el enemigo contra ti y tendrá que echarse atrás, [el muro] será atacado y salvado por la misma presencia. Como parte del cuerpo de Cristo somos parte de ese muro que no será vencido. Él te guardará, te defenderá y siempre estarás seguro en el corazón de Dios.

Pastor Samuel Olson

Culto dominical 02 de enero de 2017

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