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Boletín 13 de Agosto de 2017

Riqueza de gloria

Romanos 9:22-33 “¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles? Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada. Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, allí serán llamados hijos del Dios viviente. También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo; porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra en justicia y con prontitud. Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes. La justicia que es por fe ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe; mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó. ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo, como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; y el que creyere en él, no será avergonzado.”

Esta es la palabra que viene y nos pone en contacto con la mente de Dios, el Espíritu de Dios y allí es donde empezamos a comprender el amor y la misericordia de Cristo, no éramos parte del pueblo de Dios,  pero creímos y creyendo en Él nacimos de nuevo, viniendo a ser hijos de Dios.

Cuando la persona es desobediente y no quiere obedecer, Dios toma cartas en el asunto, pero Él preparó la base, un plan de salvación que empieza en el jardín del Edén tras la caída de Adán y Eva. Cristo muere, pero resucita y está sentado a la diestra del Padre, es Señor de toda la creación, es el soberano Dios, Rey de reyes, y tenemos riquezas en Él, riquezas que a veces no nos damos cuenta, y es importante darse cuenta de las riqueza que tenemos; primero, tenemos palabra de Él, además de eso somos herederos de toda gracia, hemos visto su gloria, lo tuvimos entre nosotros y fue a la cruz para redimirnos.

No solamente murió en la cruz, resucitó de los muertos, traspasó la santidad y ahora intercede de día y de noche por nosotros, nos lleva al acto de la justificación y por la fe somos hechos hijos de Dios, porque hemos sido quebrados por el pecado; pecado que nos duele, hemos sido quebrados, pero sanados de nuestra mala vida, dándonos su Espíritu Santo que nos dice que somos hijos de Dios, nos da consuelo, dirección, es nuestro abogado, está allí en todo momento y es mi riqueza invisible, riqueza de gloria.

Entraremos a un nuevo cielo donde no entrará la maldad y reinaremos con Él por siempre. Estas riquezas son para que sean notorias, para que den fruto y otros también puedan conocer la riqueza de la gloria de Dios, veníamos de un mundo perdido y ahora somos parte de la promesa, coherederos y copartícipes de las promesas de nuestro Señor y Salvador.

En este siglo XXI nos hemos dado cuenta de todas la separaciones sociales, raciales, económicas, las minusvalía de la mujer ante el hombre, pero a los cristianos se nos reveló que en Cristo somos uno, llegamos al momento en que entendemos que todos tenemos derecho al voto, que no debe haber diferenciaciones, allí está la Palabra, la revelación.

Dependemos de la misericordia de Dios, que nos alcanzó, nos levantó y en agradecimiento mi fruto impacte la vida de los demás y haya sal y luz en la tierra, para que puedan conocer el corazón de Dios y rendirse a Él.

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 6 de agosto de 2017

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