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Boletín 06 de Marzo de 2016

Boletin 6-3 Busca la transformación de su Espíritu

Romanos 8:9-14 “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”

La vida en el espíritu depende de la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, este viene cuando le hemos confesado a Él como salvador, somos presentados en justificación al Señor, nos llenamos de su Espíritu, sólo en Él hay poder para vivir la vida en Cristo, por esto Jesús le dijo a sus discípulos que se quedaran en Jerusalén donde recibirían poder, donde serían testigos.

El que ha venido a Cristo llenándose del Espíritu Santo se convierte en testigo, es testimonio, para bien o para mal es testimonio, tiene una transformación en su vida que se expresa a través del poder del Espíritu Santo, no se puede vivir en el Espíritu si este no mora en nuestras vidas, sin eso no somos de Él, ya que el Espíritu Santo nos enseña, nos corrige, nos guía, nos da la capacidad de vivir una vida acorde a Dios.

Este Espíritu obra en nuestra vida buscando la manera de perfeccionarnos hasta que nos encontremos cara a cara con Él, nos señala en situaciones difíciles lo que debemos hacer, es una corrección a la imagen y semejanza de Dios, es un proceso de santificación, todo nuestro ser es apartado para Él mediante una transformación constante.

El Espíritu da testimonio de la verdad, somos testimonio de su presencia en nuestras vidas, porque este cuerpo muere, se convierte en cenizas, seremos revestidos de un cuerpo incorruptible revestidos de la gloria de Dios, será un día glorioso en la segunda venida de Cristo cuando no dependamos de este cuerpo, tenemos una deuda, no para con la carne, pues esta no vale, nos lleva a sentirnos miserables al pecar, a tener acciones que nos llevan obligatoriamente al arrepentimiento, en cambio tenemos una deuda con el Espíritu si hacemos morir las obras de la carne, para esto necesitamos de su Espíritu.

Una de las obras de la carne es creer que somos perfectos, o mejor que otro, todos necesitamos de la gracia de Dios, todos somos pecadores, humildemente llega a su presencia y pídele que cambie en ti lo que debe ser cambiado ¿Hay algo en tu vida que necesite ser cambiado? Dios puede transformarte, puedes dejar todo en la cruz del calvario, será un proceso de muchas veces pero llegará el día que no tengas que cambiar nada pues Dios habrá transformado totalmente tu vida.

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 28 de febrero de 2016

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