Levanta tus ojos al Señor
Éxodo 14:1-3; 11-13 “Habló Jehová a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado.”; “Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto. Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.”
Esta palabra fue escrita para nuestra comprensión, es palabra de Dios que fue efectiva ayer y sigue siendo efectiva hoy, porque es palabra del Señor, ¿Cuántos diagnósticos han turbado tu corazón? No hay salida, ni respuesta, es el fin, en algún momento dado has pensado ¿Por qué me pasa esto a mí? Tenía esta expectativa pero recibí esto o aquello, es un dialogo muy humano, muy propio de cada día, cada momento, pero tienes que ver la salvación que ha sido ayer, y será hoy también.
Relata la biblia que 450 esclavos habían salido con prodigios, pero ahora debían volver a atrás, no tenían por donde atravesar, tenían al ejército egipcio dispuestos a destruirles, de resto agua, no había salida. Hay momentos en la vida donde sientes que no hay salida, pero en lo que debes enfocarte no es en el “porqué”, sino en el “para qué”. Dios va a seguir siendo el Dios de hoy, mañana y siempre para tu vida. Cuando llegamos a responder a estas preguntas en medio de la prueba, comprobamos que la respuesta es: ¡para que le demos la gloria, la honra y la alabanza!. Aunque no tengas un este, oeste, norte o sur tienes al Señor que va delante de ti como dice Isaías 45:2, que Él endereza lo que está torcido.
Hoy hay esperanza para ti, quizás no ves la salida en ningún aspecto, entonces es el momento de levantar tus ojos al Señor, ríndete a Él. La respuesta humana es muy normal, en momentos difíciles decimos lo que no queremos pensar, hacer ni decir. Es tiempo de dejar que el poder del Señor comience a llenar tu vida, por eso Moisés dice “No teman, confíen”, porque sabía que el que los sacó iba a caminar con ellos hoy, mañana y siempre, la promesa es que contigo también lo hará.
Santiago Montero
Culto de Ministración del Espíritu Santo
27 de Enero de 2015