Domingo 5 de Abril de 2015
Jesús trajo la salvación
Estamos en el capítulo 3 de Romanos que habla de la pecaminosidad humana, tratando de hacernos entender nuestro pecado y asimismo entender la necesidad de un Salvador, de Jesucristo el Redentor, que venía en nombre de Dios, para los que le recibieron en Jerusalén sobre un pollino Jesús representaba mucha esperanza, pues había sanado enfermos, confrontado la maldad y trajo la verdad, trajo un nuevo reino, liberación del dominio romano, eso buscaban, anhelaban la libertad en su corazón, pero no pensaban en lo eterno, sino en lo terrenal.
Los líderes religiosos se sentían amenazados por este grupo de cristianos, sentían que su autoridad, su estabilidad religiosa estaba en juego, así como su convenio con Roma, por lo cual confabulaban que harían con este Jesús, que como consecuencia lo lleva a la cruz, pecaminosidad, el ser humano es así, tiene poca vista en lo eterno, se enfoca más en lo que hay aquí y ahora.
Pero Jesús traía la salvación, y representaba otra cosa, una vida de entrega y servicio, una mente direccionada intencionalmente a traerle al pueblo la Salvación, sabiendo que tenía que representar otra realidad ética, moral y espiritual, por esto el contraste, sin carrozas, sino un pollino, confrontando lo que ocurría en el templo, sabiendo que esto le llevaría a la traición de Judas, a la cruz, a morir por la humanidad.
Él se permitió ir a la cruz para salvar a la humanidad, era un deseo divino, toma la muerte, sufre con la cruz a cuesta, con las masas en contra, con acusaciones y burlas sobre bajarse de la cruz, escogiendo a Barrabás por encima de Jesús, los mismos que le vitoreaban un domingo de ramos, no mucho tiempo atrás, corazones no rectos que se doblan ante las circunstancias, pues Pablo habla a ese corazón pecador, no merecemos nada, no hay nada sobre lo que podamos reclamar salvación, es lo mismo para el romano, el gentil, el judío, todos debemos confesar nuestros pecados.
Pablo predicaba un mensaje de gracia, pues sólo por gracia somos salvos, pero este mensaje se tergiversaba como leemos en Romanos 3:8“Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos): ¿Hagamos males para que vengan bienes?” el apóstol despreciaba este pensamiento, pues este pensamiento sólo puede traer más destrucción.
Esta es la confusión humana, que trae perversión, el único que puede reconstruir la vida humana por la obra de su Espíritu es Cristo, cuando Él reina las cosas pueden comenzar a cambiar, es por su gracia que puede cambiar lo que se estableció en el corazón y en la mente a través del pecado, llevándonos poco a poco hacia lo deseado.
Estamos bajo el pecado, anhelando volver al paraíso perdido, por esto venimos a Cristo porque nos promete vida eterna, el que cree nace de nuevo, vive con esperanza, mejora su condición de vida, dedica su vida a esto, a tratar de mejorar, sabiendo que lo único que lo puede mejorar es vivir bajo la promesa eterna que sólo Cristo da.
Pastor Samuel Olson
Culto dominical 29 de Marzo de 2015