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Domingo 22 de febrero de 2015

Boletin 22-2No juzgues

Romanos 2:1“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.”

En el capítulo 1 Pablo ha mostrado el panorama, a partir del capítulo 2 habla a todo ser humano, sin distinción de ningún tipo, reprendiendo a los que se atreven a juzgar a otro, en la época los judíos al ser descendencia de Abraham tenían costumbres, hacían la circuncisión, tenían fiestas, rituales que los hacía decir que para ellos los demás eran pecadores, por esto el apóstol apunta que no hay diferencia entre judíos y gentiles.

Todos tenemos derecho a opinar, pero esto depende de lo que hay en tu corazón, sin sentidos de superioridad, delante de Dios no hay excusas cuando juzgas y no te detienes a mirar lo que hay en ti, es muy fácil murmurar, creer que tu opinión es la posición correcta, al creer eso, te estas idolatrando en base a lo que dice Samuel en capítulo 15, porque estás creyendo en ti mismo como única referencia, el murmurador es un idolatra y se revela en contra de los demás con su posición, todos somos débiles y estamos llamados a ayudarnos, levantarnos, amarnos, perdonarnos y mostrar misericordia a nuestro prójimo.

Al juzgar a otro te condenas a ti mismo, pues el pecado es juzgar, estás sometiendo a tu prójimo al ridículo, no lo estás respetando, ni atendiendo para que puedas escuchar una palabra de ayuda para que sea sanado, debemos aprender a vivir una vida sin juzgar a los demás, porque a veces el problema no es el otro, sino que nos juzgamos a nosotros mismos y reflejamos eso en los demás.

Poco a poco el Señor va haciendo en la vida de las personas, debemos crecer como una unidad espiritual en Cristo Jesús, para que el Señor nos corrija, dependiendo del cómo y el para qué, Dios nos enseña a ser inexcusable. Cuando cometemos errores es importante confesar el pecado, porque si lo confesamos Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad, pero si esto es genuino y sincero.

Las implicaciones son legales, el juicio de Dios es muerte ¿Por qué? Porque he decidido vivir una vida separada del Padre que es vida. Estamos en una sociedad que se está desmembrando, pues han vivido las cosas a su manera dando la espalda a Dios, es palabra de Dios que nos da a cada uno de nosotros, vivimos una vida llena de consecuencias de lo que hemos hecho, perdiendo los límites, es una deprimente realidad del ser humano, pero Pablo nos dice esto apropósito, para que no haya ni una persona que pueda decir que no necesita de la gracia de Dios, que no digan que son unos mejores que otros, ni que se llenen de soberbia juzgando a otros.

El apóstol nos lleva a pensar en nuestra realidad, nuestra fragilidad, y nos lleva a un lugar de arrepentimiento, a ser agradecidos que ante Su misericordia y bondad  hemos llegado a decir “Señor ayúdame”, Él extiende la mano y te dice ¡Ven! Quiero ayudarte, bendecirte, amarte, perdonarte, que seas mi hijo y mi Espíritu esté en tu vida y tengas poder para vivir una vida renovada. Aleluya.

Pastor Samuel Olson

Culto dominical 15 de febrero de 2015

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