Boletín 21 de febrero de 2016
¿Quieres fortalecerte en el Espíritu Santo?
Romanos 8:1-7 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.”
Pablo afirma sin titubear que en Cristo no tenemos condenación, el pecado fue vencido en la cruz por esto no tiene poder en nosotros, sin embargo hay una postura que se debe tomar y es vivir una vida verdadera en Cristo Jesús, es una disciplina necesaria para la maduración de la vida, primero estar en comunión con Él, aprender a orar, de manera que crezca una relación íntima, en segundo lugar, debemos asumir la Biblia como la Palabra de Dios que nos habla, nos forma, es una palabra que viene del Espíritu.
El cristiano debe mantenerse al día con la Palabra como guía para todos los ámbitos de la vida, el Espíritu nos da el poder para vivir, debemos dejar que crezca, ver la autoridad y el poder en nuestras vidas, ya no vivimos bajo la ley hemos pasado a ser libres del poder del pecado, esto no quiere decir que no cometamos errores sino que ya no somos esclavos de ellos, somos libres de la muerte eterna, recibimos la increíble promesa de redención en Cristo Jesús.
Dios nos ha dado a su hijo Jesús para vencer el pecado, de modo que si le recibimos y confiamos en Él ya no mora ese pecado sino su santo Espíritu, esto debe ser lo principal para un cristiano, es lo que nos fortalece en la prueba y nos ayuda a salir de la tentación, debes desear fortalecerte en el Espíritu Santo pues te da poder, es el Espíritu de Cristo que ha descendido para morar en nosotros.
Los que se dedican a los apetitos desenfrenados de la carne, es decir, la vida material de este mundo sólo piensan en eso, no piensan integralmente en las áreas de su vida, pero los que están en el Espíritu ven la vida de otra manera, tienen a Dios presente, su realidad es otra ¿Cuáles son tus valores morales? Porque aunque no lo veas todos tienen un basamento espiritual, el cual puede o no ser de Dios, eso le da significado a todo lo que hacemos.
Podemos vivir con los conceptos de Dios en nuestra vida o una vida egoísta llena de maldad, corrupción, cosas que van deteriorando al ser humano, esto se expresa en miedos, culpas, hostilidad y vacío, consecuencias de una vida dedicada a la carne en distintos aspectos, son vidas hostiles, llenas de resentimiento y amargura, estas cosas no llevan a una vida normal, terminan en autodestrucción.
El cristiano que vive desordenadamente a la larga va a justificar sus acciones, Dios rechaza a la persona que no se humilla delante de Él, el diseño que se da cuando se vive en la carne trae enemistad con Dios porque es una vida que no está sujeta a Él, no se nutre de su poder, pero el hombre que alimenta su vida de ese poder puede decir con toda convicción “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” obedece la dirección del Espíritu, vive en armonía y paz.
Pastor Samuel Olson
Culto dominical 14 de febrero de 2016