Boletín 12 de febrero de 2017
Salmo 27 “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado. Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a Jehová. Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí, y respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová; No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá. Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos. No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad. Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.”
David había sido un pastorcito en las colinas de Belén, y es llamado, ungido con aceite, aún un pastorcito, sin entender que pasaba, más adelante el pueblo está en guerra con los filisteos, Goliat les amenazaba, David sube a llevar comida a sus hermanos y se encuentra con un feo panorama, Saúl no sabía qué hacer y David llega con una gran confianza en Dios, no le importaba quien era Goliat, él sabía que Dios era más grande.
Goliat se burló pero él actuó en nombre de Dios, y lo mató, pasó de llevar comida a sus hermanos a ser el héroe, fue a casa con una nueva realidad en su vida, luego fue llamado a la corte del rey Saúl para cantarle, con su alabanza le quitó la depresión a Saúl ganándose el cariño de toda la corte, tanto que luego tuvo que huir de él, tuvo que esconderse, era un fugitivo, pero clamaba para poder ver la gloria de Dios de nuevo.
Clamar es parte de la vida del cristiano, hemos vivido momentos increíbles de fe, de alabanza y adoración pero suceden cosas que nos deprimen, nos entristecen, no perdemos la fe pero debemos luchar, en ese momento David escribió este salmo, donde inicia declarando que Jesús es luz y salvación, una luz y salvación que debemos buscar y cultivar a solas con Él, es necesario apartarse para que pueda ser como dice la Palabra “es una lámpara en mi camino”.
Si Él es mi luz y mi salvación ¿A quién voy a temer? Tengo una relación qué cultivar y no temer a nadie, si nos aferramos a su poder florecerá en nosotros, nos mostrará como caminar, no será nuestro poder sino el suyo, fortalecerá y guiará, no temeremos, nos mantendrá firmes, aunque se levanten guerras, no nos podrán destruir.
Cuando nos entregamos al Señor es nuestro deseo igual que el de David cuando dice “Que yo esté en la casa de Jehová todos los días”, queremos estar donde Dios está sea en el mar, la montaña o cualquier lugar, es nuestro anhelo estar donde Dios está todos los días de mi vida, para el que no está en Dios no es comprensible ¿Cómo es la hermosura de Dios?
Si la creación de Dios es hermosa, tanto que nos hace preguntarnos como lo hizo, vemos las estrellas, sentimos la brisa, nos embelesamos con las olas del mar y los animales que en ella están, vamos al Amazonas y es pura selva con hermosos ríos, si Dios lo hizo ¿Cómo será Él?
¡Qué anhelo estar en su presencia!
Pastor Samuel Olson
Culto dominical 5 de febrero de 2017