Una vida acorde a la carta magna
Éxodo 20:5-6 “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.”
Estos 10 mandamientos. Son la carta magna de todas las leyes, de donde se desprende la jurisprudencia de la humanidad, aún hoy es la base para la conducta humana, pues su Palabra es la que sostiene la creación e influye en toda la humanidad.
Es nuestro Dios, somos su pueblo, nos da unas leyes para tener una vida acorde a su voluntad, somos de Él y en Él encontramos nuestra existencia, es la vida de nuestra alma, nuestra iglesia, en Él tenemos libertad, pero para mantener una vida acorde nos da la carta magna, los 10 mandamientos, un sistema jurídico, ético, moral, basado en un Dios que no es humano, no se ve.
Hay una orden de parte de Dios, un mandamiento. No tendrás dioses ajenos ni tendrás imágenes de ninguna clase, se refiere a los elementos de culto que se vuelven deidad y se les rinde culto como a una deidad. Encontramos dos frases “los que me aborrecen”, que dan la espalda a Dios y “no guardan sus mandamientos”, a estos dice Dios los visitará hasta la tercera y cuarta generación.
El efecto de la maldad se expresa en familias, agrupaciones, si nuestros padres han sido malévolos y no nos apartamos de ello, lo copiamos, nos parece normal y no entendemos que puede haber otra conducta. Lo bueno es darse cuenta de que no tiene por qué ser así y pidiendo perdón a Dios, rindiéndonos a Él cortamos con esta conducta, tras su encuentro somos libres.
Y “los que me aman”, a estos hace misericordia, a aquellos que aman y guardan sus mandamientos, que son una forma de vivir, la misericordia de Dios se extiende los que le aman a Él, pero hay que amarlo a Él, no a otros dioses. En cada situación Él responde de acuerdo a la necesidad, no lo podemos limitar, ni controlar, Él es quien será en el momento apropiado, bendecirá con su mano fuerte que sostiene. Dice también: “no tomar el nombre de Dios en vano”, lo hemos hecho porque no hemos dado el lugar adecuado a Dios, así que no tomes el nombre de Dios en vano.
Pastor Samuel Olson
Culto dominical 02 de octubre de 2016