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Sal de tu sequía

Lilian-Apildain-1-300x168Jeremías 17:7-8 “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.

El profeta Jeremías hace referencia a este árbol que representa al Dios de toda esperanza, cuando dependemos de esta esperanza tenemos la seguridad y confianza que nos da equilibrio, que nos llena de vitalidad y no permite que la fe se agote, y aún en la prueba sabemos que nuestra vida está anclada en Él.

En los capítulos anteriores de Jeremías el pueblo vivía gran sequía y hambre, la tierra estaba agrietada porque hacía mucho que no llovía, los pastos estaban secos, dice la palabra que los animales abandonaban a sus crías porque no habían pastos para darles de comer. Una situación muy difícil de sequía. Hoy el hombre vive situaciones de sequía y hambre para que Dios muestre su gloria de una manera particular, para enseñarnos a confiar en Él.

Venezuela pasa por una época de sequía, tú y yo lo vivimos, pero nuestra esperanza gloriosa es que estamos viviendo el mejor momento de la historia porque Dios se está mostrando. Estamos siendo probados por la fe y para que haya respuesta de Dios primero somos quebrantados. Así como sucedió con el pueblo de Judá así hará con nosotros, este es el tiempo de Dios para el que le cree, y para que los demás conozcan de Él.

Estas buscando una respuesta de Dios, porque pasas una situación de sequía, pero Dios está obrando en tu sequía, en tu enfermedad, en tu situación, porque desde que mencionas su nombre el comienza a obrar milagros en la vida que cree en Él. Dios sigue siendo el Dios que da agua al sediento, dice la Palabra que las raíces nunca se secarán, porque Jesús es la fuente de agua viva, cuando esto sucede vemos Su gloria.

Estamos cimentados en una raíz que es Cristo, y cuando estamos cimentados en esa raíz tu situación siempre va a cambiar. En los tiempos de esclavitud le fue revelado a Moisés que sacaría al pueblo de esa esclavitud, a pesar de los obstáculos este hombre nunca perdió la esperanza, se mantuvo cimentado en el Gran Yo Soy que le dijo “Yo iré delante de ti, abriré el mar para que pasen en seco y llegar a la tierra donde fluye leche y miel”, para el humano es imposible que un pueblo pueda cruzar el mar, pero sucedió, y el pueblo pasó en seco.

¿Dónde están ancladas tus raíces? ¿Junto a las aguas donde tus raíces nunca se secan o sigues confiando en tu insuficiencia? Él sigue obrando, por lo tanto, no estamos solos. Si sientes que tus fuerzas se desvanecen por no ver la solución a tu necesidad, déjame decirte que Dios sigue siendo el árbol que junto a corrientes de agua su hoja nunca se secará porque la salvia que sustenta el árbol se llama Jesucristo, reinando en tu vida, en Venezuela, en las familias, en tu situación, Él sigue abriendo ese mar para que tu pases en seco. Tu vida será cambiada ¡Amen!

Ministra Lilian Apildain

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