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Levántate y Ponte en Medio

Jose Gregorio FerreiraLucas 6:8 y 10 Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie. Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada”.

Lo primero que le dice Jesús a éste hombre es  ¡Levántate!, ¿Qué pasa cuando te levantas? Cuando te levantas en la circunstancia en la que estás, observas todo desde otro punto de vista, al levantarte le dices “Señor aquí estoy”, uno se levanta para ser objeto receptor de la gracia y poder de Dios, para decirle “Estoy dispuesto a hacer lo que tu quieres”, le dices “Señor, aquí estoy yo”.

En el antiguo testamento Dios le dijo a Abraham “Levántate y ve por la tierra a lo ancho y largo porque a ti te la doy”, a Lot le dijo “Levántate y sal con tu familia porque voy a destruir este sitio”, el Señor le dijo a Agar “Levanta y alza a tu joven Ismael porque yo haré de él una gran nación”, el Señor dijo a Josué “Levántate y toma la tierra de Canaán, la tierra de leche y miel que yo te daré para que la poseas”, cuando Elías se ocultó en una cueva, el Señor se le acercó y le dijo “Levántate y vete a donde la viuda de Sarepta y yo ahí te voy a sustentar”, “Levántate y pregona arrepentimiento” le dijo Dios a Jonás para que lo hiciera, al paralítico le dijo Jesús “Levántate, toma tu cama y llévatela a tu casa”, a la hija de Jairo, un cuerpo lleno de muerte le dijo “niña a ti te digo, levántate” y cada vez que Dios te dice ¡Levántate! está esperando que tu hagas eso, dejes de sentir lástima por ti mismo y en medio de tu situación te levantes ante Él para que sus ojos se posen sobre ti.

La segunda frase que se le dice Jesús a este hombre que tiene la mano seca  es “Ponte en medio”. Cuando uno se pone en medio de algo uno se convierte en la médula, el núcleo de la circunstancia en la que Dios va a actuar, cuando uno está en el centro uno se convierte en el centro del poder de Dios, para que todo el que vea y te conozca sepa que quien hizo eso en tu vida no fue otro sino Dios. Cuando tú te paras en el medio de tu circunstancia le estás diciendo a las personas: “Vean lo que está sucediendo en mi vida, entiendan y deduzcan que esto no es otra cosa que la mano de Dios sobre mí, soy testimonio vivo de que Dios existe, que es, y nunca dejará de ser”.

Dios le dijo a Moisés “Pon el pueblo en medio del mar rojo”, y el pueblo al lanzarse en medio del mar, el mar se abrió y anduvieron allí en seco, si lo hizo con ellos, también puede tomar tu vida y hacerte cruzar en seco en la victoria de Dios.

¡Levántate! ¡Ponte en medio! Y lo tercero fue ¡Extiende tus manos! Cuando tu extiendes tus manos, lo haces para pedir perdón y misericordia, lo hacemos para indicar que yo no puedo hacer nada pero tu puedes hacer todo en mi vida, para decirle “Me rindo ante ti, ven con tu gloria inmensa, actúa tú porque yo no lo puedo hacer”. Cuando extendemos las manos es porque creemos que Él hará prodigios, porque impartirá el don de su Espíritu Santo y hará estremecer hasta la médula misma de nuestra existencia.

Moisés extendió sus manos y todas las aguas de Egipto se convirtieron en sangre, volvió a extender sus manos y salieron multitud de ranas en Egipto, extendió sus manos y cayó granizo, extendió sus manos, se hicieron tinieblas, en medio de la batalla extendía sus manos y ganaban, a este hombre Jesús le dijo “Extiende tu mano” y su mano fue restaurada.

Entienda bien pueblo, cuando te levantas, cuando te pones al medio y extiendes tus manos, cosas suceden, cuando las extiendes en la dirección correcta el cielo se estremece, retumban las nubes, los ángeles se mueven y el viento recio de su presencia cae, se desploma, imparte del poder de su gracia en medio de nosotros, Dios te está llamando y te está diciendo ¿Hasta cuándo? Es tiempo de que te levantes y te pares firme, en medio aquí conmigo, deja de levantar tus manos hacia otra dirección, ¡Levántate, ponte en medio y extiende tus manos hacia el único que puede! Y aunque otros no te tocaren, ten la seguridad que Dios si te tocará y cambiará tu situación de muerte a vida.

 Oración: Padre, en el nombre de Jesús, que tu accionar y tu presencia sople con el aliento de tu gracia  y éste sea como una ola del mar sobre ellos, que vengas con poder sobre cada vida. ¡Amen!    

 José Gregorio Ferreira 

Culto de Ministración del Espíritu Santo

20 de Mayo de 2014

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