La Sal del Espíritu Santo
Hay algunas situaciones que todos enfrentamos, muchas veces he enfrentado situaciones en las que simplemente no veo los resultados, no encuentro salida a ciertas cosas que me han pasado, digamos que sé cual es el problema, tengo identificada la situación, sin embargo no se como llegar a la raíz del asunto, a lo que produce el malestar, a veces tengo la frustración de que las cosas siguen igual y la situación me sigue molestando, buscando cambios en la vida, cambios de conductas, de actitudes y las cosas parece que se arreglarán temporalmente pero vuelve a suceder, ¿seré sólo yo?, son cosas que nos pasan día a día y yo quiero compartir contigo una acción del Espíritu Santo, porque creo que el Espíritu Santo quiere entrar en lo mas profundo de tu corazón y entrar a lo más profundo de tu voluntad y tomar aquello que está allí que hace nudo en nuestra alma, que hace nudo en nuestro espíritu y que nos enferma, y nos mata.
Dios es bueno, y sabe nuestra situación, conoce lo que estamos pasando y por eso nos dejó en las escrituras enseñanzas que nos pueden ayudar a solucionar estas cosas y quiero leer 2da. de Reyes 2, Dios sabía de los habitantes de Jericó, que estaban pasando una situación bien difícil que se le presenta a Eliseo, un problema al que no encontraban solución, pero Dios tenía la palabra para Eliseo, 2da. de Reyes 2:19-22 “Y los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en donde está colocada esta ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra es estéril. Entonces él dijo: Traedme una vasija nueva, y poned en ella sal. Y se la trajeron. Y saliendo él a los manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad. Y fueron sanas las aguas hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo”.
La situación es sencilla de entender, Eliseo estaba en la ciudad de Jericó, estando allí la gente tenía un problema y le plantean la situación aprovechando su visita, “las aguas son malas”, por lo tanto la tierra no era productiva, no le estaban pidiendo una solución necesariamente, y muchas veces nos pasa así, nos vemos bien, tenemos una buena actitud, tenemos una buena posición, un buen trabajo, incluso un buen ministerio y una buena familia, las cosas se ven bien, pero hay cosas que no producen el resultado que estamos esperando, hay cosas desajustadas que debemos arreglar, hay algo en la raíz que no está bien, las aguas son malas, ¿Qué hace Eliseo?, el pudo consultar a Dios, Eliseo busca una solución sencilla, dice búsquenme una vasija nueva, no contaminada, y a esa vasija nueva pónganle sal, y dice la escritura que Eliseo fue hasta las fuentes de las aguas, hasta donde estaba el manantial, las aguas eran malas pero dijo llévenme a la raíz del asunto, a donde mana el líquido, y entonces Eliseo vierte la sal y dicen las escrituras que las aguas fueron sanadas a partir de ese momento.
Hay situaciones en nuestra vida que no se resuelven con acciones externas, necesitamos que el Espíritu Santo meta su sal, vierta la sal que es la palabra y el Espíritu en la raíz del asunto, que toque lo mas profundo, y ahí hay verdadera sanidad, comienza a operarse sanidad desde lo mas profundo de nuestro ser, y todas aquellas cosas que nosotros arrastramos producto de situaciones de pecado, de malas conductas, de amarguras, de malas actitudes, todas estas cosas se queman ante la sal del Espíritu Santo, así que no se trata de corregir lo externo, necesitamos que se sanen los manantiales de nuestra vida. Cuando esa sal queme el espíritu, muchas cosas cambiarán porque cuando Dios sana el corazón, lo sana permanentemente y dice la palabra que nunca más será en ella causa de enfermedad y de muerte, nunca más, por causa de algo que no esté bien dentro del corazón. “Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de vida” Proverbios 4:23.
Céntrate en el nombre de Cristo, Cristo, Poderoso nombre, nombre como no hay otro nombre, nombre ante el cual se doblará toda rodilla, Cristo, Jesucristo, Nombre glorioso, es el nombre majestuoso y en el nombre de Jesús los cuerpos se sanan, los corazones son restaurados, el alma se libera ante el glorioso nombre de Cristo, exaltamos a Cristo, elevamos a Cristo, y a ti Cristo queremos ver, bienvenido Cristo, poderoso Cristo, te amamos Jesús.
Renzo Salazar
Culto de Ministración del Espíritu Santo
22 de Abril de 2014