Él sigue siendo nuestra esperanza
Salmo 34:19 “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová.”
“De todas ellas le librará Jehová” Alabado sea, el futuro de tu historia personal allí donde estás está envuelto en la presencia de Dios desde el principio hasta el final, de manera que hay un pero condicionado porque para que todo esto acontezca hay que creerle a Dios, hay que aferrarse a Él, hay que creerle de una manera profunda, sincera, donde no podemos cambiar, no podemos temblar porque si le estamos creyendo a Dios aunque vea los tiempos al revés, aunque todo sea confuso y te sientas sólo, hay que creerle a Dios.
Hay situaciones que en este tiempo están atacando al pueblo de Dios, y esas situaciones específicas que voy a reseñar seguramente te identifiquen, la primera es la incredulidad que juega un papel de confusión que lleva hasta la desobediencia, la incredulidad trae desesperación, el temor juega con la mente y lleva a la duda, haciendo que muchas veces no recibamos la bendición que está allí para ser entregada pues estamos dudando lo que Dios puede hacer, Él te invita hoy a creerle más.
Un poeta ruso en una oportunidad definió la vida como un arcoíris con degradación de colores, un arcoíris en el cual está el color negro, que puede representar en este momento las aflicciones y desesperaciones que nos desestabilizan, todo lo que vivimos en este tiempo de escasez y hambruna, pero no podemos olvidar que es el mismo arcoíris que creó Dios para dar respuesta a su pueblo.
Salmo 34:4-6 “Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias.”
Lo primero que hizo fue poner sus ojos en el Señor, sus rostros no fueron avergonzados pues ese Dios tiene tu historia personal presente y está actuando, es su gracia la que nos llama a su gloria eterna, pero al enfrentarnos a las circunstancias que el mundo ofrece muestra sus promesas divinas y nos lleva a aumentar nuestra fe y poner nuestra mirada en ese Dios maravilloso que llena de fe y esperanza.
Cuando el salmista se encontró en estas situaciones vivía en desilusiones, temores, tristeza, muchas aflicciones pero cada una de ellas lo llevó a apegarse al Señor porque Él es la única respuesta para tu vida, Él sigue siendo nuestra respuesta, cuando el pueblo de Dios confía no es desamparado, ese Dios de respuesta te dice hoy: No temas.
Dios te invita hoy a que puedas aumentar tu fe más aun de lo que Él te ha dado, hay que creer en ese Dios maravilloso que no ha cortado su mano y siempre se hace presente.
Lílian Apildaín
Culto de ministración del Espíritu Santo 16 de agosto de 2016
