El lugar de la voz de Dios
1 de Corintios 6:19 “ ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”
Di conmigo “Soy templo del Espíritu Santo” en ti habita el Espíritu Santo, que creó los cielos, la tierra, el firmamento y todo lo que ha sido descubierto y está por descubrirse, no eres un accidente de la naturaleza, no eres una casualidad de la vida, somos templo del Espíritu Santo, eso nos eleva a un nivel de responsabilidad que exige que demos gloria a Él.
En Mateo 21:12 dice “Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas”, este verso debe ser un ejemplo de lo que debe pasar en nuestros corazones al pasar a ser templos del Espíritu Santo, en nuestros corazones hay cosas que entorpecen el escuchar la voz de Dios.
En el pasaje vemos que Jesús estaba dispuesto a dar palabra cuando iba al templo, pero al llegar encontró lo que conocemos como un mercado persa, una serie de puestos uno al lado del otro, donde se ofrecía cambio de moneda, ventas de animales y la competencia se hacía a gritos, era un escándalo lo que había, muchas veces en nuestro corazón lo que tenemos es un mercado persa, un montón de voces que no permiten que escuchemos la voz del Señor.
Si tu templo lo alimentas con cosas inadecuadas tu corazón no tendrá luz, aun siendo morada del Espíritu Santo, no le estarás dando el lugar que Dios merece, a eso hay que agregarle la voz de nuestros problemas del día a día, que tampoco nos permiten escuchar la voz del Padre, el Señor está a tu lado diciéndote: Yo soy tu Dios, pero escuchamos cualquier otra cosa, pídele a Dios que así como quitó las mesas del templo, quite las voces que no te permiten escucharle.
El Señor es el dueño de tu corazón, permítele obrar y cambiar las cosas que están en tu mente y perturban, la primera batalla está en la mente, no llames a tus problemas por su nombre, di tengo esta situación que está vencida en el nombre de Jesús, porque has entregado tu corazón a Jesús y de ahora en adelante vives en su voluntad.
“Todo lo que pidas en oración creyendo, lo recibiréis”, tu Dios suplirá todo lo que necesites conforme a su voluntad, pero debes escuchar la voz de Dios, permite que pueda entrar en tu corazón y quitar cualquier atadura que tengas para que puedas ver la gloria de Dios, hoy es el día para que decidas cambiar tu vida con la presencia de Jesús.
Hno. José Luis Woodberry
Culto de ministración del Espíritu Santo 15 de septiembre de 2015
