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Domingo 25 de octubre de 2015

Boletin 25-10Sometidos al señorío de Cristo

Romanos 6:14-18 “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.”

Cuando llegamos a Cristo hay un cambio en la vida, todos los aspectos de esta pueden tener otra transcendencia, pasamos de estar bajo la ley a vivir bajo la gracia de Dios, nada te podía salvar pero Jesús tomó lugar en la cruz por ti para darte su salvación, destruyendo el imperio de la muerte y creándote de nuevo, es literalmente un antes y un después de Cristo, naces de nuevo en Él y te perfeccionará hasta el día en que vuelva si vives en Dios.

Pero ¿Qué significa vivir para Dios? Primeramente, significa vivir para Él y a partir de ese momento todas las dimensiones de la vida son impactadas por Dios. Los pensamientos y los intereses, son transformados por su justicia y su verdad. Nuestra vocación se enfoca en el prisma de Dios, pues ya no estamos bajo la ley sino bajo la gracia de Dios y es así como el que tomó tu lugar en la cruz te redime ser hecho de nuevo en Cristo Jesús.

Es por su palabra y su Espíritu que se da una nueva creación, de tal manera que hay un antes y después de Cristo no sólo en la historia, sino en nuestras vidas, prometiendo perfeccionarnos hasta el día en que el vuelva. Debemos estudiar la palabra de Dios para que podamos encontrar todas las dimensiones del Padre.

El crecer en Cristo es una redimensión de la vida, es un constante desarrollo y crecimiento en el ser humano. Cuando decimos que sí a Jesús, estamos aceptando al Señor y comenzamos una vida de obediencia, nos sujetamos a su señorío porque entendemos que nos salvó por amor. Nuestra vida se revoluciona porque vemos la vida como la vio Él.

Dejamos el mundo para someternos a su autoridad, ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, por eso vivimos en obediencia, es una decisión, ser esclavo del pecado y la muerte o someterte al señorío de Cristo y obedecerle a Él haciendo de tu vida un instrumento de justicia ¿A quién obedeces? ¿A quién sigues? ¿Cuál es el Dios de tu vida? ¿Quién es el dueño de tu mente y ser? Son preguntas que hay que contestarlas, saber qué estás dispuesto a seguir.

Obedecer es un acto de voluntad, un acto que te da una visión de Dios te llena de vida y esperanza, te liberta del poder del pecado, eres una expresión humana de la justicia de Dios, tu vida debe ser un instrumento de justicia, tú puedes ser un instrumento de su justicia porque has sido llamado a ser su siervo.

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 18 de octubre de 2015

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