El desierto y la dependencia de Dios
Deuteronomio 8:2 “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.”
En la geografía el desierto es una región que se caracteriza por escasa pluviosidad, temperaturas extremos, frías o cálidas que hacen que las condiciones para la vida humana, vegetal o animal sean muy adversas, de allí podemos apreciar distintos tipos de desiertos, por lo general nos imaginamos desiertos como dunas pero si hay desiertos de temperaturas bajas. En un desierto son tan extremas las temperaturas que vegetación muy escasa puede estar allí, en el caso de temperaturas altas algunas alimañas, escorpiones y serpientes pueden sobrevivir.
¿En condiciones normales cómo sobrevive un pueblo en un desierto? ¿Cómo estuvo el pueblo 40 años caminando por el desierto? ¿Por qué anduvieron por el camino más largo? ¿Se equivocó Dios? No, Dios nunca se equivoca, Él conocía los corazones y quería trabajar con ese pueblo, necesitaba hacerlo, más adelante en Nehemías vemos cómo Esdras reconoce los pecados del pueblo de Israel, era evidente que el pueblo Hebreo no estaba entendiendo lo que Dios estaba haciendo.
Este pueblo no había tenido tiempo de conocer al Dios vivo, no existía relación, podían hablar con Él pero preferían que lo hiciera Moisés, siempre encontramos excusas para no hablar con Dios, ellos pecaron, ofendieron a Jehová, muchos de nosotros tenemos mucho tiempo en nuestros desiertos personales, Dios tiene que trabajar en estos desiertos, estamos allí para aprender, solemos pensar que el desierto es sólo para llevar golpes, no, cuando estamos bien nos olvidamos de orar, de buscar a Dios, pero cuando pasamos por un desierto, clamamos, Dios tiene que enseñarnos.
Cuando vemos sus promesas creemos que todo será color de rosa, pero no, Dios debe pasarnos por el crisol, cada vez que pasamos por un desierto Dios está allí, el problema es que no lo creemos, pero siempre desobedecemos, en muchas tribulaciones no entendemos por qué pasan las cosas, alégrate, porque Dios te está enseñando y algo bueno viene, su misericordia es la que te permite formarte.
Ten por seguro que en el desierto Dios no te va a dejar, Él es tu sustento, Dios con sus muchas misericordias no te va a abandonar en el desierto, a pesar de la infidelidad del pueblo envió su buen Espíritu, los sustentó 40 años y de ninguna cosa tuvieron necesidad ¿Hay alguna diferencia en estos tiempos? Nos ha dado promesa, así como le dio promesa a ese pueblo, somos pueblo adoptado, vivimos tiempos difíciles, de angustia, de quebranto, de escasez.
Muchos estamos pasando por desiertos morales, espirituales, sociales y económicos, no sé cuál es tu desierto pero Él sí, Él, que es tu sustento, tu provisión diaria, que mitiga tu fe, sana heridas morales, espirituales, el que levanta la columna de nube e ilumina tu camino de día y de noche, Dios, es el que te creó, créele, aprópiate de esas promesas que el Señor te ha dado, Él está pendiente hasta de los más pequeñitos detalles.
Es tiempos de desierto, de crisis, de escasez, es el Dios de los pequeños y grandes detalles, si hace cosas que parece triviales y banales ¿Cuánto más hará contigo? ¿Cuánto tiempo tienes pasando por el desierto? ¿Obedeces a tu Señor? No permitas que mueras en el desierto, deja que el Señor trabaje, necesita que le entregues su corazón, que le creas de manera absoluta, que le reconozcamos en absoluta dependencia, Venezuela necesita a Dios, sí, pero podemos ser luz en el nombre de Jesús.
Isabel de Zabala
Culto de ministración del Espíritu Santo 30 de Mayo de 2017