Domingo 22 de Marzo de 2015
¿Vives según los valores que has creído?
Romanos 2:17-24 “He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios, y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor, y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad. Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.”
Hay personas, sobretodo en el contexto de Pablo que creían que lo tenían todo, que no eran pecadores, él habla a los judíos pero esto también aplica para ti y para mí, todos los que estamos en Cristo somos hechos descendientes para alabanza de su gloria, Él nos guía en lo que es bueno para nuestras vidas.
Pero ¿Vives lo que enseñas? ¿Eres la luz que crees ser? ¿Eres justo para con los demás? En el texto el apóstol toca los puntos que normalmente mueven la conciencia del ser humano. La parte financiera, moral, y legal, en esta época de la historia, lo peor para un judío era ser idolatra, así que muchos llegaban a templos paganos y tomaban las imágenes, no para venerarlas, sino para destruirlas pero tomaban el oro, y las cosas de valor que estas poseían, tomaban lo que era sagrado para otros y lo guardaban para sí, contaminaban su vida espiritual y tarde o temprano terminaban enfermos.
¿Tienes tu hogar contaminado por algo que no es de Dios? Muchas veces queremos cosas que no nos pertenecen, rompemos y deshacemos lo sagrado, cometemos sacrilegio, vivimos buscando una salida, violamos la ley, o buscamos la vuelta para no hacer esto o aquello, la ética y la moral se han perdido. Como consecuencia, el nombre de Dios es blasfemado por nuestras acciones. Tenemos que preguntarnos quienes somos, a quién seguimos, ¿La interpretación que tengo de las cosas se convierten en conveniencia para mí?, ¿Está bien a los ojos de Dios? Es un camino difícil pero Dios bendice al justo, al que vive en la verdad.
La tribulación produce angustia, el alma que está pensando en lo eterno a nivel terrenal se aterra porque su vida se desintegre, la angustia es tan fuerte que les lleva al suicidio, no tiene futuro, ni certeza, ni seguridad, el que no sabe adónde va busca ayuda, descubre que debe sanarse, enfrentar su realidad, cuando el alma se enferma no sabemos qué hacer, pero es bíblico, el que persevera en el mal heredará la tribulación y la angustia para la eternidad, y se van a vivir de la misma manera por la eternidad, sin Dios.
¿Y los que no obedecieron su conciencia? ¿O tuvieron la oportunidad de creer y no lo hicieron? Aún en los lugares más lejanos Jesús ha aparecido al que está buscando su verdad, es una realidad espiritual, Él está buscando que te rindas a su voluntad, que seas salvo y tengas vida. La palabra te trae a la verdad para que puedas vivir en Cristo y para Cristo, ora así: Padre, enséñame la verdad, para vivirla y seguir a Jesucristo, alabo tu nombre para siempre.
Pastor Samuel Olson
Culto dominical 15 de marzo de 2015
