Domingo 2 de Noviembre de 2014
Salmos 8:3 “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste,” Dios no formó la tierra con sus manos, lo hizo con su palabra, entonces, ¿A qué se refiere el salmista aquí? David, hace uso de lo que hoy llamamos, antropomorfismo, utilizó la forma humana para dar a entender la grandeza de Dios, es algo que Dios acepta en nuestras alabanzas, esto nos da entender que la humildad de los que no conocen de teología son escuchados por Dios, porque Él no está mirando las palabras, está mirando el corazón.
Él no se equivoca. Cuando Dios te llamó fue para darte vida eterna, de manera que tenemos plena seguridad en Él, Salmos 8:4 “Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” Dios ha preparado un lugar más allá del sol para nosotros morar allí, el Señor nos viene a buscar y nos vamos con Él, siendo tan pequeños el Señor tuvo misericordia y nos marcó.
El Señor se ocupa de visitarnos a pesar de todas las cosas, ¿Quién es el hombre para que lo visites? Relata el nuevo testamento que Jesús caminaba y la gente se agolpaba a verlo, y había un hombre de baja estatura que para poder verle se sube a un árbol, para su sorpresa Jesús le pide que descienda y que era importante que el fuera a su casa ese mismo día, era un llamado, al llegar a su casa tuvo un toque divino y dijo: Si a alguno le debo, le daré cuatro veces lo que le debo, fue un cambio que produjo el Señor en Él, Dios quiere entrar en tu casa, te pide que desciendas del lugar donde estás, muchas veces tenemos un pedestal pero nuestra vida es pequeña y se reduce a nada.
¿Qué sucede con la persona cuando recibe a Cristo? Jesucristo entra a su corazón y cambia su mente, ahora no solamente nació, creció y morirá, sino que vuelve a nacer para vivir en la eternidad, suceden cosas, comienza una aventura. Entre Dios y nosotros hay una dimensión muy grande, incomparable, por eso el salmista se sorprende, pero Jesús nos enseña que Dios está interesado en nosotros, descubrimos cosas que no conocíamos como el Padre nuestro, hay muchos que no conocen a su padre, pero tenemos padre, somos hijos de Dios, Él es nuestro padre, bendito su nombre, bendito el Señor que abrió el camino.
Muchas veces desconocemos el privilegio de ser cristianos, mucho se ha perdido de la grandeza, hoy Jesucristo te acompaña, no es para el futuro, hoy Él está contigo, Dios es real, Cristo es real. Cuando el endemoniado gadareno vino a los pies de Jesús dice la Biblia que lo encontraron al día siguiente vestido y sentado, para poder estar sentados en su presencia debemos estar vestidos. Colosenses nos dice “vestíos del Señor Jesucristo”, eso es el amor, la convicción, la paz, Cristo está contigo todos los días.
Pastor René Castillo
Culto dominical 26 de Octubre de 2014