Domingo 12 de Octubre
Seamos siervos de Jesucristo
Hechos 20:1-6 “Después que cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos, y habiéndolos exhortado y abrazado, se despidió y salió para ir a Macedonia. Y después de recorrer aquellas regiones, y de exhortarles con abundancia de palabras, llegó a Grecia. Después de haber estado allí tres meses, y siéndole puestas asechanzas por los judíos para cuando se embarcase para Siria, tomó la decisión de volver por Macedonia. Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo. Estos, habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas. Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con ellos en Troas, donde nos quedamos siete días.”
Es el tercer viaje de Pablo, estaría allí 3 meses, lo recibe Gayo de Derbe, uno de sus amigos con quien no había caído en ningún tipo de enemistad o peleas, ahora, poniéndonos en el lugar de Pablo, ya había llenado todo el Asia de la palabra de Dios, había cumplido con todo el este de Italia, cada puerto, cada ciudad había recibido la predicación de la palabra, lo había llenado todo, había cumplido con parte de la comisión que le había sido delegada, estaba cansado, tenía marcas de todo su recorrido cuando fue azotado y apedreado, pero debía llegar aún a Jerusalén para entregar la ofrenda para los más pobres.
Pero le preocupaba que al llegar con la ofrenda para los judíos cristianos que venía de los gentiles cristianos, no le recibieran la ofrenda, el propósito de Pablo era que los judíos cristianos vieran como el amor de Dios se había derramado sobre los gentiles cristianos y que eran sus hermanos en Cristo que confiaron su vida a Dios, tenía que llegar allí, y luego decidir su nuevo rumbo, porque estaba consciente que no había llegado al resto del mundo, quería predicar en España, en Italia y quizás Irlanda.
Primero debía entregar la ofrenda, y pasar por Roma, sin embargo no iba a establecer una iglesia en Roma porque ya había creyentes, quería bendecir y fortalecer a estos hermanos, para anteceder su llegada escribe la carta de Romanos, una carta tan poderosa que muchos hombres de fe al oír la carta han sido transformados. Al escribir esta carta la enrolla y se lo da a una diaconisa que la lleva a Roma, preparando el camino para bendecirles con su llegada.
E inicia así Romanos 1:1 “Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios” el deseo de Pablo era que al abrir la carta lo primero que leyeran fuera Pablo, y tener claro quien escribe, ¿Qué sería de Roma sin Pedro ni Pablo? Retrocedamos un poco y recordemos ¿Qué pasó el día de Pentecostés? Miles de personas del Asia llegaron para celebrar la pascua, toda esta gente en Jerusalén y luego de 10 días unánimes se derrama el Espíritu Santo, comienzan a hablar en lenguas y la gente se sorprende al entender el anunciamiento del evangelio de Cristo y que les podían entender.
Luego Pedro realiza el primer sermón que está al comienzo de Hechos, inspirado por el Espíritu Santo, y cuando terminó de predicar 3.000 personas confesaron a Cristo como Señor y Salvador, se bautizaron y fueron llenos del Espíritu Santo, luego de esto estuvieron en comunión, se quedaron allí, luego se devuelven a sus ciudades y los que fueron a Roma se congregaban en las casas, tomaban la cena, estudiaban la palabra y venían predicadores de todo el medio oriente para fortalecerles en la palabra, a ellos quería llegar Pablo.
“Siervo de Jesucristo” siervo representa esclavo, que está al servicio de un dueño, de Jesucristo, para ser siervos representa que mi mente, mis sentimientos, mi conducta, mis decisiones deben ser las de Jesucristo, ya no vivo yo más vive Cristo en mí, esclavo de Jesucristo, Señor y Salvador. ¿Quieres ser esclavo de Jesucristo?
Pastor Samuel Olson
Culto Dominical 5 de Octubre de 2014
