Día 2
La palabra que estamos desarrollando se encuentra en Isaías 44:3-4 “mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; y brotaran entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas”
Mi Espíritu derramaré sobre tu generación
Dios no retarda su promesa (2 Pedro 3:9), El ha prometido que derramará su Espíritu Santo sobre tu generación, no va a ser dentro de 100 años o hace 100 años es ahora que lo va a hacer, eso nos alienta dado que no estamos solos, no debemos esperar un avivamiento donde se manifieste la presencia de Dios para vivir en lo sobrenatural, antes bien debemos andar continuamente en su presencia haciendo nuestra esta promesa y siendo nosotros el avivamiento.
Debemos reconocer que la infinita bondad de Dios día tras día nos cubre, de lo contrario ya hubiésemos sido consumidos, el verdadero avivamiento no ocurre como un hecho aislado o repentino, el avivamiento es la suma del reconocimiento individual de la obra poderosa del Espíritu Santo en cada vida de cada creyente, es allí cuando aprendemos a vivir por fe y para fe, ya El Señor dijo que va a derramar de su Espíritu sobre nosotros, es el momento de hacer esa promesa nuestra.
En esta semana de oración debemos actuar por fe, creyendo que ya el avivamiento está en medio nuestro y ese avivamiento es Cristo en nosotros la esperanza de gloria, oremos para no seguir orando porque ocurra algo sobrenatural sino que andemos en lo sobrenatural producto de un derramamiento del Espíritu Santo que ya nos fue dado, anhelamos eso con fervor.
