Esto también pasará
Cantar de los Cantares 2:10-14 “Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. La higuera ha echado sus higos, las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.”
¿Quién puede callar delante de su presencia? Seguramente nuestra vida está muy atribulada por distintas razones, pero la alabanza nos desconecta de eso que perturba nuestra vida, nos conecta con lo sobrenatural.
Hay un principio bíblico que todo cristiano nacido de nuevo debe saber, y es que de la misma manera que hay estaciones climáticas, existen estaciones espirituales, en invierno sabemos que en el algún momento llegará el verano, ningún invierno es eterno. Quizás viniste en un invierno espiritual, donde todo es seco, pero hoy te digo que el verano viene. Vienen cambios, esto no es permanente, hay un tiempo de postración, tiempos donde vienen problemas y desencantos, pero no es permanente, esto también pasará.
Cuando vamos a las escrituras nos damos cuenta que la mayoría de las veces todos los que están en la Biblia pasaron por momentos difíciles. Imaginemos que Noé haya pensado que viviría toda la vida en medio de un diluvio, pero, él sabía que iba a cambiar ¿Cómo? Dios se lo dijo. Imaginemos que José hubiera estado en la cárcel pensando que estaría allí toda su vida, se habría quedado en una esquina a echarse a morir, pero José sabía lo que pasaría porque Dios se lo había revelado en sueños. Muchas veces pensamos que los problemas, las situaciones y las crisis que pasamos son eternas, no creas que eso es así, no trates de convencerte de que lo que te sucede es permanente.
¿Qué pasó con Rut? Tenía una familia que vivía feliz y vino la crisis, y de esa crisis quedaron 3 mujeres, y en medio de la crisis, Noemí les dice a las 2 mujeres: esto terminó, hasta pidió que no le llamaran Noemí que significaba felicidad. Se sentí vacía, había perdido todo, asumió la identidad de su desgracia, se rindió, no pensaba que era algo temporal, pensó que era permanente. Ese es el peligro cuando no entendemos que las cosas van a cambiar, ¿Cómo termina el libro de Rut? Dándose cuenta que vino el soberano por ella, la bendición, la felicidad.
Tienes que empezar a vivir, a entender que las lluvias se van y vienen las alabanzas y el baile, no podemos vivir en la angustia, no somos como la gente del mundo, tenemos la mente de Cristo. ¿Por qué Jesús pudo atravesar lo que vivió en Getsemaní? Porque tenía su mirada en lo que venía después, pongamos nuestra mirada en lo que viene para Venezuela, seremos testigos de la bendición que Dios tiene para esta nación.
De haberle preguntado a Moisés como saldría el pueblo no hubiese sabido qué responder, hasta el mar se abrió para que pasaran. Josué no sabía cómo pasaría el Jordán, pero Dios le secó el mar para pasar en seco. De haberle preguntado a los discípulos que pasaría al morir Jesús no habrían dicho que resucitaría, así como lo hizo. Por eso, en medio de todas tus dudas Él te dice: ¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios? Cree en lo que Él te dice, dale gracias y confía con seguridad de lo que va a hacer con tu vida, con tu familia, aún en la particular situación que estás viviendo, pues ha dicho que si creemos veremos su gloria.
Luis Freites
Culto de ministración del Espíritu Santo 25 de julio de 2017