Domingo 9 de Agosto de 2015
Nuestra esperanza no nos defrauda
Romanos 5:1-6 “En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y no sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado. A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados.”
En las tribulaciones se forma nuestro carácter, vemos si las virtudes del Espíritu y podemos probar que Dios es fiel, la esperanza de lo eterno me fortalece, tengo un futuro seguro creyendo que me encontraré con Él cara a cara.En la carta a los romanos, Pablo aun estando en la cárcel no se avergonzaba del evangelio, pues sabía en quien creía, su vida estaba depositada en la obra de la cruz del calvario y moraría en gloria por la eternidad.
La esperanza no avergüenza porque Dios es fiel y su amor ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo.Nuestra vida pasada sin Él está lleno de odio, de depresiones, dan ganas hasta de morirse, uno vive o compitiendo, o peleando, en relaciones conflictivas, pero una vez que conocemos a Cristo algo ocurre, su presencia se hace real, de modo que ya hoy eres una nueva creatura, cuyo fundamento es Dios quien es amor, ese amor no se separa del hecho que su Espíritu es derramado en nosotros, no es una teoría, es una realidad.
¿Amas? ¿Has conocido el amor de Dios? Contéstate a ti mismo, ¿Has conocido el amor de Dios? ¿Ha sido derramado y sigue siendo derramado su amor a plenitud? Si tu respuesta es no, pídele al Señor que derrame su amor en ti, necesitas una dosis de amor, tienes que buscar, es una acción que sólo puede hacer el Espíritu Santo, a veces pasamos por situaciones tan difíciles que creemos que no podemos amar, donde la dureza del corazón permanece aun cuando hemos creído, si es así ponte de rodillas delante de Dios para que Dios derrita cualquier dureza de tu corazón.
El amor de Dios ha sido derramado en todo mi ser, mi forma de sentir, de pensar, mi forma de vivir, por esto el cambio y la transformación es paulatina y real, es una acción constante del Espíritu Santo que nos ha sido dado, sin el Espíritu Santo no podemos pasar por la tribulación sin poder regocijarnos, todos hemos sido llamados, quizás sin darnos cuenta, eso fue un acto del Espíritu Santo para que pudiéramos ser hechos hijos de Dios.
El Espíritu Santo como un imán nos hala hacia Jesús, nos lleva a la convicción de que Cristo es el salvador de nuestra vida.Hay un proceso en que el Espíritu nos va madurando, purificando, transformando haciendo que podamos resistir en los tiempos difíciles, cambia los ideales y deseos de nuestra vida, nos guía por sendas de justicia, de tal manera amas que puedes ver cada tribulación y podamos ver en mi sus acciones, expectativas y manera de ser de Cristo en mi vida.
Pastor Samuel Olson
Culto dominical 2 de Agosto de 2015