Domingo 1 de febrero de 2015
Una fe firme
El signo de nuestro tiempo es el temor, es una interpretación lógica de la realidad, la diferencia de la observación cristiana es el añadir a Dios en la ecuación, Él se hace presente, no deja a su pueblo sólo, en medio de las circunstancias está con nosotros, no lo sacamos de la ecuación, está muy presente.
Nos sentimos amados por el Señor, sostenidos por Él, con la seguridad de que nuestra situación no depende de las circunstancias, no somos nosotros el resultado de la circunstancia sino que somos llamados a fabricarlas, el tiempo presente demanda que estemos a la altura, que interpretemos la realidad cómo nos corresponde, el apóstol Pablo atravesó todo tipo de circunstancias, de tantas nos habla de una en particular que nos da un testimonio de compromiso, de su fe, de autenticidad cristiana, de una confianza decidida en el Señor acompañada de discernimiento del tiempo presente.
Este es el espejo de una sociedad, de una familia, de una vida, que parece un barco pero no lo es, relata la palabra Hechos 27, que Pablo estaba en un barco, camino a Italia, y se presentó una tempestad, Pablo advirtió de los peligros de la navegación, pero el centurión daba más crédito al piloto, y ocurrió que entraron en viento huracanado, en el cual pasaron días en oscuridad, perdiendo hasta la esperanza, entonces Pablo, luego de pasar días de oración exhortó a tener buen ánimo y les indicó que hacer para sobrevivir.
Este es el tipo de situación en la cual no escuchamos la voz expresada en palabras, y Dios busca la voz de la tragedia con el fin de que le escuchemos, Pablo se siente sin esperanzas, esta dificultad los toca a todos, sin embargo dice algo que no es presunción, sabía algo que no supo antes, era el resultado de la oración, de buscar a Dios en medio de la crisis, sentirse particularmente protegido y acompañado cuando como relata la Biblia no había estrellas en el cielo, había una oscuridad densa, hubo un liderazgo decisivo que cambió todo, ahora el mensaje era “no temas” en las realidades que podamos vivir “no temas”, es una expresión que está 365 veces en la Biblia, es una certeza que está en la palabra, Pablo va a entregar un mensaje de esperanza, somos llamados para llevar ese tipo de mensajes, mensajes que hacen diferencia, es una fe firme.
Esta historia es un espejo, es un contexto que llega al corazón de los creyentes, es un espejo para una nación, para una familia cuando se encuentra en una situación difícil, primero tenemos el testimonio de la conciencia, ¿Quién soy en el Señor? Venderé mis principios, me voy a adaptar a la situación o hablaré la palabra aunque esta sea incomoda, pero esto último era su deber, decir la palabra con humildad y mansedumbre.
Escuchamos más de lo que practicamos, debemos orar, la oración nos cambia, nos enseña, cuando Jesús veía las multitudes separadas y dispersas no nos mandó a evangelizar, dijo “oren al Señor de la mies para que envíe obreros”, nuestro corazón puede sensibilizarse al momento de la oración, nos transforma, creemos que la oración puede moldear nuestra historia, Dios ha ligado el cumplimiento de su voluntad a la oración del pueblo, Él quiere actuar pero en un sentido de cooperación.
Dios nos ha enseñado a orar persistentemente, es un ejercicio humano, el más importante de todos, Dios quiere hacer cosas nuevas en respuesta a tu oración, está esperándote en el lugar secreto, quiere que con confianza te acerques al trono, es tu padre y te ama. Es un testimonio de compromiso profético, la palabra de Dios dicha bajo la rectitud y comunión con el Señor son palabra viva y vivificante que toca la palabra y el Espíritu, tienes esa autoridad porque has sido llamado por Él, nos ha traído de tinieblas a luz admirable, cuando dice “no temas” tiene autoridad, es la palabra justa.
Este relato de Pablo es un testimonio de fe, de la comunicación de esperanza, vivimos realidades humanas, muchas difíciles, nada humano nos es ajeno, porque somos seres humanos, pero en Tesalonicenses somos exhortados a no entristecernos como el que no tiene esperanza, no es un llamado a no estar tristes, nos vamos a entristecer pero no como los desesperanzados, tenemos esperanza, algo más que lo visible, no vemos sólo lo terrenal.
Pablo vive la situación trágica junto con el resto de la tripulación pero su autoridad moral es una referencia, porque sin ser experto en navegación dijo las cosas cuando las tenía que decir, ganó autoridad, convirtiéndose en pastor de la tribulación, hay momentos críticos en los que sí mantienes el testimonio Dios entonces Dios va a afirmar tu liderazgo en el contexto en el que te encuentras, acompañando a los demás bajo la guía de Dios.
El testimonio de Pablo es un testimonio de confianza y contentamiento en el Señor, no es conformismo, ni irresponsabilidad, se trata de poder dar gracias al Señor cualesquiera sean las circunstancias, saber contentarme cuando tengo mucho o poco, ser fiel, amar al Señor cuando hay, y cuando no hay, poner al Señor en el primer lugar, entender que no es cultura cotidiana, ni moda de turno lo que me va a guiar, entender la utilidad de lo genuino de caminar con Dios.
Mateo 6:25“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
Ora así: Señor, te amo sobre todas las cosas, ayúdame a discernir el tiempo presente siendo fiel a ti en cada circunstancia, rindo ante ti mis cargas y ansiedades, lo pongo al pie de la cruz, fortalece mi fe ayúdame a comunicar a otros mi fe. Creo en tu resurrección, reconozco que te necesito, perdóname, quiero caminar contigo, confieso con mi boca y creo en mi corazón que Cristo es el Señor y deseo que tu Santo Espíritu more en mí, haz de mi la persona que tú quieres que sea, dame el regalo de tu salvación, quiere amarte y servirte, caminar contigo hoy y siempre. En el nombre de Jesús. Amen.
Pastor José Piñero
Culto dominical 25 de enero de 2015
