Dios habrá de escuchar tu clamor
Jonás 2:1-2, 7, 9-10 “Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste. Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo. Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová. Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.”
No sé el lugar en el que te encuentras, quizás algo te genera angustia, desesperación, dolor y no hay nada más difícil que orar en situaciones adversas, es como tener un peso tan grande que preferimos que otros oren por nosotros, lo cual no está mal, pero aprendemos de Jonás que más allá del lugar, la circunstancia, el momento, dice, de lo profundo de su ser “Oré al único Dios”, el único Dios que sin importar lo adverso del lugar tiene el poder para sacarnos de allí.
Fácilmente nos olvidamos de todo, pero nunca te permitas olvidar el lugar donde está la gracia, el poder, la presencia de Él, la angustia nos lleva a hacer cosas que no queremos hacer pero debemos tener memoria para acercarnos a aquel que tiene el poder para sacar tu vida del hoyo más grande que pueda haber ¿Crees que tu oración puede llegar a su santo templo?
“Más yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios” esto es saber que estamos en el hoyo, saber que estamos en la dificultad, saber que hemos caído en el lugar más duro pero en ese lugar ofrecer sacrificio, porque sabemos que la salvación viene de Jehová, y relata el pasaje que luego de esto salió del pez, salió de la angustia, en el lugar donde se encontraba el Señor le escuchó e hizo que saliera.
La palabra vómito es fea, pero así salió de allí, hoy tu dolor habrá de desaparecer, ese diagnóstico, esa relación turbia, ese caos económico, esa profundidad en la que sabes te encuentras, el Dios de ayer, hoy y siempre habrá de escuchar tu clamor y hará salir su bondad para darte su gracia redentora.
El poder de Dios es mayor que el momento que puedes estar viviendo, el pueblo de Dios tras 450 años de opresión clamó a Él y los escuchó, escuchó el llanto del hijo de Agar en el desierto, Dios puede escuchar tu clamor y sacarte de lo más profundo para hacerte libre, levanta tus brazos, no importa lo pesada que sea tu carga, dile al Señor: te adoro, te exalto, y deja que comience a llenarte para que esa carga se vaya en el nombre de Jesús, te sacará del lugar en el que estás para que puedas alabarle, glorificarle y dar testimonio de lo que ha hecho en ti.
Santiago Montero
Culto de ministración del Espíritu Santo