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Dios cumple su propósito

Génesis 37:4-8  “Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente. Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras.”

La travesía hacia el propósito estuvo muy marcadas por dos eventos muy significativos en la vida de José, el primero es la esclavitud, el orgulloso y preferido hijo de Jacob fue vendido por sus hermanos, ahora con grilletes en sus pies y un collar en su cuello iba rumbo a Egipto a otra cultura e idioma;, lleno de temor,  incertidumbre, dudas y tal vez preguntándose por qué, pero dicen las Escrituras que la mano de Dios estaba con Él, la vida siguió trascurriendo y a los 11 años siguientes fue apresado en la cárcel del Faraón, fue encerrado en un hogar maloliente enfrentando privaciones y restricciones.

¿Por qué? No había hecho nada meritorio, pero la mano de Dios estaba con él, la respuesta al por qué es cuando el Señor establece un propósito en alguien, es probable que experimente situaciones inexplicables porque muchas veces para llegar a destino el hombre necesita cambiar áreas de su vida para que pueda alinearse al plan trazado por Dios.

Tal vez estés viviendo eventos inesperados, eventos que producen resultados como los que vivió José, temor, angustia, impotencia, dudas; la actitud adecuada para enfrentarlos es postrarte ante el Señor diciéndole que no sabes lo que pasa, pero quieres ser un aliado y no un obstáculo en su propósito, pídele que haga su voluntad, en muchas situaciones, en la travesía encontramos con ciertas realidades, debemos escalar, los escalones pueden representar crecimiento, carácter, paciencia, comunión, dependencia, intimidad, y confianza.

Fueron 13 años, un tiempo en el que el Señor puso a prueba el carácter de José, fue liberado y puesto como administrador de Egipto, en 13 años José tuvo que trabajar, vivir experiencias fuertes, para alcanzar el propósito que Dios tenía para su vida, vivió situaciones extremas pero le creyó al Señor, a pesar de las dificultades sabía que la mano de Dios le acompañaba, y cuando atravesamos situaciones difíciles saber que Dios está delante de nosotros debe alentarnos lo suficiente para avanzar.

Tal vez  no tengamos el propósito que tuvo José, pero su propósito se va a cumplir en ti, hay propósito en tu vida, en tu familia, hay propósito en tu iglesia, en nuestro país, porque nuestro Dios es un Dios de propósito.

Hno. Wilmer Torres
Culto de ministración del Espíritu Santo 13 de junio de 2017

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