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Día 4 | Y miró Dios con agrado a Abel y a su ofrenda

 

Es una bendición seguir estudiando las escrituras en esta semana de oración, estamos analizando el texto que se encuentra en Génesis 4:3-5 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.

4Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda […]

Una de las cosas más asombrosas que existe es saber que Dios nos observa. Detengámonos a pensar en que el creador del universo, las estrellas y todo el firmamento se detiene a vernos eso es sencillamente increíble. Ahora pensemos en que ese grandioso Dios no solamente nos vea, sino que se agrade con nosotros, definitivamente sería la sensación más fantástica existente.

Abel acababa de presentar ante Dios la ofrenda de lo mejor que él tenía para dar, Dios se agrada de la ofrenda pero definitivamente se agrada por el corazón abierto y bondadoso de Abel, quien como vimos el día de ayer se dispuso a trabajar para ofrecer a Dios lo mejor.

Muchos de nosotros perdemos la perspectiva de a quien servimos, eso hace que caigamos en la desilusión o desesperanza, pero hoy les tengo una noticia, ¡Dios te ve! En cada cosa que haces, en cada aliento que das al agotado, en cada mano que tiendes al necesitado, toda la obra de tu mano y la intención de tu corazón si es guiada por el amor produce no solamente que Él Señor te vea, sino que se agrade de ti. No en vano la palabra nos exhorta a que todo lo que hagamos lo debemos hacer para El Señor (Colosenses 3:17) y con alegría porque nuestro Dios nos está observando y nosotros sus hijos queremos honrarle con nuestro servicio y dedicación a Él.

Oremos esta semana de oración para que en nosotros sus hijos sea derramado un corazón alegre y agradecido, que pueda hacer que Él se agrade de nosotros.