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De músico a adorador

Nuestra vida ha sido concebida con el fin de adorar a nuestro Padre Creador (Efesios 1:4-6). Para tal fin, incluso decidió Dios hacernos aceptos mediante el derramamiento de sangre de un inocente (Hebreos 9:22), Jesús El Mesías, su hijo; a través de quién además gozamos de la maravillosa esperanza eterna de vida infinita en su reino venidero.

Nuestra adoración y alabanza no se limita a cantos, expresiones musicales o artísticas, mas sí se refiere a una vida de consagración y dedicación a El Padre que como consecuencia produzca verdaderas acciones de adoración desde el espíritu (Juan 4:23-24), tal como lo vemos en la vida de David, quien expresó en uno de los salmos que escribió que solo deseaba contemplar la hermosura de la presencia de Jehová y meditar sobre Él en su templo (Salmos 27:4).

Como cristianos que hemos reconocido la aptitud y la unción de Dios en nosotros para desempeñarnos en la iglesia como músicos o cantores, debemos concentrarnos y enfocarnos en siempre procurar atraer toda la atención y gloria a El Padre mediante cada una de nuestras acciones y, por supuesto, durante la ejecución de nuestros ministerios. El mayor y más sublime ejemplo de adorador nos lo da Jesús, quien siempre procuró dar reconocimiento a El Padre: “Mi padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos” Juan 15:8.

Objetivo

La intención fundamental de esta enseñanza es resaltar, basándonos en ejemplos bíblicos, las características de un adorador de Dios como referencias inspiradas por el Espíritu Santo para revisar nuestras vidas personales como ministros. Así mismo, es imprescindible sentar las bases de nuestra esperanza eterna en Cristo, pues nuestra identidad es eterna y no terrenal.

Puntos a desarrollar

1. Presentación, testimonio y experiencias
2. Identidad en Cristo: somos lo que Dios dice que somos, coherederos. Ro. 8:14-17
3. Esperanza en Cristo: Su venida y reino. David expresa su esperanza futura Salmos 23:6; Ap. 5:5-10; Ap. 20:4; 1 Co. 2:9.
4. Fuimos hechos para adorar a Dios con todo cuanto hacemos, con nuestra vida Efesios 1:4-6. Fuimos hecho para servirle a Él en todo: oración, ayuno, meditación, acciones de gracias, servicio, etc.
5. Adoradores en espíritu y verdad: Jn 4:23-24; 1 Ts. 5:23
6. Asaf, músico levita: Sal. 73 abatido por la prosperidad de los impíos “hasta que entrando en el santuario”.
7. David: asesinato de Urías esposo de Betsabé Sal. 51
8. David: Persecusión en el desierto de Judá por Absalón Sal. 63
9. Elí, Ofni y Finees : Sacerdotes del templo 1 S. 1:3 vs Realidad de los hijos de Elí 1 S. 2:12
10. Sansón: vida con unción pero sin santidad Jue. 16:20 “no sabía que Jehová ya se había apartado de él”
11. Músicos ungidos: David en la corte de Sául 1 S. 16:14-23 (Jehová estaba con él). Eliseo pide un tañedor (músico) para buscar la voz de Dios 2 R 3:11-15
12. Ananías, Misael y Azarías: fe y convicción Dn. 3:15-18
13. Daniel: Vida de devoción Dn. 6:10 y Dios lo libró de la muerte en el foso
14. Clamor de David por conocer a Dios Sal. 27:4 Disciplinas oración, meditación. Bases de nuestra vida espiritual
15. Jesús es el más grande adorador y buscaba dar honra a El Padre: Jn. 15:8 ; Jn. 8:54; Jn. 10:37-38
16. Adoramos como un equipo: sujeción, respeto, amor; situaciones entre miembros del equipo de adoración; Nuevo Mandamiento Jn. 13:34-35
17. Deber de mejorar la calidad de mi aptitud musical: Col. 3:23-24
18. Sesión de preguntas
19. Tiempo de oración y adoración

Estrategia

El taller será expuesto de manera que se puedan resaltar características indispensables de un adorador/músico verdadero según lo describe la palara de Dios.

Durante la exposición del taller procuraremos la participación de los oyentes con el fin de conocer sus posiciones o experiencias particulares en relación a los puntos en desarrollo. Consideramos importante dar paso a una sección de preguntas al finalizar el taller para confirmar y afianzar valores o criterios dentro de los participantes. Así mismo, será el mejor cierre posible un breve tiempo de oración a Dios para pedir Su gracia y seguir siendo transformados en santidad para cumplir la tarea para la cual nos ha ungido. Audiencia Músicos, cantantes y personas interesadas en el ministerio musical, que sean cristianos y entiendan de parte de Dios que han sido encomendados por Dios para servir en esta área.

No hay cantidades mínimas o máximas de participantes consideradas.

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