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Cubiertos bajo su gracia

Salmo 91:1 “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.”

Toda crisis en nuestra vida como individuo, como familia, sociedad o nación siempre va a sacar dos cosas de nosotros, siempre va a descubrir dos grandes realidades, lo mejor o lo peor,  sale para mostrar que es lo que abunda en nuestro corazón, no hay crisis en la que esto no ocurra, enfermedad, problemas en el matrimonio, con los hijos, sin importar, la crisis sacará ambas cosas.

Pero en la Biblia nos dice que hará algo, su palabra dice que pondrá abrigo para que nos resguarde, y en el Salmo 91 nos dice que hará este abrigo; usamos abrigo cuando hace frío, en las noches heladas y oscuras, cuando llega el frío en nuestra vida producto de la crisis buscamos abrigo, refugio, la pregunta es ¿Te interpones a los obstáculos?

¿Crees que habitas al abrigo del Altísimo? ¿A dónde vas a buscar abrigo? ¿Bajo el cobijo de quién estás? El abrigo se reconoce por su textura, por el material qué está hecho, nylon, acrílico, algodón o lana, en medio de nuestra situación es importante saber de qué me estoy cubriendo.

Muchos se abrigan en la apariencia, el abrigo de la apariencia pesa mucho pero no quita el frío, es caro por la simple apariencia de imitar un buen componente de algodón y lana pero resulta que es pura fibra sintética y no produce lo que dice que va a producir.

Otro abrigo es el pesimismo, es el que nos dice es bueno, es bonito y es barato, pero ese abrigo se descose, se pone viejo, se ensucia y se mancha, luego está el abrigo de la imitación que sale muy caro, pero al lavar ese abrigo siempre pasa algo, se encoje, se destiñe, pero resulta que no tenemos cualquier abrigo, tenemos el abrigo del Altísimo, esa palabra usada allí en hebrero significa un lugar que te esconde, un lugar que te refugia, no hay un minuto del día en el que te encuentres fuera de Él, el abrigo del Altísimo siempre te tendrá bajo su sombra.

Dice el Salmo 91 que el abrigo del Altísimo te libra del lazo, de la peste, es tibio, no deja que entre el frío de la crisis, da amparo, quita el temor a la oscuridad, quita y elimina el peligro, no deja que entren plagas, no permite que llegue el desastre ni el terror nocturno, no permite que te toque pestilencia ni mortandad, cuando estamos en el abrigo del Altísimo esa fe al creer que está allí nos dice que no temeremos mal alguno.

El abrigo del altísimo es morada del lugar en el que habitamos, como estamos cubierto con Él todo lo que nos sobreviene no nos cae a nosotros, sino al abrigo, por lo que nos resbala lo que esté pasando, Dios te llama esta noche y te dice: Déjate acobijar, déjate cubrir en medio de tu crisis porque estando bajo mi cobijo eso no te tocará y sacaré lo peor de ti en tu crisis para que brille mi excelencia en ti y se sepa que Soy Yo y no hombre alguno.

Es tiempo de que reconozcamos que Jesús es nuestra esperanza, es nuestra coraza, en Él debemos confiar, pon en Él tu amor, invócale porque te va a responder, estaré contigo en la angustia y me glorificaré en medio de tus crisis, Él está en un presente continuo, hace hoy, mañana y siempre, mostrará su gloria en medio de tu situación, de tu crisis, en medio de toda situación se glorificará y saciará de larga vida mostrándote su salvación.

José Gregorio Ferreira
Culto de ministración del Espíritu Santo 4 de julio de 2017

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