Boletín 6 de Diciembre de 2015
La manifestación del poder de Dios
La pregunta que nos hacemos todos es ¿Hasta dónde puedo aguantar tantos problemas de la vida? ¿Será que no estoy en el plan de Dios? ¿Qué hacer como hombre de fe? ¿Cómo interpretar ciertos eventos de la vida? Algunas veces Dios permite situaciones pues quiere que crezcamos en fe y en esperanza, muchas vicisitudes son para enseñarnos a soportar y saber que Dios nos está guiando bajo un propósito, lo importante es caminar, crecer, asirse de su fuerza y su presencia.
Nos preguntamos ¿Qué va a suceder? Necesitamos buscar la manera de superar las situaciones que se nos presentan, no son situaciones fáciles, pero en Hechos 27 tenemos un ejemplo de Pablo, quien había decidido llegar a Jerusalén para continuar su camino a Roma, era un anhelo en su corazón, un deseo que Dios había puesto en su ser, sin embargo al llegar a Jerusalén fue apresado, pero siendo romano, decide apegarse a la ley del César, por lo cual se embarca hacia Roma, sin saber que vendría, igual que tú y yo cuando nos embarcamos en algo que no sabemos qué depara.
En la barca estaban los marineros, el piloto, el representante del César, Julio, los presos y los militares, 276 hombres en un solo barco camino al norte, al llegar a Sidón se le permitió a Pablo visitar a sus amistades, por lo cual visita a Lucas, quien era médico, no sabemos si padecía alguna enfermedad pero este apóstol le acompañaba, además estaba Aristarco que decidió servir en todo momento a Pablo, quería aprender y conocer sus enseñanzas, por estar el apóstol preso asumió legalmente la posición de esclavo, acompañándole hasta el día de su muerte.
Al llegar a un lugar llamado Gnido, se cargan con toneladas de trigo de Alejandría, para encontrarse en el camino con vientos contrarios ¿Qué hacer? Pablo era uno más de la barca, sin embargo junto con Lucas y Aristarco eran diferentes, eran hombres de fe, habían vientos fuertes, por lo cual Pablo sugiere quedarse en Buenos Puertos como leemos en Hechos 27:10-11 “diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras personas. Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía.” Pablo sabía lo que iba a pasar si seguían, perderían el cargamento, la nave sufriría y sus vidas estarían en peligro.
Cuando tomamos ciertas decisiones nos preguntamos si nos equivocamos, en el caso de Pablo estaba montado en la barca, estaba preso, por lo cual tenía que sujetarse a la autoridad, y se sujetaba porque sabía que Dios cumpliría su propósito, es importante que sepas que el Señor cumplirá sus propósitos en tu vida, irá delante de ti y aun cuando parezca que quizás cometiste un error o estás a la merced de los pensamientos de otros, Él enderezará tus pasos, irá delante de ti.
Llegó una brisa del sur y tanto el centurión como el piloto del barco pensaron que todo estaba bien y zarparon, pero al día siguiente llegó un huracán, llamado Euroclidón, que estremece el barco, tuvieron que amarrarlo todo, la barca estaba a punto de hacerse pedazos ¿Será tu vida igual? ¿Te sientes como que todo está apunto de venirse abajo? Todos nos preguntamos qué va a pasar, no parece que nada pueda enderezar la barca.
No había sol, no había estrellas, por ende no sabían dónde estaban, no había forma de entender los movimientos del mar, hay momentos en los que no nos queda más que confiar en que el Señor cumplirá su propósito y nos llevará a puerto seguro, en Hechos 27:20 “Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.” Lucas relata incluyéndose que no tenían esperanza de salvarse, ¿Te sientes así? ¿Sin salida, sin esperanza, sin manera de conseguir lo que necesitas?
En medio de todo Pablo, que oraba durante la situación relata Lucas en Hechos 27:21-24 “Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida. Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave. Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo. diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.”
¿Qué es más valioso para ti, la vida o la nave? ¿Puedes empezar de nuevo pesar del dolor y la dificultad? Ten buen ánimo porque no vas a morir, habrá oscuridad, hambre, frío, invierno, no habrá sol, ni luna, ni estrellas, serán tinieblas por doquier pero el ángel de Jehová estará contigo, no morirás ¿Puedes orar en las circunstancias más difíciles de tu vida y levantar tu plegaria ante este Dios que nos acompaña en todo momento?
Ese fue un momento en el que el centurión, el piloto y el resto de los 275 hombres que estaban en la barca no estaban en control, estaba en control el hombre de fe, dirigido por Dios, hay momentos en los que en medio de la circunstancia más difícil, debe levantarse el hombre que Dios ha puesto en el lugar y momento apropiado, para que ante la turbulencia, dé la directriz para salir de la situación, Pablo instruye que saltaran los que sabían nadar y el resto se tomaría de las tablas, pero todos se iban a salvar.
Al llegar a la isla, fueron todos convertidos, zarparon luego de que la obra estuvo hecha en ese lugar, yo te pregunto ahora ¿Qué haces en medio de las dificultades? ¿Te vas con la corriente y el montón de gente que no sabe qué hacer? O ¿Puedes mantenerte firme y oír la voz del Señor e impactar a los demás? Pablo supo esperar, tomar su lugar, pero también supo que tendría la palabra precisa en el momento esperado, sabía que en medio de todo esto se cumpliría la voluntad perfecta para el evangelio de Cristo, cuando no sabemos qué hacer es cuando se hace manifiesto el poder de Dios.
Pastor Samuel Olson
Culto dominical 29 de noviembre de 2015
