Boletín 29 de Noviembre de 2015
Romanos 7:6 “Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.”
Cristiano es aquel que se ha unido con Cristo en su muerte, sabe que el Señor vive en su vida, le ha creído y le sigue, como consecuencia el Espíritu Santo viene a morar en él y por eso puede considerarse libre de la ley, no siendo ésta mala o pecaminosa, sino sabiendo que ha comenzado en el creyente una nueva realidad, pues al creerle a Él es incorporado en su cuerpo y el Espíritu es el que dirige su vida.
Esto es muy distinto a vivir bajo el régimen de la letra, expresado en los primeros cinco libros de la ley, estas leyes son buenas, sagradas e interesantes, pero sólo la acción soberana y profunda del Espíritu de Dios puede transformar la vida de una persona, cuando le creemos somos lavados por la palabra renovando nuestras vidas.
Necesitamos nacer del Espíritu, antes vivíamos bajo la necesidad de agradar a Dios a través de la ley con los sacrificios, con los cultos, pues teníamos miedo de estar separados de Él por el pecado, pero ahora que has venido a los pies de Cristo sabes que no sólo murió por ti, sino que resucitó creando un cambio radical que te libra de la ley, ahora esa ley está en nuestros corazones pero vivimos bajo la dirección del Espíritu de Dios.
Cuando nos rendimos a Dios, la ley se instala en el corazón pero ahora camino con Él, porque vive en mí y mi andar es bajo su guía, lo importante es que sepamos que somos hijos de Él y le seguimos por el testimonio de su presencia en nuestras vidas, el mismo Espíritu que inspiró las tablas de la ley es el mismo que ahora mora en mí para darme dirección, cambiando mi vida dando frutos del Espíritu.
En la vida cristiana Pablo habla del testimonio que se expresa en nosotros, pues a través del testimonio se forja el carácter de Dios en nuestras vidas, allí vemos su fidelidad y misericordia, es un proceso en el que nos acostumbramos a su voz, es una obra del Señor, si somos genuinos con Él hay una transformación que nos lleva a cultivar los frutos del Espíritu que podemos leer en Gálatas 5.
Es una trasformación que te permite entender muchas cosas que antes no podías entender, era un velo que tenías en tus ojos espirituales, pero ahora en el mundo del Espíritu comenzamos a entender y conocer a Dios, muchas personas han escuchado de la Palabra por años pero hay un momento en el que se cae el velo y hay un entendimiento en las cosas de Dios, la motivación de esa vida cambia, quieres que tu vida agrade y glorifique a Dios.
La motivación de la vida ya no es cumplir una ley, ni hacer dinero, es amar a Dios sobre todas las cosas sabiendo que todo lo demás encuentra su lugar alrededor de eso, tenemos una relación personal con Él, nos referimos a Dios como nuestro padre, hay libertad, ya no hay temor, vives la vida en amor al Padre y puedes decirle Padre nuestro pues te adquirió a precio de sangre en la cruz del Calvario.
Repite esta oración: Padre, has venido a morar en mi vida, dirige mi vida por tu Espíritu, tu Palabra me guía y tu Espíritu le da fuerza a tu palabra, has cambiado la razón de ser de mi vida, mi razón de ser es amarte a ti, tu amor me envuelve, es ese amor que derramado en mi corazón me hace saber que yo soy tu hijo, adoptado por ti para caminar en ti todos los días de mi vida, alabado seas por siempre, Amén.
Pastor Samuel Olson
Culto dominical 15 de Noviembre de 2015