Boletín 10 de Abril de 2016
¿Cómo es tu relación con Dios?
¿Cómo mejorar nuestra relación con Dios? Como seres humanos siempre estamos buscando mejorar en todas las áreas: educación, física, carácter, espiritualidad, siempre queremos mejorar, lo normal es tratar de superarnos y seguir adelante, pero mejorar la relación con Dios no es tan sencillo, cuando queremos mejorar siempre nos toca mirar adelante y siempre pasa que en el camino vemos obstáculos y cuando hay obstáculos toca superarlos, ya sea saltando o haciéndose a un lado, pero los obstáculos que no nos permiten tener una mejor relación con Dios no siempre son visibles.
Primero es una decisión, darse cuenta que necesito una mejor relación con Dios, porque si no estamos tranquilos creyendo que nuestra conducta está bien, pero es necesario que estemos más en el Espíritu que en la carne, debemos aprender a mirar con los ojos espirituales. Un gran obstáculo es la culpa “Dios no me oye”, sentir que no somos suficientes, ni capaces, pero Él pagó nuestras culpas, nos ha libertado, muchos no lo creen, es una realidad que Jesús pagó un precio muy alto por el perdón de pecados.
La culpa afecta la autoestima, acentúan los complejos llevándonos a pensar cosas que no son. Somos pueblo adquirido por Dios, Él pagó el precio por amor a los hombres, por lo cual eres especial, somos especiales, si crees en Jesús, si naciste de nuevo eres un rey, una reina en el reino de Dios, no seas perseguidor, no mires lo que otros hacen, no juzgues porque te estás saboteando a ti mismo.
Saboteamos nuestra relación con Dios, creemos que por no hacer ciertas cosas ya Dios no nos quiere, creemos que por no orar cierta cantidad, no leer tantas veces, no asistir a ciertos cultos ya no tenemos relación con Dios, esto es religiosidad, no te debes sentir culpable, ni perseguir a otros, Dios te sigue amando, tu sabes lo que haces y lo que realmente piensas, dice Filipenses 3:13-14 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Cada día debemos arrepentirnos de lo que hacemos y seguir adelante.
Otro obstáculo, por lo general más escondido es la idolatría, muchos teníamos ídolos en nuestra vida anterior a Cristo, pero más dañina es la idolatría que tenemos en nuestro interior, que no es visible, Dios aborrece la idolatría, el primer mandamiento que leemos en Éxodo 20 es “no tendrás dioses ajenos delante de mí”, no debemos adorar a otras imágenes, porque somos su imagen, al tener otro Dios estamos diciendo: No importa que me hayas hecho, tengo otro dios, somos su templo, si no es nuestro Señor estamos desdeñando su templo.
Si honras y amas a Dios ante todas las cosas verás cómo se cumple lo que dice la Palabra “la oración del justo puede mucho”; la oración es importante porque a través de ella se hace guerra espiritual, la guerra que se gana en el verdadero terreno de victoria, para ti ¿Quién es más importante? Ese es tu ídolo. Nadie debe tomar el lugar de Dios, es una deshonra al Señor y no se le está agradando con eso.
¿De dónde vienen los ídolos? Dice Jeremías 17:9-10 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” De la abundancia del corazón, habla la boca, el Señor prueba nuestros corazones, no le honremos sólo de labios, es hora de arrepentirnos.
No es solamente obedecer, es estar dispuestos a entregar de verdad nuestros ídolos, nuestros corazones, nuestro país, nos cuesta pero si lo entregamos al Señor, Él sabrá, no tenemos que decirle que hacer ni cuando hacerlo, Él es el único Dios y no hay otro como Él, entreguémonos como su templo a Él, entreguemos nuestro país porque Él es nuestro único Salvador.
Nancy de Olson
Culto dominical 03 de abril de 2016
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