Boletín 18 de diciembre de 2016
Éxodo 20:13 “No matarás”
Una palabra tan sencilla, tan precisa, que no permite interpretaciones en sí misma, nace en el corazón de Dios, expresa su voluntad y por nacer en Él es una palabra eterna, no deja de ser por estar impresa en un libro, una palabra que sigue, es como las palabras que recuerdan a mamá y papá y aunque se hayan ido, sentimos que nos siguen hablando, nos recuerda a los que se nos ha dicho.
Esta palabra es la que sostiene toda la creación, es eterna, a lo largo del tiempo dice: No matarás, como es constante siempre resuena, como: No adulterarás, ni codiciarás, ni robarás, la Biblia es más que los 10 mandamientos habla de la palabra de Dios a través del tiempo y ¿Por qué Dios nos da esa palabra?
Pues el ser humano tiene una lucha constante, una lucha interna que lleva a conductas inapropiadas, destructivas, y eso está en una pugna constante, pero se va alumbrando con la luz del Eterno, y poco a poco no pesa tanto la maldad como antes, sube el nivel de nuestra nueva vida en Cristo Jesús.
Nos vestimos más y más de Él, por eso se ve más de Cristo en cada uno de nosotros a medida que nos dejamos llenar de Él, por ello esta es una palabra necesaria, necesitamos escuchar lo que Dios quiere de nosotros, en este caso en particular no quiere que matemos a nadie.
Esto no solamente en el acto de matar, sino en su mente y corazón, en el nuevo testamento Jesús se refiere a este mandamiento en Mateo 5:21-22 “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.”
Destruimos con la espada de la lengua y la abundancia de lo que tenemos en el corazón, Jesús nos apunta que el problema no es lo visible, sino lo que está dentro de tu corazón, es importante que se establezca su presencia, que seas perdonado, liberado, que su amor sane tu mente, tu alma y tu cuerpo y así vivir en relación sana con los demás, el Señor nos llama a una reconstrucción de la vida.
¿Por qué no matar? Porque nada nos da derecho de quitar una vida, porque termina una vida sin posibilidades de cambio, porque se incompletan las familias, es destructivo, el asesino queda al margen de la ley, separado de todo, la ley está para tener mejor vida, para vivir acorde a su voluntad.
Pastor Samuel Olson
Culto dominical 18 de diciembre de 2016