Las armas del cristiano
2 Corintios 10:4-5 “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”
La primera arma que Dios nos da es su nombre, que no es cualquier nombre, las escrituras dicen que su nombre vino del cielo, de la gloria, de la divinidad, fue puesto por el Dios mismo el nombre de Jesús, se le apareció a María diciéndole que era bendita entre todas las mujeres, bendito el fruto que llevaba en su vientre, que iba a concebir un hijo y su nombre sería Jesús, sanador, salvador, reconciliador, nombre sobretodo nombre, si necesitas un nombre para tu vida con fe invoca el nombre de Jesús y Él va a responder porque su nombre es divino.
Dicen las Escrituras, que Dios también lo exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobretodo nombre de la tierra, ante el nombre de Jesús se doblará toda rodilla y todo lo que está en los cielos, en la tierra, y debajo de la tierra, no hay nada que no se pueda sujetar al nombre de Jesús, además dijo: todo lo que pidieras en mi nombre yo lo haré, porque voy al Padre.
Dice la Palabra que se echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán en sus manos serpientes, tomarán cosas mortíferas y no les hará daño, pondrán manos sobre los enfermos y sanarán, su nombre tiene poder para sanar, no es la fuerza humana, no es el intelecto, es el nombre divino, la autoridad de su nombre va a producir el milagro, prepara tu corazón, no conozco tu condición pero cuando pases al altar y creas en su nombre, verás la gloria de Dios.
Su sangre es otra arma espiritual que da Dios a su pueblo, dicen las Escrituras que su sangre es preciosa, no es igual a nuestra sangre, vino del cielo, así como su nombre vino del cielo, su sangre también, fue Dios mismo humanándose, tenía un cuerpo humano, pero una sangre divina, es sobrenatural, producida por el mismo Señor en el vientre, por eso cuando necesitaban perdón o reconciliación, se rociaba el altar con la sangre de corderos, pero esa sangre no era preciosa, preciosa es la sangre del cordero que quita el pecado del mundo y te trae a reconciliación.
No sé cómo está tu vida con el Señor pero Él te invita a reconciliarte con su poder, Dios derramó esta sangre preciosa, gloriosa, Jesús fue colgado en el madero, destilando sangre, pero mientras estaba vivo no se había consumado el pacto, sus gotas caían al suelo, pero cuando Él murió fue sacrificado, Dios aceptó el sacrificio de su sangre preciosa, al momento del último aliento el velo fue rasgado y abrió un camino hacia el Padre, como cuando Jacob vio la escalera al cielo, en ese momento se abrió el camino al cielo, la tierra tembló y las rocas se partieron.
Él es santo, su nombre tiene poder, su sangre tiene poder, alaba su gloria porque Él está vivo, va a soplar sobre ti, sobre tu vida, tu hogar, tu familia, tu enfermedad, alaba su nombre.
Hno. Miguel Arroyo
Culto de ministración del Espíritu Santo 10 de mayo de 2016