Pon tu fe en Dios
Hebreos 11:1 “Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.”
La fe es una realidad que transversalidad nuestra vida, nuestra alma ¿En qué se sostiene esta convicción? ¿Qué te hace ir a tu lugar secreto y clamar? ¿Qué sostiene e impulsa tu fe? Eso que te hace pensar que algo va a ocurrir a tu favor y te lleva a buscar en oración,
En Lucas 22:41-42 dice “Entonces se separó de ellos a una buena distancia, se arrodilló y empezó a orar: Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya.” En estos versículos podemos ver que Jesús estaba siendo honesto con algo: quería hacer la voluntad de su Padre, pero algo dentro de Él le decía la evidencia de lo que iba a pasar.
En el mundo hay diferentes dioses que no están vivos, están muertos, dioses que no han hecho absolutamente nada por la humanidad, el enemigo no ha hecho nada en favor de la humanidad pero Jesús de Nazaret aquella madrugada estaba clamando para poder hacer su voluntad para que todos los que a Él miraren pudieran alcanzar la vida eterna.
Ese es el Cristo en el que nuestra fe debe estar fundamentada, cada vez que estés rogando por una petición recuerda que tu fe debe estar fundamentada en el rey que da vida, el que te dio la salvación y vida eterna, por el cual fueron creadas todas las cosas, hoy hay una palabra para nosotros, hay un Dios inmensamente grande, no hay nada que se compare a Él.
Dios te levantó en el momento crucial de tu vida, ese Cristo que estuvo de rodillas sabiendo a lo que se iba a enfrentar pero que quería hacer la voluntad del Padre, el llamado para nosotros es que veremos manifestada la gloria de Dios para nuestras vidas en la medida que queramos hacer la voluntad del Padre, esa fe se va a fortalecer, el mismo Espíritu Santo te va a permitir crecer en la fe y entonces entenderás la voluntad de Dios en tu vida.
Dios se ha movido en medio de nosotros, aunque no pueda tocarte ten la certeza de que el Espíritu Santo ha obrado hoy sobre ti, cosas extraordinaria ocurren cuando Dios está en medio de nosotros, pues Él alcanzó la victoria para ti y para mí y reina por los siglos de siglos. Amén.
Hno. Reinaldo Salazar
Culto de ministración del Espíritu Santo
1 de septiembre de 2015