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Domingo 2 de Agosto de 2015

Boletin 2-8Tu carácter se forja en la prueba

Romanos 5:5“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”

Tenemos paz para con Dios por medio de la obra mediadora de nuestro Señor Jesucristo y también tenemos entrada a la presencia de Dios por medio de la fe, gloriándonos en Él, de gloria en gloria, son las cosas que ocurren en nuestro andar con el Señor, estamos en nuestro caminar diario y de pronto algo sobrenatural sucede, es como entrar a una dimensión inesperada,  volvemos a nuestra vida normal pero sabemos que pasamos por una experiencia especial de la gloria de Dios.

Poco a poco veo como el Señor nos lleva a través de momentos increíbles que queremos vivir constantemente, pero en los momentos difíciles nos podemos aferrar en lo que el Señor en el pasado sabiendo que lo hará de nuevo en el futuro, momentos gloriosos como obra del Espíritu del Señor. Nuestra esperanza es lo eterno, es una expectativa de la gloria de Dios, todos lo anhelamos, pero tenemos tribulaciones, algunas son externas y no entendemos porqué vienen, no tenemos el control, hay otras que son el producto de nuestra propia conducta, hay tribulaciones que padecemos por la causa de Cristo, por tomar la bandera de la fe.

Cuando tenemos tribulación por causa de la fe debemos cambiar la forma de pensar y decir: estoy sufriendo por la causa de Cristo y se me concede sufrir por Él, es una bendición, como cristianos debemos tener gozo cuando pasemos por este tipo de prueba, tampoco debemos ser masoquistas, o con alabanzas evadir el dolor, es regocijarse, es por una razón, no se trata de evadir, ser estoico; se trata de saber y aprender que la tribulación produce paciencia, constancia, perseverancia, en medio de la situación más difícil aprendo a ser perseverante.

Por ejemplo, una persona que quiere ganar los 100 metros en cualquier disciplina olímpica, no gana sólo por participar, debe tener una disciplina, diaria por meses, años, hasta que viene el momento de la prueba, corriendo con paciencia sabiendo que con la paciencia mi disciplina se va a forjar para que yo pueda ganar esos 100 metros, ser constante, no ser llevado por cualquier circunstancia, saber que el Señor está conmigo y me ayuda a mantenerme y no reaccionar impulsivamente, forjándose dentro de mí la paciencia, no como el que recién inicia las cosas y se desespera y no entiende nada.

El hombre y la mujer cristiana son los que se estabilizan y descubren en su caminar que el Señor es fiel, está allí y que si estás en un túnel, el túnel tiene otra salida. Dios no te ha fallado, está contigo si eres paciente y perseverante, cumplirá sus promesas en tu vida, así que tienes que pasar por tribulaciones, si no las pasas no se forjará en ti las virtudes de la Fe cristiana, por esto debes regocijarte, porque el Señor se está forjando virtudes de Él en tu vida, para que puedas ser de hierro por dentro aun cuando seas un guante de seda por fuera.

Tu carácter se forja en la prueba, y llega el momento en que eres aprobado o no aprobado, y no es un momento para que tires la toalla sino para que corrijas, si tu carácter tiene grietas y no los compones, si tienes adicciones, pensamientos y no haces nada al respecto te quedarás con tu carácter pero el que está en Cristo, se regocija, aplica la palabra a su vida y forja el carácter de Cristo en su vida, demostrando que nuestras vidas se transforman de acuerdo al carácter de Dios pues Él quiere hacerte a su imagen y semejanza, sólo pasando por allí Dios te aprueba.

Pastor Samuel Olson
Culto dominical 26 de Julio de 2015

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